
Una de las industrias cubanas que tuvo extendido su radio de acción por toda la República de manera más amplia y muy especialmente en la Habana, fue la Fábrica de Curtidos del Sr. Felipe Tellechea y Veldarrain, montada en Caibarién con aparatos modernos y atendida por un personal técnico, de capacidad comprobada.
La Fábrica de Curtidos del Sr. Felipe Tellechea se ubicaba en el Reparto “Las Torres”, finca “Laguna” y su producción ascendía cerca de 1929 a unos 22.000 cueros preparados para suela y unas 20.000 pieles con apresto “Glacés”, teniendo en el mercado demanda preferencial y una clientela que crecía de continuo por la alta calidad de sus productos.




Esta casa se especializaba en la fabricación de suela especial, muy suave y duradera, para calzado de señoras y era la única en Cuba que elaboraba los tipos “Glacés”, en todos sus grados.
El Sr. Felipe Tellechea, fue un técnico habilísimo y comerciante a la moderna, que tuvo organizado un servicio de embarques rápidos y entregas inmediatas para toda la Isla. Nació en Urruña, localidad francesa del departamento de los Pirineos Atlánticos en el año de 1883 y residió en Cuba (Caibarién) desde 1899.

Gran Fábrica de Curtidos de Felipe Tellechea en 1935

La acreditada Fábrica de Curtidos de Felipe de Tellechea extendió su radio de acción por toda la República y muy especialmente en la Habana. Hacia 1935 contaba con un personal competente, y era el propio señor Felipe Tellechea, propietario de la misma, el químico y director de todos los trabajos y elaboración de las pieles.
La especialidad de esta casa se basaba principalmente en pieles finas y gruesas en colores. Había un aproximado de 60 obreros, y la cantidad de cueros que se curtían mensualmente era de 2.500.
Tuvo sucursales en Matanzas y la Habana. Debido a la seriedad y garantía en sus artículos, llegó la Casa Tellechea a adquirir un crédito envidiable, aparte del crecido número de buenos clientes con que contaba.
Aun cuando el señor Tellechea llevaba casi toda su vida dedicado al giro de curtidos, logró establecerse por su cuenta en el año 1923, habiendo adquirido gran notoriedad y fama, por ser él precisamente un experto en la materia, técnico habilísimo y comerciante a la moderna.
El servicio que esta casa tenía organizado en cuanto a los embarques era de entrega inmediata. Felicitamos una vez más al señor Tellechea por haber llegado él solo, sin más tesoro que su buena voluntad de trabajar y de elevarse, al lugar preferente que ocupó entre los primeros industriales en su giro.
Elenita Tellechea1
Quince años de ventura y sueños dorados, de alegría y felicidades, ha cumplido la gentil Elenita, que reúne en sí, encantos múltiples. Educada con el interés de lograr una mujer poseedora de los mayores atractivos, en cuanto a la cultura y esmerada instrucción se refiere, va promete ser una prenda valiosa, cuando se convierta en gala de su hogar y de nuestra sociedad.
Su residencia en el reparto “La Torre”, donde sus padres poseen una gran tenería fué en la fecha de su cumpleaños, visitada durante todo el día por el grupo numeroso de sus amistades y su recibo constituyó una nota simpática y elegante. Las más lindas flores que en lozanía y belleza compitieron con sus quince años llegaron hasta la gentil damita.
Esta crónica que siempre ha guardado para ella y para su hermana María Antonia, las mayores consideraciones, hoy se congratula felicitando a la bellísima Elenita Tellechea, que recientemente, y en el Conservatorio Peyrellade, de la Habana, que dirige la distinguida dama Juana G. Goñi, examinó el sexto año de piano, con calificación de sobresaliente, y un Diploma de Honor que la acredita como meritísima alumna.
Su profesora en Caibarién, señora María Luisa Valdés de Ojedo, se siente tan satisfecha como los padres de tan estudiosa jovencita, viéndola lograr tan magníficas y honrosas notas, que le han permitido ser invitada especialmente a los Ejercicios que se efectuarán recientemente en el Conservatorio.
Por tales triunfos, trazamos estas líneas de homenaje, con sincera admiración, extensivas a los esposos señores Dominica País de Tellechea y Felipe Tellechea, padres de la gentil damita.
Bibliografía y notas
- “Caibarién Industrial: Fábrica de Curtidos Tellechea”. Diario de la Marina. 1929.
- “En la Villa Blanca: Caibarién”. El Fígaro, Periódico Artístico y Literario. (Mayo y junio, 1918)
- Provincia de Las Villas
- García Guerra, Carmita. “Sociales de Caibarién: Elenita Tellechea”. Diario de la Marina. Año CVI, núm. 204, 26 de agosto de 1938, p. 18. ↩︎
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