Llegamos por carretera vía Sabanilla o Juan Gualberto Gómez si prefiere al poblado de Unión de Reyes que está al sur de la provincia de Matanzas y es actualmente cabecera municipal. El poblado fue visitado entre 1917 y 1919 por un italiano nombrado Adolfo Dollero1 y de sus experiencias nos dejó un relato:
Respecto de Unión de Reyes, yo acostumbraba forjarme mil historietas ligadas estrechamente con la Monarquía de España y la época colonial. Con alguna decepción aprendí a mi llegada el origen plebeyo de Unión de Reyes.
Antes del año 1879, de lo que hoy forma la Cabecera del Término, nada existía, o casi nada. Algunos caseríos aislados, y a orillas del río de S. Andrés, (llamado a veces, despectivamente, arroyo) una bodega que pertenecía a un sujeto llamado Reyes.
En ese punto debían de unirse las dos líneas ferrocarrileras que se estaban construyendo, y la que primero alcanzara ese lugar, debía resultar agraciada con la concesión de poder continuar el tramo hasta mucho más lejos.
Y el punto de la unión llamóse Unión de Reyes. El bodeguero humilde resultó padrino de bautismo de la Cabecera del pequeño, pero rico Término objeto de la primera excursión que hice por la Provincia de Matanzas.
Con perdón de Dollero hagamos una pausa, para agregar algunos datos sobre la llegada a aquel punto de los ferrocarriles, motivo este del fomento de aquel paraje. El tramo de la línea del Ferrocarril entre los paraderos de la Sabanilla y la Unión abrió al público el primero de octubre de 1848. El primero de los dos trenes diarios salía desde Matanzas a las siete de la mañana y llegaba a Unión de Reyes a las ocho y veintisiete minutos con paradas en Guanábana, Cidra y Sabanilla.2
Por su parte la Compañía de Caminos de Hierro de la Habana abrió el tramo que conectaba la Unión en veintiséis de noviembre del mismo año. Su tren salía de la Estación de Villanueva en la Habana a las seis y treinta de la madrugada y llegaba a la Unión a las once y veinte. En este punto pasaban los viajeros del coche de una empresa a la otra. Los billetes se despachaban en el punto de partida existiendo tarifas para equipajes y pasajeros, pudiendo estos últimos viajar en primera, segunda o tercera clase.
Increíblemente, desde fines de 1848 un viajero que partía desde la Habana a las seis y treinta, transitaba por Unión de Reyes a las once y veinte de la mañana y diez minutos después abordaba el tren de Matanzas llegando a esta ciudad a la una de la tarde. Los beneficios económicos fueron inmensos creándose a partir de este punto un trasiego de pasajeros y mercancías que contribuyeron al desarrollo económico de la región y al despegue del azúcar facilitado por el transporte.
El escudo de la localidad muestra un puente sobre el que circula una locomotora y la taberna de Reyes, homenaje a aquel tiempo ya lejano.
Pero regresemos, al paseo por Unión con nuestro italiano Dollero:
Unión de Reyes no es una ciudad moderna en la acepción urbana de la palabra: es moderna porque su primer Ayuntamiento se constituyó solamente en primero de Julio de 1879: pero en los últimos 30 años ha triplicado su caserío y su población.
Confiado en el buen sentido de los simpáticos habitantes, estoy seguro que no se considerarían lastimados, si dijera que Unión de Reyes no parece una ciudad, a pesar de las calles bastante amplias y trazadas a cordel, pero algo desaseadas; a pesar de su hermoso Liceo (o Club), del palacio Ochoterena, de la gran fundición de la viuda de Perret, y, del juego de Tenis a inmediación de la iglesia parroquial.
Los que visiten a Unión no deben llegar hasta la calle Barrera: Su nombre lo dice: es una barrera levantada para que la urbanización no continúe más adelante.
Las columnas de Hércules. Nec plus ultra. Me sedujo un hotel por su histórico nombre francés. Pero el propietario era español: y yo me acordé de él y de las sábanas de esa cama, cuando un año después, en Agramonte, tuve la mala suerte de encontrar otras sábanas parecidas.
Las del Hotel al que aludo, en Unión de Reyes, eran verdaderos mapas geográficos, y las de Agramonte verdaderas colecciones entomológicas. Pero afortunadamente en Unión pude encontrar otro Hotel más limpio, y olvidé pronto ese mal rato.
La Iglesia de Unión de Reyes no tiene nada de artístico ni de arquitectónico en el edificio, pero posee un hermoso cuadro de Ribera, obsequio valioso de un hacendado, el Sr. Crespo. Representa la Ascensión de la SS. Virgen. Con la actividad y la energía del Sr. Cura, el reverendo y joven P Viera, y lo que pudiera obtenerse de la venta del cuadro, habría modo de arreglar bien la Iglesia y formar un fondo para los pobres de la parroquia: siempre que se procediese a venderlo antes que la polilla y ratones acabasen con él.
Cuando yo entré en la Iglesia, en busca de unos datos del archivo parroquial, estaba vacía. En frente del altar mayor un féretro ¿Verdadero o simulado para honras fúnebres? cubierto de un crespón negro: 4 cirios apagados, y un silencio impresionante entre los muros de la pobre parroquia: pobre aparentemente, ya que no conozco sus recursos.
