

Los talleres de Manuel Galdo y Co. eran fabricantes de maquinaria especializados en ingenios y se hallaban situados en la ciudad de Cárdenas avenida sexta y calle seis, provincia de Matanzas, siendo los mayores de su clase en Cuba. Respondían a los teléfonos 608 y 888.
Aunque contaban con una extensión superficial de más de 350,000 pies cuadrados cubriendo casi unas tres manzanas en 1918 debieron de aumentar la capacidad del taller en un 60% sobre la capacidad del año anterior con el fin de poder atender el volumen constante y creciente de negocios que recibían.
Esta ampliación no solamente les permitió aumentar su producción sino también hacer entregas prontas, lo que en aquellos tiempos difíciles de la Primera Guerra Mundial les otorgaba ventaja inapreciable al no poder comprometerse la mayoría de las fábricas a hacer entregas a plazo fijo.
Manuel Galdo y Cía., poseían en existencia grandes cantidades de material para la fabricación de aparatos de ingenios y por lo tanto no tenían necesidad de depender de embarques indefinidos de material del extranjero para dar cumplimiento a los pedidos que se les hacían.
Sus entregas, por lo tanto, se hacían con prontitud y en el plazo prefijado, habiendo sido siempre una de las normas constantes de la Compañía el rechazar una orden antes que no poder hacer la entrega en el plazo estipulado.
Las oficinas principales de la Compañía estaban instaladas en los mismos talleres, manteniendo un cuerpo numeroso de empleados. Señoritas solamente había unas veinte además de un buen número de oficinistas y taquígrafos. La Habana contaba una oficina sucursal establecida en la calle de Obrapía, número 23, atendida por un respetable número de empleados.


Además de las oficinas comerciales, la Compañía se preciaba de poseer un departamento técnico para el diseño, operación, organización, y construcción de ingenios completos y para la fabricación e instalación de toda clase de maquinaria que en un ingenio pudiese necesitarse. En estos talleres se fabricaba desde la más sencilla a la más complicada máquina azucarera.
Los talleres se dividían en los departamentos siguientes: Técnico, de Maquinaria propiamente dicho, Fundición, Calderería, Herrería, y Oxyacetileno. El departamento de calderas se situaba al otro lado de la calle frente al edificio principal y ocupaba una manzana entera. Ambos edificios estaban bien alumbrados y ventilados y contaban con una instalación sanitaria más moderna.
En los talleres penetraban dos vías férreas y por medio de grúas se cargaba cualquier pieza de maquinaria directamente en los carros para su embarque.
La fuerza motriz para las distintas máquinas era suministrada por una de vapor construida en los mismos talleres. Dos calderas de vapor de Babcock and Wilcox de 300 C. de F. cada una, suministraban el vapor necesario. Todas las transmisiones se dividían en tres secciones, cada una de las cuales podía funcionar por separado, o todas las tres a la vez.


Probablemente la máquina más interesante en los talleres era una máquina de tornear de 16”, de Niles-Bement-Pond Co., la mayor de su clase en Cuba. Había varios taladros radiales grandes y la mayor parte de la maquinaria mayor estaba instalada en una nave de 48″, estando servida por cuatro grúas locomóviles suspendidas.
Hacia 1918 se habían instalado en la fábrica cuatro taladros, tres tornos mecánicos, una máquina de cuñera de Baer Bros., dos recortadores y una máquina grande de tarrajar. Toda la maquinaria de los talleres era de fabricación americana y allí se encontraba instalado el mayor compresor de aire de Ingersoll Rand que había en Cuba. Todas las desbastaduras se hacían con herramientas de aire.
La fundición contaba con dos grandes hornos de fundir, pudiendo fundirse piezas de cualquier tamaño. El departamento de calderas que ocupaba una manzana, estaba equipado con dos grúas locomóviles, ocho telégrafos elevados, veintidós descantes giratorios y un sistema de carrilera de vía estrecha, todo lo cual facilitaba el manejo de los materiales, economizaba trabajo y tendía a producir el máximum de eficiencia.
La capacidad de este departamento era inmensa, y en él habían almacenadas grandes existencias de planchas de acero y bronce, vigas, hierro en barras, tubos y planchas de cobre, etc. El cuarto almacén se equipaba también con telégrafos elevados.


