La Brujería en Cuba en el Siglo XVII por Carlos M. Trelles para la Revista Cuba y América en 1909. Como hasta ahora, que yo sepa, ningún historiador cubano ha fijado su atención en los orígenes de la brujería en esta Isla; y como el señor Fernando Ortiz en su muy notable y voluminosa obra “Los Negros Brujos” (Madrid, 1906) silencia todo lo relativo á l a historia de ese fetichismo africano en nuestro suelo, considero que ha de interesar á los lectores conocer ciertos datos, que arrojan alguna luz sobre este descuidado punto histórico.
El señor Ortiz dice, y con razón, que el referido fetichismo entró en Cuba con el primer negro. Pero las primeras noticias concretas que tenemos de esta deficiente forma religiosa la debemos al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, creado en Cartagena de Indias en 1610, y á donde iban á parar las causas incoadas en Cuba por ese género de delitos.
La brujería se hallaba tan esparcida en aquella época que solo en el distrito de Antioquía (Colombia) se contaban cerca de dos mil brujos, siendo lo peor del caso que personas ilustradas tenían fé en el poder de los ignorantes feticheros.
El Obispo de Panamá, por citar un ejemplo, creía candorosamente que hablaban y tenían ayuntamientos carnales con el demonio.
Para darse cuenta de la curiosidad que entonces inspiraban, bastará decir que en la obra del P. Alonso de Sandoval “Naturaleza, historia sagrada y profana, costumbres y ritos, disciplina y catecismo evangélico de todos los etíopes” (Sevilla, 1622) se dan detalles de la superstición de que nos estamos ocupando; y que el doctor Gaspar Navarro imprimió en 1631 un libro intitulado: “Tribunal de superstición ladina, explorador del saber, astucia y poder del demonio” etc.. cuyo capítulo XXX está dedicado á las nigromancias de brujos y brujas.
El primer caso de brujería de que se tiene noticia en esta Isla, ocurrió en 1622, en que el Obispo de Cuba Armendaris procedió contra María de Lara acusada de bruja. Este Obispo que, según cuentan las crónicas, se teñía á los setenta años de edad, tenía un genio irascible y era por demás agresivo.
En ese mismo año fueron procesados por igual delito el moreno Cosme y las pardas Teresa Guzmán y Luisa Sánchez, enviada esta última presa desde Bayamo.
En 1628 se celebró un auto de fé en Cartagena de Indias y en él fueron juzgados Ana de Mena, parda habanera, que daba yerbas de buen querer, y el negro esclavo Antón Carabalí, de la Habana, acusado de hechicero y de que recetaba yerbas para que los hombres quisieran y amasen deshonestamente á las mujeres.
Fué también sometido al brazo secular el esclavo Francisco Angola, acusado de haber proporcionado la muerte á muchas personas de la Habana, con hechizos. El reo, temeroso de los tormentos que le esperaban en las compasivas garras del Santo Oficio, se ahorcó en su prisión.
Otro auto de fé se celebró en 1647 en la Iglesia de Santo Domingo, en el cual compareció la parda Juana Bautista de Ochandiano, vecina de la Habana. tachada de hechicera.
En el auto de fé que tuvo lugar en 1657 en el convento de Santo Domingo, figuraron entre los reos María de Rivera, sortílega y hechicera de la Habana; Ana de Brito, parda y Tomasa de los Reyes, habanera también y acusadas del mismo delito.
Al siguiente año fueron juzgadas otras dos hechiceras de la Habana, llamadas María Sebastiana y Tomasa Pérez.
Por sortílegas embusteras fueron condenadas en 1659 Juana de Vera y María Enríquez, vecinas de la capital.
Los últimos hechiceros que cita don José Toribio Medina, á quien seguimos en estos breves apuntes, se llamaban Ana Ramírez, mulata de la Habana, y el negro Francisco, los cuales fueron penitenciados en el auto de fé celebrado en la Catedral el 28 de octubre de 1682.