Entré en la sacristía, subí al presbiterio; ¡Nadie! Entonces, al encontrarme en un lugar lleno de libros abiertos y de documentos esparcidos sobre la mesa opté por no salir, temeroso de incurrir en alguna apariencia de responsabilidad, si por desgracia algo faltara en la parroquia.
¿Quién entró? ¿a quién han visto ustedes salir?
—“Un individuo con aspecto de extranjero!”
Y así conjeturando, decidí esperar la llegada del cura, sentado en uno de los bancos de la escuelita parroquial. En esa Escuela se imparte además de la religiosa, la enseñanza general, pero el P. Viera, que no pierde tiempo, había hecho un arreglo con las Hermanas Pasionistas para abrir pronto el Colegio de N. S. de los Angeles para niñas, y ya tenía en proyecto otro para varones.
No encontré los datos deseados por ser de creación demasiado reciente el archivo parroquial de Unión de Reyes.
La importancia del Término Municipal que nos ocupa, procede especialmente de su situación. Está colocado en medio de 5 líneas ferrocarrileras, y posee un territorio pequeño, pero rico por la producción agrícola: caña de azúcar, y por su intensa vida comercial.
Casi toda la caña se muele afuera del Término, habiendo un solo Ingenio, el de Sto. Domingo de la Cía. Azucarera “Central Cuba”, perteneciente a una sociedad norte-americana.
Sin embargo, mucha de la propiedad está en manos cubanas.
Extranjeros no hay muchos en Unión: los españoles ocupan el primer lugar.
Los señores Perret propietarios de la fundición más importante (hay otra pequeña) son de nacionalidad suiza.
En Unión se dice que la fundición de la Viuda de Perret es la más importante de la Isla. He visto otras en Cuba y creo que no están en lo cierto. Sin embargo, aún no estableciendo comparaciones, la fundición Perret es una magnífica industria. La visité. Trabaja casi totalmente para los Ingenios de la República, y funde en hierro y en bronce toda clase de piezas de maquinaria, hasta de gran tamaño. ¡Vi algunas de 20 toneladas! y puede construir máquinas completas.
La fundición Perret3 está bien montada.
Su maquinaria, perfecta, es de procedencia norte-americana: está movida por unos 150 HP. de vapor.
Hay algunas otras industrias pequeñas, dos fábricas de muebles del país, una de aguas gaseosas, otra de hielo, la planta eléctrica de la población, movida por petróleo y otra fundición de hierro y bronce pequeña.
No visité ninguna de esas industrias: los señores industriales no demostraban gran interés por mi trabajo, porque decían que en Cuba a cada rato se editan obras.
Y es cierto: y que no todos saben distinguir una de otra es también cierto.
El Caserío que existía en Unión antes de 1879, dependía de la inmediata población de Alacranes. Se llamaba el Cuartón de S. Andrés. Cuartón era una fracción de superficie.
En la actualidad en todo el Término de Unión de Reyes hay unos 5.446 habitantes; la mayor parte de ellos habitan la Cabecera. Se ha notado una disminución ligera, lo que las autoridades municipales atribuyen a inexactitudes del último Censo.
En el censo de 1887 ascendía la población rural y urbana en toda la extensión del término a 8,135 personas y en el de 1899 a 5,226, lo que podría explicarse por la Guerra de Independencia que concluyó en 1898. La diferencia negativa fue de 2909 habitantes. En el 2002 eran 40,396 habitantes los que disminuyeron a 37,042 personas en el 2012, fecha del último censo (N. del E.).
Año del Censo | Mujeres | Hombres | Total |
---|---|---|---|
1887 | 8 1354 | ||
1899 | 2,604 | 2,622 | 5,2265 |
2002 | 19 732 | 20 664 | 40,3966 |
2012 | 18 155 | 18 887 | 37,042 |
Hay mucha agua en Unión y según datos del secretario Municipal Sr. Soto, se consumen diariamente, sin tener en cuenta lo que las industrias necesitan, unos 150.000 galones. ¡Mucho me parece! A pesar de esta cantidad de agua, habían dispuesto en esos días cerrar las cañerías de las 8 de la noche a las 8 de la mañana, precisamente cuando más se necesita el líquido.
En los países tropicales en general, es menester levantarse, y bañarse o lavarse de madrugada, ya que de las 5 y media a las 6 de la mañana está levantado el sol. Asimismo, de 8 a 10 de la noche el agua es indispensable en los cafés, en los restaurants y en las casas particulares para el aseo de mesas y vajillas.
He oído atribuir la falta del agua en esas horas a la escasez del petróleo para, el funcionamiento de las bombas: ignoro por qué el Gobierno no lo importará por su cuenta como se hace a menudo en casos excepcionales.
En la época de mi visita a Unión de Reyes, la instalación no era propiedad particular. El agua procede de un pozo de unos 50 metros de profundidad, y se extrae por medio de tres bombas de 8 pulgadas y de un motor de 32 caballos de fuerza.
