Es don Miguel Muñiz un espíritu ágil, simpático y emprendedor. Posee el imán seductor de las almas buenas, de las voluntades firmes, de los caracteres nada vulgares.
Con su gran laboriosidad, esfuerzo perseverante, probidad y competencia, el señor Muñiz ha sabido hacerse de una fortuna cultivando el ramo de ferretería.
Su establecimiento, situado en Martí y Calixto García, goza en Manzanillo y su término, de una popularidad sugestiva y siempre en activo creciente. La razón social Miguel Muñiz y Compañía posee un gran crédito dentro y fuera de la Isla. Esa firma es respetable y conocida en casi todos los bancos.
“La Llave” importa directamente de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y Austria los distintos géneros de ferretería que vende. Ese almacén surte a los pequeños establecimientos costeños y otros del término manzanillense.
Ha podido ser lo que hubiese querido en el orden político, pues tiene amigos, arraigo popular y el magnetismo de los espíritus despiertos. Empero nunca ha permitido que se le designe, se le nomine para nada, ni siquiera para concejal de su pueblo.
Él se ha contentado con emitir su voto al partido o a los candidatos de sus simpatías. Gran admirador de las virtudes y dotes de gobernante de don Tomás, el señor Muñiz venera la sacra memoria del primer presidente cubano. De tendencias conservadora siempre ha ayudado con desinterés y largueza a su patria.
También es el señor Muñiz un padre de familia cariñoso y ejemplar. Domina en su casa por el cariño, el afecto sinceramente profesado. Es el Nabab de su hogar: pródigo en ternuras.
Con la bella y distinguida señora Angela Blanch de Muñiz ha tenido tres hijos: dos varones y una hembra, María Teresa, casada con el Dr. Carlos Vázquez. También se casó su hijo segundo, José, con una hija del extinto benefactor manzanillero don Salvador Fluriach. Sólo está soltero el mayor: Miguel Muñiz Blanch, quien trabaja junto al padre.
Hubo una época que en casa de don Miguel Muñiz y Pla paraban las personas de más distinción, las más notables personalidades de la República que iban o pasaban por Manzanillo.
El Juez, el magistrado, el alto funcionario, en fin, todo cuanto valía y significaba en las esferas oficiales, políticas y sociales, se alojaba en aquel hogar. Eso demuestra las cordiales relaciones, el prestigio, el alto aprecio en que se tiene a este manzanillero.
Bibliografía y Notas
- “Un espíritu emprendedor: Don Miguel Muñiz.” El Fígaro Periódico Artístico y Literario, Año XXXVII, núm. 1, 2 y 3, 1920, p. 30.
- Municipio de Manzanillo
- Personalidades y negocios de Oriente.
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