
Acisclo del Valle y Blanco, distinguido financiero y hombre de negocios, nació el día 17 de noviembre de 1865 en la villa de Arriondas, provincia de Oviedo, Asturias. Fueron sus padres el Sr. Ramón Inocencio del Valle y Marinas y Doña Amalia Blanco y Valdés.
Aprendió las primeras letras en la escuela de su pueblo natal y el bachillerato en el colegio de segunda enseñanza de Cangas de Onís.
Obedeciendo a indicaciones de su tío materno D. Cristóbal, que residía en Cuba desde hacía muchos años, aunque contrariando los deseos de su señora madre, emigró a esta Isla en 1882, cuando sólo tenía diez y siete años de edad.
Estableció su residencia en Cienfuegos y aquí comenzó a sobresalir entre la juventud previsora y activa dedicada al comercio, llegando a merecer al poco tiempo la confianza en la importante casa comercial y bancaria de esta ciudad que giraba bajo la razón social de Castaño, Intriago y Compañía y que fué más tarde la de Nicolás Castaño, mereciendo de éste la más completa confianza, al extremo de ser el jefe y único director de las importaciones y ventas de víveres que se hacían por aquella casa.
No llenando sus aspiraciones las ventajas que le ofrecía la casa donde había trabajado desde joven, en 1902 se ausentó de aquélla para formar la razón social de Suero Balbín y Valle, en la que, libre de trabas y rompiendo los antiguos moldes que confinaban su actividad, desarrolló sus grandes iniciativas financieras y su talento comercial.

Fué Presidente de la Colonia Española, de la sociedad “Cienfuegos Industrial”, que inició y fundó, auxiliándola con la mayor decisión; del “Cienfuegos Yacht Club”, institución que debió su existencia al espíritu progresista y a los sentimientos generosos del Sr. Acisclo del Valle y Blanco, que abrió con una gruesa suma la suscripción necesaria para hacer viable el proyecto de establecer tan útil sociedad deportiva, en los momentos en que estuvo expuesta a fracasar la operación financiera que habría de aportar los recursos para construir el edificio social.
Su actuación fue extraordinaria en el Centro de Propietarios, en la Compañía de Fomento Urbano, en el Club Rotario, en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cienfuegos, en el Club de Cazadores de esta ciudad y en el Comité Local de los Exploradores de Cuba (Boys-Scouts).
En el Club Asturiano y en todas las corporaciones y sociedades a que perteneció y a las cuales dió su concurso personal y económico con el mayor entusiasmo y la más sincera espontaneidad le hicieron merecedor de los mayores elogios y fueron causas legítimas que dieron origen a las simpatías generales de que gozaba este conspicuo financiero y hombre de negocios, a quien Cienfuegos consideró siempre como uno de los elementos más útiles a su engrandecimiento moral y material.
La magnífica mansión que construyó en Punta Gorda, en la que formó un hogar que la virtud y la felicidad habían consagrado como protectoras de una familia generalmente estimada, existirá al través de los años para hacer visibles a los que admiren aquel bello palacio el carácter y los sentimientos del que fué amigo generoso de Cienfuegos y demostró esa amistad en hechos que no pueden ser negados por los envidiosos ni por los avaros, que sólo viven para acumular dinero, insaciables en su sórdida codicia.
Su residencia conocida como Palacio del Valle es un admirable palacete construido bajo la dirección del señor Alfredo Colli, notable ingeniero civil y arquitecto. Como se ve, por el fotograbado, es una feliz combinación del estilo árabe con el gótico italiano y más precisamente con el gótico veneciano.
El vestido interior del edificio es digno de la suntuosidad y elegancia de su fachada, admirándose en sus escaleras y pisos, soberbios mármoles, escogidos y trabajados por los mejores artistas de la casa de José Pennino, de la Habana.
Con este bellísimo edificio se enriqueció de modo singular el progreso urbano de la próspera ciudad de Cienfuegos, dando el señor Acisclo Valle, quien fuera su dueño, una prueba de exquisito buen gusto artístico, cualidad que, por desgracia, no abundaba entre los ricos de Cuba.
Acisclo del Valle y Blanco falleció en Cienfuegos el día 26 de diciembre de 1919, siendo su muerte una sorpresa dolorosa para las que no esperaban este suceso. El acto piadoso de inhumar su cadáver, efectuado al siguiente día, fué una imponente demostración del afecto y de las simpatías de que disfrutaba el finado entre los elementos sociales de Cienfuegos, sin distinción de clases.
Bibliografía y notas
- Rousseau, Pablo L., y Pablo Díaz de Villegas. Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y las fiestas del primer centenario de la fundación de esta ciudad. 1819-1919. Habana: Establecimiento Tipográfico El Siglo XX, 1920.
- “Progresos urbanos de Cienfuegos”. Revista El Fígaro. Año XXXV, núm. 10, 10 de marzo 1918, p. 271.
- Cienfuegos la Perla del Sur de la Isla de Cuba
Acisclo del Valle dice
El articulo es correcto en datos y momentos de su vida, gracias por publicarlo.
Almar dice
Un placer, a usted por su tiempo. Se agregarán datos a medida que se hallen… Saludos!