Existe un tanque de hierro de la capacidad de 100.000 galones. El servicio de agua es barato: las casas de renta muy reducida, pagan solamente 60 centavos por trimestre, y las otras, según su renta, de 8 a 27 pesos por año.
El presupuesto municipal de 1918-19 era de $33,612,41 con tendencia al aumento. La salubridad de Unión de Reyes, en mi concepto, debería ser mejor de lo que es, dado su subsuelo calcáreo, y con un grado de inclinación natural, bastante notable, del terreno. Pero es permeable.
De 107 metros sobre el nivel del mar (ubicación del Ingenio Sto. Domingo) baja hasta cincuenta y cinco m. en la población y más cerca de Alacranes no supera los cuarenta.
En las calles de Unión hay mucho polvo y basuras. El jefe de Sanidad estima demasiado limitada la cantidad consignada para la petrolización de las casas y de las aguas estancadas.
Hace tiempo se hizo una campaña en contra del Dr. Leopoldo Dulzaides, sin que hubiera justificación para ella. A veces el Jefe de Sanidad no puede proceder con las debidas energías por estar supeditado a la necesidad de conservar su clientela particular.
Aplicando las multas por cada infracción merecida, el médico se vería pronto en la dolorosa necesidad de renunciar a su principal elemento de vida. El sueldo oficial no le permite una vida independiente.
En el caso especial de unión de Reyes se dijo que, por descuidos del Jefe Local de Sanidad la fiebre tifoidea había tomado proporciones alarmantes, que las casas carecían a menudo del boletín que se pega en la puerta de entrada cuando hay enfermedades contagiosas, y otras cosas por el estilo.
Desde luego hay que admitir la imprescindible necesidad de que todos los médicos den parte de los casos que conozcan, para impedir que las epidemias se extiendan.
¿Y qué decir cuando el mismo Dr. Lozano, médico español que radica en Unión, me confesó con ingenuidad haber tenido recientemente ocho casos de fiebre tifoidea, que no había comunicado al Jefe de Sanidad? ¿Y la ley, doctor? Con todo el respeto debido a los señores médicos, yo voy a permitirme una pregunta.
En Unión de Reyes es notable el número de los casos de fiebre tifoidea que se alivian: a veces, de una familia entera atacada por la enfermedad, ningún caso resulta mortal. Dado que los desenlaces favorables que se registran, superan el porcentaje normal, ¿todos los casos anotados como de fiebre tifoidea, serán tales verdaderamente?
En un semestre, (Enero-Junio de 1918) de 19 casos de fiebre tifoidea, se registraron solamente dos defunciones! Ningún, caso de tifo exantemático. El promedio de ese semestre fué de 10 defunciones mensuales, siendo bastante elevada la mortandad de la primera infancia.
Aproximadamente y por todo 23 por 100 al año: porcentaje no exagerado, pero uno de los más elevados de la provincia de Matanzas.
La carretera de Unión de Reyes a Alacranes, sin ser de las mejores, es bastante buena.
Hay mucho tráfico en ella: especialmente de automóviles: por 30 centavos te llevan, amigo lector, y si no te tocan dos compañeros demasiado gordos, el viaje resulta muy agradable y breve: 15 minutos.
Las dos poblaciones están también unidas por el ferrocarril, el mismo que lleva a Bolondrón, Pedro Betancourt, Agrámonte y Colón.
La carretera existe desde 8 años aproximadamente y la hizo el Gobierno Provincial.
Me dijeron que Alacranes tomó su nombre de una laguna inmediata, en donde abunda una yerba llamada alacrancillo por su forma.
Los terrenos agrícolas de Unión y de Alacranes tienen precios bastante elevados, que varían entre 4.000 y 5.000 pesos cada caballería. En algunos casos han alcanzado, excepcionalmente, precios más altos todavía.
Bibliografía y notas
- Dollero, Adolfo. Cultura Cubana. La provincia de Matanzas y su evolución. Habana: Imprenta de Seoane y Fernández, 1919. ↩︎
- “Ferrocarril de la Sabanilla”. Aurora de Matanzas. Sexta Época, núm. 235, 1 de octubre 1848. ↩︎
- Por Resolución No. 63-1144 de fecha 28 de mayo de 1963 de este Ministerio de Industrias, y al amparo de la Ley No. 1090 de primero de febrero de 1963, se inició el procedimiento de expropiación forzosa de la fundición propiedad de la entidad “Talleres Perret, S. A.” El importe de la expropiación ascendió a la suma de $182.103.01 (N. del E.). ↩︎
- “Estado comparativo de la proporción en que se encuentran los diferentes elementos sociales que componen la Población de Hecho de la Provincia de Matanzas”. Censo de Población de 31 de diciembre de 1887 a 1 de enero de 1888. Provincia de Matanzas. Imprenta Galería Literaria, 1888. ↩︎
- “Tabla de Sexos, nacionalidad general y color”. El Censo de Cuba. 1899. Washington: Imprenta del Gobierno, 1900, p. 206. ↩︎
- Censo de población y viviendas. Cuba. 2002. Oficina Nacional de Estadística, s. f. ↩︎
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