Considerando cada departamento por separado o todos los talleres en total, sería muy difícil hallar en cualquier lugar una planta mejor equipada que la de Manuel Galdo y Cía., cuyos importantes talleres fueron honra de la industria cubana.
Los talleres de Manuel Galdo y Co. contados por Dollero
Es industria que honra a Cuba, y orgullo de Cárdenas, la Fábrica de Maquinaria azucarera de Manuel Galdo y Compañía fundada por el Sr. Manuel Galdo y Mariño en 1894.
Trabajan en ella 400 obreros y empleados, aproximadamente, bajo la dirección técnica del Superintendente Ramón R. Donnell y lleva la Dirección y Administración General el ingeniero Manuel F. Galdo, hijo del fundador, coadyuvado por un enjambre de ingenieros.
Aún cuando yo haya visitado personalmente la fábrica, tarea de casi medio día, no pueden considerarse estas notas más que como un resumen lacónico de lo que he visto. Industrias como la de Galdo, requieren profusión de detalles y de grabados para completar la información gráfica.
La fábrica de Galdo comprende varios edificios y varias manzanas de terreno unos 350.000 pies c. por todo. Antaño esos terrenos eran pantanos con mangles y viveros de larvas de mosquitos. Solamente el fijar su residencia en ese lugar, inmediato a la Estación del Ferrocarril, ya constituía un heroísmo.
Poco a poco, el trabajo fecundo transformó los pantanos en calles, acaso las mejores de Cárdenas en el momento en que yo escribo estas líneas.
Los desperdicios de los talleres, que eran entonces sencillamente mecánicos y de fundición, llenaron las depresiones del terreno, después formaron un piso firme ya sin mangles, y por fin árboles, bancos para sentarse y aceras completaron lo que faltaba para urbanizar y embellecer un rincón de la ciudad que parecía abandonado por Dios y por los hombres.
Y surgieron los edificios, uno, dos, más todavía y aumentan, aumentan…
El primer Departamento de la Industria de que hablo está dedicado a la maquinaria de la fábrica, a la fundición de hierro y de bronce, a plantillería y Planta neumática.
El primer detalle importante que se observa es la línea de escape de los Ferrocarriles Unidos que entra en el Departamento. Un sistema de grúas viajeras y otras líneas de vía estrecha con sus plataformas giratorias completan los medios para la carga y la descarga rapidísimas. Algunas grúas alcanzan hasta más de 20 toneladas.
La maquinaria de la fábrica, casi toda norteamericana, es muy compleja. ¿Cómo describirla en detalle?
Catorce tornos, de los que uno muy notable, de 16 pies, marca “Niles” llamaron preferentemente mi atención, ya que los vi funcionando en piezas enormes de fundición, de 10 y 12 mil libras cada una.