Los lectores habrán advertido, no sin sorpresa, que el sexo débil era el que más se dedicaba á la práctica de la brujería.
El mal, como se ha visto, viene de muy atrás, y lo que sorprende de él es el recrudecimiento que ha experimentado de seis ú ocho años á esta parte. Increíble parece que después de nuestra independencia, con mayores elementos de cultura y cuando la instrucción se ha esparcido á manos llenas entre la raza de color, la brujería haga nuevos prosélitos y llene de horror á los habitantes de Cuba con sus espantosos crímenes y sus repugnantes supersticiones.
Afortunadamente ya solo quedan entre nosotros siete mil africanos, instruidos la mayor parte de ellos en pseudo-religión del Yoruba y con su rápida y segura desaparición esperamos que se extirpen de nuestro suelo esas bárbaras reminiscencias del África Tenebrosa.
El artículo anterior fue publicado en 1909 y expresa los puntos de vista de su autor. Se debe de situar en el contexto histórico de principios del siglo XX cuando en Cuba algunos periódicos difundían noticias de hechos y persecuciones relativas a religiones afrocubanas, entiéndase Santería, Palo Monte y otras las que casi siempre se agrupaban bajo el término de “Brujería”. Véanse algunos ejemplos a continuación:
Los cinco brujos que secuestraron a la Niña Cecilia fueron muertos a balazos cuando trataban de fugarse del Castillo de San Severino en Matanzas.1
(Por teléfono de larga distancia.)
MATANZAS. Junio 30. 1 a. m. José Claro. Jesús Oliva (a) “Chacho”, Luis Gálvez, Marcos Rodríguez (alias) “Pasa Majá” y José Parra, los cinco brujos que se encontraban detenidos en el Castillo de San Severino en Matanzas, fueron muertos a balazos por los soldados del Ejército en los momentos que trataron de fugarse cuando eran trasladados de un calabozo a otro para tenerlos con mayor seguridad y evitar que el pueblo que rodeó el Castillo y trató de penetrar en el mismo se los llevase.
Cuando el capitán Curtis encontró los restos de la niña enterrados en el cementerio por los brujos se organizó la manifestación que trató de asaltar el Castillo, viéndose precisado el Ejército a dar varias cargas, en las que resultaron muertos Juan Guerra y Francisco Arbero2 y heridos otros muchos individuos que relaciono en telegramas anteriores.
Santiago González
En el barrio de Jesús María fueron detenidos dos Brujos – 30 de junio 1919.3
El teniente de la Policía Nacional, al mando de la Sección de Expertos, con varios vigilantes a sus órdenes se personó ayer en la casa número 270, de la calle de Águila, donde sorprendió a varios individuos realizando prácticas de brujería y bailes.
Fueron detenidos Alejandro Ponce de León, y Manuel Aguiar Calvo, vecinos de aquella casa, ocupándose Infinidad de objetos y atributos de brujería. Varios individuos que se encontraban en la casa, al notar la presencia de la policía, se fugaron.
Con el acta levantada, se dió cuenta al señor Juez Correccional de la Sección correspondiente.
Ocupación de objetos de Brujería.4
(Por telégrafo desde Alquízar) Ayer fué practicado un registro en el domicilio de la morena Florencia Villar la Mapullé por una pareja del orden público destacada en el pueblo de San Cristóbal, ocupando en dicho domicilio una colección de santos y multitud de objetos relacionados con la brujería.
Los militares antes mencionados tuvieron noticias de este Templo, cuando efectuaban unas investigaciones de los sucesos últimos que llevaran a cabo en aquel los brujos. Todos los objetos fueren ocupados así como detenida la “Mapullé”.
Porto Carreras. Corresponsal.
Los Brujos ya están en busca de una víctima. Una niña víctima.5
En la mañana de hoy, aun cuando se ha querido guardar reserva en las Oficinas de la Policía Secreta, se ha recibido un importante telegrama en el cual se reclama la presencia en la región oriental, de un experto agente, para investigar la certeza de los rumorea circulantes en la zona de San Luis y Guantánamo, con respecto a la existencia de asociaciones de brujos, que han dispuesto el secuestro y sacrificio de un niño, para curar a un enfermo.
