Para explotar en la provincia de Pinar del Río importantes yacimientos de mineral de cobre se constituyó en la Habana, con el nombre de “La Cuprífera Pinareña”, una empresa integrada exclusivamente por negociantes españoles y cubanos, los que acometieron la obra con el mayor entusiasmo y el más ardiente patriotismo, seguros de dar a sus capitales una inversión de alta conveniencia para el país, no sólo por los beneficios que esperaban de esta explotación, sino por la campaña de ejemplaridad que realizaban.
A poco, de constituida la Sociedad estaba cubierto totalmente el capital propuesto de 500.000 pesos moneda nacional.
Componían el Consejo de dirección personalidades tan prestigiosas en el mundo de los negocios como:
- Angel Barros Freire, presidente;
- Braulio Menéndez, vicepresidente;
- José Marina, José González Covián, Jesús María Bouza y Manuel Soto, vocales;
- Francisco Pita, Victoriano García y Luis Andrade, vocales adjuntos.
- Ladislao Aguado, administrador gerente;
- Félix Garmendia, ingeniero facultativo de la Escuela Mineralógica de Bilbao;
- Gaspar Domínguez, agente general;
- José del Valle Moré, letrado consultor y secretario.
La Compañía era propietaria del coto “San Manuel”, situado a poco más de diez kilómetros de Pinar del Río, por carretera, y que ocupaba una extensión de 391 hectáreas de terreno. El coto “San Manuel”, según opinión de todos los mineralogistas que estudiaron el suelo cubano, tenía una riqueza enorme de mineral de cobre, no superada por ningún otro de la región.
Era ésta la de Vuelta Abajo, tan famosa por su producción agrícola, base principal de una de las mayores industrias del país y que no contenta con producir el mejor tabaco de Cuba, quería aún ofrecerle esta nueva riqueza y convertirse así en una tierra de oro, realización del Eldorado que con tanto afán buscaban por todos los mares del mundo los aventureros de otra Edad.
Desarrollando esta producción con el entusiasmo que sus directores pusieron en la empresa, “La Cuprífera Pinareña” abría otro magnífico horizonte ante el porvenir brillantísimo de Cuba.
La Cuprífera Pinareña en 1927.
La mina que estaba situada a unos doce kilómetros en dirección N.O. de la ciudad de Pinar del Río, en el barrio del Cangre, provocó en algún tiempo, un gran furor, singularmente en las ciudades de Pinar del Río y la Habana.
Para 1927 se habían suspendido en ella las labores desde hacía mucho tiempo, sin embargo era una de las minas que en esa situación conservaba en las mejores condiciones sus maquinarias, hallándose éstas en condiciones de buen funcionamiento, el día en que se decidieran a trabajarlas nuevamente.
Presentaba, un continuado afloramiento en forma de filón capa, de sulfuros de cobre y hierro, más abundante, por lo menos en la parte por nosotros recorrida, y que se refiere a las antiguas labores, el segundo que el primero.
La dirección media de estos afloramientos, marcaba una orientación aproximada de N. a S. en el tramo observado; sin embargo, como más tarde se verá la dirección general de la corrida era de N. 30 grados E.
El río Guayabo, en recorrido sinuoso, cortaba por lo menos cuatro veces esta capa mineralizada, circunstancia que hizo que tales afloramientos se hubiesen tomado quizás como pertenecientes a otros tantos filones.
No podemos decir al presente, si esta denuncia es en realidad buena o mala, a pesar de la pobreza que indudablemente muestran sus escombreras; lo que podemos asegurar sin temor a equivocarnos, es que las labores implantadas para su reconocimiento, se localizaron precisamente en la zona estéril del filón en cuanto al mineral de cobre se refiere.
Debemos fijarnos a este efecto, en lo que con ocasión de la genética de esta clase de yacimientos exponemos un poco más adelante.
La justa solución al problema minero, en esta denuncia, la tuvieron los empresarios de esta mina en las manos, con la aplicación a la misma de las recomendaciones del Ingeniero de Minas, Sr. Manuel G. Lago, quien con perfecta visión de las cosas recomendó tres sondeos, en una zona de esta mina en que las masas minerales parecen disponerse de Oeste a Este, y que es allí, según informes del Sr. Ponciano Blanco, donde la veta presentaba mejores manifestaciones superficiales.
La inspección llevada a cabo sobre el terreno, nos confirmó más el gran acierto de tan distinguido compañero, al pensar tal cual hoy nosotros pensamos.
De cualquier forma opinamos que esta denuncia nofue suficientemente reconocida y si esto se hizo, las labores desgraciadamente se emplazaron un poco de prisa.
La bonanza en este criadero había de hallarse a 200 ó 300 metros y aún quizás más del pozo abierto en dirección al Oeste.
Por lo que respecta a la geología de esta mina, parece que el subtractum de la misma se halla formado por lechos alternantes de pizarras arcillosas y silíceas, intrusadas según la estratificación por magnas básicos muy redisilificados; siendo de notar hacia el Sur de la cascada próxima a la última labor realizada, según el curso de las aguas, la presencia de unas pizarras grisáceas en bastante abundancia fuertemente salpicadas por numerosas pinticas negras.
Esta pizarra en algunos lugares de España, se refieren al trato cristalino, como se ha hecho en la mina del Soldado, en la provincia de Córdova.
Referencias bibliográficas y notas:
- La Cuprífera Pinareña, S. A. en Libro de Oro Hispano-Americano. Sociedad Editorial Hispano Americana, 1917. pp. 269-270.
- Cuprífera Pinareña en Boletín de Minas, Yacimientos Minerales de la República de Cuba. Habana: Montalvo y Cárdenas, 1927.
- Pinar del Río y sus municipios.
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