
Fue el señor Alberto Conde Hernández alcalde de Baracoa demostrando en el tiempo que ejerció sus funciones en la Administración Municipal de Baracoa su acierto y su eficacia, en el mejoramiento de los servicios públicos.
El Alcalde Municipal Alberto Conde Hernández se presentó por el Partido Liberal resultando elegido en 1926.1 Contó con la valiosa cooperación de los miembros de la Cámara Municipal, a quienes dignamente presidía el Sr. Eugenio Casanovas, consiguió un superávit de más de cinco mil pesos en la liquidación del presupuesto ordinario, correspondiente al ejercicio de 1927 a 1928.
Con ese superávit u otras consignaciones, se realizó la pavimentación de varias calles, la construcción de puentes, el arreglo de parques y otras obras importantes para el embellecimiento de la ciudad de Baracoa y para las facilidades del tránsito público.
El Sr. Alcalde Municipal, consiguió, con la cooperación del vecindario, el ensanche y composición de caminos, en terrenos muy accidentados, que demandaban el empleo de grandes cantidades, para ello; y no obstante, realizó obras de gran importancia para el acarreo y transporte de los frutos de las fincas aledañas, dígase las cosechas de café, cacao, plátanos y frutos menores, base de la riqueza de todo el término.
El sábado veintiséis de noviembre 1927 encontramos al señor Alberto Conde en la Habana solicitando un crédito para construir la casa ayuntamiento de Baracoa. Decía el artículo así:2
La construcción de la casa ayuntamiento del pueblo de Baracoa. Una comisión de dicho lugar estuvo en Palacio solicitando un crédito con ese objeto.

El representante por la provincia de Oriente, doctor Anselmo Alliegro, visitó palacio en la mañana de ayer, en compañía del alcalde municipal de Baracoa, señor Alberto Conde, y el presidente de aquel ayuntamiento señor Eugenio Casanovas, conferenciando con el Secretario de la Presidencia.
Gestionaban los señores citados la concesión de un crédito para proceder a la construcción de la casa ayuntamiento, pues la que hoy existe se halla en ruinas y constituye una verdadera amenaza pera cuantos en ella trabajan.
Bibliografía y notas
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