

Entre las grandes empresas que en el interior de la República van proclamando nuestra prosperidad al par que nuestro progreso industrial, figura la sociedad anónima Compañía Licorera de Manzanillo, en la que se han congregado capitalistas animosos para la fabricación de toda clase de licores desde los más corrientes hasta las cremas más finas.
Entre los gerentes de esta Empresa: está el emprendedor hombre de negocios Sr. Genaro Codorniú, á quien se debe el estado floreciente de la Compañía.
La especialidad de la Compañía Licorera de Manzanillo es un riquísimo ron Carta Extra, que tiene gran aceptación en toda la parte oriental de la República. Tanto este exquisito producto, como todos los que fabrica la Compañía Licorera, nada tienen que envidiar en calidad y en artística presentación á los mejores de Cuba.
La Compañía Licorera de Manzanillo está admirablemente instalada en casa propia, de moderna construcción y situada cerca del hermoso parque con vistas al mar, en el que podríamos llamar barrio aristocrático de la progresista é histórica ciudad de Manzanillo.
La Compañía Licorera de Manzanillo en 1918


En Manzanillo uno de los más progresistas y animosos pueblos de la región Oriental, de esa región tan íntimamente unida va a la historia de nuestra patria, porque de ella salieron los más valientes soldados de la guerra de independencia y los más esclarecidos patriotas cubanos;
En Manzanillo repetimos y ocupando una extensión de tres mil metros cuadrados en las calles de Masó, Caridad y San Silvestre se levanta gallardo y altivo el edificio propiedad de la Compañía Licorera una de las industrias más importantes sinó la que más del referido pueblo.
Se dedica la citada Compañía como ya el lector habrá supuesto a la fabricación de licores y rectificación de alcoholes con una venta anual que asciende a la respetable suma de trescientos cincuenta mil pesos ($350 000).
La Compañía licorera de Manzanillo no limita su radio de acción a nuestro país sino que vende y compra constantemente a la vecina republica norteamericana y a la península española, con la cual mantiene constante intercambio.


Administrada desde el año 1913 por el señor Felipe Pinilla Murillo, la casa licorera ensancha día por día la esfera de sus negocios y su prosperidad va en aumento siempre creciente, lo que habla muy mucho en favor del señor Pinilla Murillo, cuyas dotes comerciales son altamente respetadas por cuantos conocen a fondo la intrincada esfera en que se desenvuelven sus actividades.
La casa produce licores en general, pero su especialidad lo que le ha dado más nombre y popularidad es el famoso “Ron Carta Extra” el denominado “Ron Viejo”, el conocido por Anís Palma y el suave y delicioso “Cremas”.
La Compañía licorera de Manzanillo da medios de vida a infinidad de familias obreras de la localidad, pues el número de empleados y obreros que en ella se ganan el sustento es numeroso.


La casa estaba en 1918 instalando un aparato de rectificación que aunque altamente costoso redundaría en el mayor éxito de la fabricación y rectificación de alcoholes a que como ya hemos dicho se dedicaba muy especialmente.
El capital social de la Compañía licorera de Manzanillo era de unos doscientos mil dólares y poseían en todos los bancos del país una alta capacidad crediticia que podía ser aumentada a voluntad por sus directores.
El edificio en que estaba instalada propiamente la Compañía, es decir con sus oficinas y demás departamentos anexos está situado en las calles que ya hemos mencionado de Avenida de Masó, Caridad y San Silvestre; pero el Almacén de vinos y licores se alza en las calles de Caridad y Caimanera ocupando a su vez una extensión de más de mil metros cuadrados.


El Rectificador de alcoholes se halla instalado en el Reparto Céspedes y su edificio es también propiedad de la Compañía ocupando un espacio de terreno que pasa de tres mil metros cuadrados.
Las recompensas y premios obtenidos por la Compañía licorera a que nos venimos refiriendo en las distintas exposiciones a que ha concurrido y en sus pocos años de vida son un gallardo exponente de sus méritos y de la bondad de los productos que de sus maquinarias salen al mercado.
En la Exposición de la Habana en 1911 obtuvo medalla de oro. Posteriormente en el año de 1916 obtuvo medalla de Honor en la exposición de San Francisco de California a la que concurrió este país entusiastamente y por último en 1917, en la de Panamá, efectuada hace apenas un año obtuvo el mayor honor que se otorga en análogos concursos: el GRAN PREMIO.
Tal es a grandes rasgos y al vertiginoso correr de la pluma la gran casa licorera de Manzanillo, una de las industrias nacionales que son honor de la joven República cubana y orgullo legítimo y bien fundado de la heroica región oriental que ya puede vanagloriarse no sólo de haber dado a la patria cubana sus más valientes soldados en los días de prueba sino de haber ayudado fervientemente a su desenvolvimiento económico en los días de paz, dando las mejores muestras de entusiasmo por el trabajo y el bienestar general del país.
Bibliografía y notas
- “Compañía Licorera de Manzanillo”. Revista El Fígaro. Año XXVI, núm. 47, 20 de noviembre 1910, p. 609
- Término Municipal de Manzanillo
- Personalidades y negocios de Oriente
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