Escuela Ricardo de la Torre en Caibarién. Hasta el año 1909, aún no se había organizado en Caibarién ningún centro escolar que pudiese responder debidamente a las atenciones de la enseñanza pública. Sólo había escuelas de tres o cuatro aulas diseminadas por la población, e instaladas en casas estrechas y antihigiénicas.
Pero en esa fecha precisamente, quiso la suerte favorecer a Caibarién de manera muy marcada, con respecto a lo que a la Escuela Pública se refiere. pues hizo que dos hombres, todo iniciativa y todo energías, se interesasen simultáneamente, de manera directa y eficaz por el esencial problema de la enseñanza en esta localidad.
Nos referimos al señor Ricardo de la Torre que en aquel entonces era Superintendente Provincial de Escuelas de Santa Clara, y al señor Domingo Madariaga Penelle, a la sazón Alcalde Municipal de Caibarién.
Estos dos funcionarios, modelo como hombres de gobierno, puestos de acuerdo, vencieron cuantas dificultades hubo que vencer y en menos de tres meses quedó instalado el magnífico plantel que lleva el nombre de Ricardo de la Torre, en honor de aquel celoso Superintendente y que es hoy legítimo orgullo de esa población, por cuanto la enaltece y la honra.
En esta obra colaboró con decidido entusiasmo el señor Francisco Meave que entonces desempeñaba el cargo de Presidente de la Junta de Educación.
La inauguración de la Escuela Ricardo de la Torre, revistió gran importancia, pues el señor Meave se propuso que un acto de tal trascendencia para la cultura del pueblo quedase grabado de manera indeleble en la conciencia de todos.
Al efecto se prepararon suntuosos festejos en los que tomó parte todo el magisterio, y el propio señor Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, doctor Mario García Kohly, acompañado de prestigiosas autoridades y varios congresistas, asistieron a la inauguración con gran complacencia de todos.
El señor Domingo Madariaga Penelle, supo aprovechar estos entusiasmos en obsequio del pueblo, y logró, poco después, tras algunos esfuerzos, que se construyesen dos edificios escolares más, para el resto de las escuelas urbanas, y con gran éxito se organizaron las Escuelas No. 1 y No. 3 formándose así los tres centros escolares en que hoy funcionan las aulas urbanas de la Villa.
La Escuela Ricardo de la Torre consta de ocho aulas, siete de enseñanza común y una de Sloyd.
Antes de ser trasladada al nuevo edificio venía funcionando desde 1902, en la calle de Martí, en el local que hoy ocupa la Zona Fiscal.
Por sus aulas ha desfilado mucho de lo mejor de la actual juventud de Caibarién que hoy se distingue dentro y fuera de la localidad, dando lustre a este pueblo que puede mostrarla orgullosamente en todos los ramos del saber y de la actividad, como competentísimos artesanos, profesionales, comerciantes, empleados, funcionarios y artistas, con gran provecho para la Sociedad y para la Patria.
Entre los maestros que han desempeñado airosamente sus aulas, se encuentran: el Sr. Abelardo Figueroa, actual Director de la Escuela, señores Ricardo Patiño, Federico Pedrosa, Abelardo Herrada, Alberto Ayala, César López, Juan Mayans, señoritas Amalia P. Borroto, Edelmira Parrado, Martha Peña. María Herminia Marcelo, Inés María Herrada y señoras Josefa Álvarez, Narcisa Fernández, María Luisa Rodríguez, Concepción Gavilán, María T. Hernández y Francisca Balmaseda.
Y en la imposibilidad de unir al nombre de los maestros el de los alumnos distinguidos de este plantel en un período de 20 años. ¿Cómo no mencionar siquiera algunos nombres, si la mayoría constituye hoy un factor importantísimo en la buena sociedad de Caibarién?
Y así, sin escoger citaremos a Roberto Urbay, Sergio Urbay, Victoriano Santos, René Patiño, Mariano del Toro. Francisco Guerra, Carlos M. Guerra, Leonardo Esperón, Joaquín Barceló, Faustino Hernández, Antonio Carrodeguas, Enrique Barcelo, Eduardo Francisco y Ceferino Linares, Marcelo Rojas. Armando Varea, Abelardo Rojas, Fernando Guevara, Florindo Alvarez, Vicente Beltrán, Mario Figueroa, José y Jaime Argibay.
Guillermo Manresa, Ernesto y Mariano García. Luis Rojas, Lorenzo Gómez, Cándido Pérez, César Figueroa, Héctor, Germán y Othon Madariaga, Marino Tamayo, Roberto y Rodolfo Madariaga, Octavio y Emilio del Toro, Luis Pérez, Armando y Porfirio Montero, Armando Comas, Rafael Cepeda, Andrés Perera, Antonio Pombal, Juanito Jover, Herófilo Rodríguez, José Carrodeguas, Julio Jover, Francisco López Meave, Mariano Maya, Juan Fernández, Juan Abreu, Florencio Achón, Pedro Pérez y otros que sería prolijo enumerar, y que enaltecen grandemente a Caibarién.
Bibliografía y notas
- “La Escuela Ricardo de la Torre”. Revista El Fígaro. Año XLIII, núms. 5, 6, 7 y 8 de marzo 1926, p. 114.
- De interés Caibarién.
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