Pero el récord batido por la casa Manuel Galdo y Compañía, fué cuando ella fabricó un fondo enterizo (o de una sola pieza) para un tacho de 80 toneladas de capacidad ¡Siendo de 16.000 libras el peso de la pieza fundida!
Observé también 6 taladros radiales y varios cepillos especiales. Bombas de vacío, tachos de vacío, evaporadores de triple y cuádruple efecto, calentadores de guarapo, condensadores, cristalizadores, cachaceras (para purificar la espuma del Guarapo), manchales, defecadoras, alcalizadores, todo lo que forma la maquinaria para el beneficio de la caña de azúcar, constituye en fin la especialidad de la casa Galdo.
Además fabrica válvulas de muchas clases, llaves de bronce, y las mismas grúas. La fundición está dotada de hornos de alta potencia. En el Departamento denominado de Pailería, son dos las vías férreas de los F. C U.
En el Departamento aludido no se hacen trabajos de fundición, sino tanques de todas clases y tamaños, cristalizadores etc. Se usan perforadores de la casa Ingersoll Rand por el sistema del aire comprimido, y hay también un remachador por el mismo estilo.
Los compresores de aire, del mismo modelo Ingersoll están en el Departamento citado con anterioridad. Es inmensa la cantidad de material en existencia en el Departamento de Pailería ¡La calculé en varios miles de toneladas! Láminas de hierro, lingotes angulares y cuadrados, fluses para calderas, tubos de cobre y láminas del mismo metal.
Admirable la instalación sanitaria dé los departamentos descritos sumariamente.
Toda la maquinaria está movida por los 500 HP. de vapor de las 2 calderas y sus correspondientes motores, aprovechándose también el escape de las máquinas por una instalación de calentadores, economía ésta que disminuye bastante el consumo del combustible.
Por último hay, separadamente, un Departamento de Ferretería organizado como Sociedad Anónima.
Para dar una idea de su importancia, baste decir que el almacén ocupa un terreno de 2.750 m. c. en donde también entran los carros del Ferrocarril; que en existencia hay aproximadamente 600.000 pesos de mercancía y que las ventas anuales giran alrededor de $1.400.000.
La ultima nota acerca de la casa M. Galdo y Cía. es de una extraordinaria importancia, bajo el punto de vista sociológico. Para abaratar a sus empleados y obreros el costo de la vida, la casa Galdo les vende mercancías importadas directamente, sin realizar utilidad alguna. Además estableció premios mensuales y anuales a los obreros que no hayan perdido días de trabajo; innovación que mientras beneficia al obrero, reduce las probabilidades de huelgas.
La casa Manuel Galdo y Cía. tiene una Dependencia en la Habana y otra en Santiago de Cuba.
Las Obras de Ingeniería Cárdenas S.A.1
Se anuncia que mediante escritura pública 170, otorgada el 18 de octubre ante el Notario Público Dr. Ernesto Angulo y Billini, en la ciudad de La Habana, Cuba, se constituyó una sociedad anónima bajo el nombre de Obras de Ingeniería Cárdenas, S.A., dedicada principalmente a la fabricación de maquinaria, piezas fundidas, calderería y herrería, en la planta de Galdo, ubicada en la ciudad de Cárdenas, y garantizada por esta compañía, según consta en la citada escritura 170.
La junta directiva de Obras de Ingeniería Cárdenas, S.A., está compuesta por las siguientes personas:
Manuel Galdo y Mariño, presidente; Salvador Brito (de Marina y Cía.), primer vicepresidente; Manuel Galdo y Dulzaides, segundo vicepresidente; Carlos N. Todd y Azcárate (de la Kelvin Engineering Co.), secretario; Gustavo Lobo (de la Kelvin Engineering Co.), tesorero; Gordon S. Rentschler (de la Hooven Owens Rentschler); Harry Newcomb (de la Munson Line); James Ellis (de la Ellis Brothers); Ramón R. Donnell; Juan Cabañas Solís.
Manuel Galdo y Dulzaides será el gerente general de la empresa y estará a cargo de la planta.
Se espera que los amigos y clientes de Manuel Galdo y Cía., propietario de dichas obras, sigan brindando el mismo apoyo que han brindado a esta empresa en el pasado.
Cardenas Engineering Works, S.A.
Announcement is made that by public deed 170, executed on October 18 (1922) before Notary Public Dr. Ernesto Angulo y Billini, in the city of Havana, Cuba, a stock company was organized under the name of the Cardenas Engineering Works, S.A., to engage principally in the manufacture of machinery and metal castings, boilers and iron work, at the Galdo plant, located in the city of Cardenas, and secured by this company, as stated in the said deed 170.
The board of directors of said Cardenas Engineering Works, S.A., is composed of the following persons:
Manuel Galdo y Mariño, president; Salvador Brito, (de Marina y Cia), first vice-president; Manuel Galdo y Dulzaides, second vice-president; Carlos N. Todd y Azcarate, (de la Kelvin Engineering Co.), secretary; Gustavo Lobo, (de la Kelvin Engineering Co.), treasurer; Gordon S. Rentschler, (de la Hooven Owens Rentschler); Harry Newcomb, (de la Munson Line); James Ellis, (de la Ellis Brothers); Ramón R. Donnell; Juan Cabanas Solis.
Manuel Galdo y Dulzaides will be general manager of the company and will have charge of the plant.
The hope is expressed that friends and customers of Manuel Galdo y Cia, owner of the said works, will continue to offer the support with which they have favored this company in the past.
De la familia Galdo y como dato interesante encontramos la boda en fecha del 18 de noviembre 1922, parroquia del Vedado, de la señorita Isabel Galdo y Dulzaides con Carlos Cabello y Hortsmann. Los padres de la adorable desposada, señor Manuel Galdo y su distinguida esposa, Lolita Dulzaides, fueron los padrinos de la boda.
Por su parte Manuel Galdo y Dulzaides quien había desposado la gentil dama Carmina Pique dejaba en 1923 su residencia en la Avenida Principal de Cárdenas para instalarse con su familia e hijos en la Habana.2
El patriarca Manuel Galdo y Mariño celebraba en 3 de diciembre 1937 sus bodas de oro, los cincuenta años junto a su digna esposa Dolores Dulzaides. La celebración se realizó en la intimidad de su hogar acompañados de sus hijos.3 Era don Manuel dueño del Central Niagara en Consolación del Norte, Pinar del Río.
Bibliografía y notas
- “Cárdenas Engineering Works, S.A.”. Sugar. Vol. 25, núm. 1, enero 1923, p. 42 ↩︎
- González Bacallao, Francisco. “Cardenenses: Una familia que se ausenta”. Diario de La Marina. Año XCI, núm. 206, 2 de octubre 1923. ↩︎
- De Posada, Luis. “Crónica habanera”. Diario de La Marina. Año CV, núm. 289, 4 de diciembre 1937, p. 9. ↩︎
De interés: Personalidades y negocios de Cárdenas
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