Y precisamente la tentativa del monstruoso crimen se ha registrado ya, por lo que probablemente de hoy a mañana se mandará por el Jefe del citado cuerpo policiaco un subinspector y un agente a realizar investigaciones.
Los Bandos de Brujos
En Sampre y Tiguabos existen perfectamente organizadas, según se sabe, dos sectas de brujos que se disputan entre si la supremacía entro los creyentes y quieren demostrar cuál de los dos tiene mayor ascendiente entre sus parciales y realiza con mayor éxito sus prácticas y sus curaciones pacientes.
Y ambos bandos han establecido el propio sistema para el secuestro de niños, que en bárbara práctica han de sacrificar para con su sangre y vísceras curar, torpe creencia, a los hermanos enfermos.
Para ello han pensado que en el término de San Luis, donde terminan los viajes del tren de Guantánamo y se hace imposible el que un secuestro de niños se entienda realizado por gente de Guantánamo, sea el elegido por aquéllos para el grave delito.
En los informes recibidos se sabe quo en Sampre y en Tiguabos, se reunieron recientemente los cabildos de los partidarios de Emayó y Quetereguá, los que simultánamente para curar, uno a la esposa del jefe del primero, y otro al hermano del segundo jefe del grupo, acordaron el secuestro de un menor, que debía ser sacrificado en el acto, para curar a los enfermos que son víctimas de la terrible peste blanca.
El Intento se lleva a cabo.
Y ayer, precisamente, según el telegrama recibido por el cual se pide el envío de elementos expertos en la investigación, se iba a consumar el grave delito.
En la finca San Rafael, del término de San Luis, se encontraban jugando los menores Antonia y José González, de nueve y siete años de edad, cuando apareció allí un negro desconocido, que quiso apoderarse de la primera, esgrimiendo una navaja barbera y un enorme cuchillo con el cual intentaba a la vez que apoderarse de ella, cercenarle la cabeza.
José, aturdido, loco de miedo, empezó a dar gritos, llamando a sus padres, y ante esto el negro desconocido emprendió veloz carrera, no sin antes haber herido a la niña en la mano izquierda.
Según se afirma, en el despacho telegráfico, se sabe que existe la decisión entre los cabildos de brujos que radican por la zona de Guantánamo, de secuestrar y sacrificar un niño en bárbaras prácticas de brujería y por ello se pide el envío de agentes de la Policía Secreta, que muy bien pudiera ser el activo subinspector señor Juan Suárez, conocedor de aquella zona y celoso cumplidor de sus deberes.
Bibliografía y notas
- “La Brujería en Matanzas”. Diario de la Marina. Año LXXXVII, núm. 181, Edición de la Mañana, 30 de junio 1919, p. 1. ↩︎
- Aparecen inscritos en el registro del Cementerio General de Matanzas en fecha 1ro de julio 1919 como José Guerra Molina de 21 años y Armando Arbelo Romero de 23 años. Fallecidos por herida de proyectil de arma de fuego. ↩︎
- “En el barrio de Jesús María fueron detenidos dos Brujos”. Diario de la Marina. Año LXXXVII, núm. 142, Edición de la Tarde, 30 de junio 1919, p. 7. ↩︎
- “Ocupación de objetos de Brujería”. Diario La Lucha. Año 35, núm. 238, Edición de la Tarde, 1 de septiembre 1919, p. 1. ↩︎
- “Los Brujos ya están en busca de una víctima”. Diario La Lucha. Año XLI, núm. 67, 8 de marzo 1925, p. 12. ↩︎
- Trelles, Carlos M. “La Brujería en Cuba en el Siglo XVII”. Revista Cuba y América. Año XIII, vol. XXX, núm. 4, noviembre 1909, p. 32.
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