El mayor atractivo. Café La Dominica de José Álvarez Cuervo en la ciudad de Cárdenas. Lo que es el café Louvre á la Habana, es la Dominica á Cárdenas, tanto como establecimiento escogido para dar gusto al paladar, punto de cita de la Juventud, á diario, y lugar insustituible para dejar transcurrir la noche entre el comentario, la relación animada y llena de color y el se dice que circula por la ciudad y preocupa la opinión.
Precisamente ahora con motivo de la solemnidad de Semana Santa hemos tenido ocasión de convencernos del punto estratégico que La Dominica ocupa, á la vez que de contemplar como ese café atrae al público joven y elegante, que más veces va á ocupar allí un asiento para contemplar á la hermosa mujer que pasa y que levanta en derredor un murmullo de admiración, que á entregarse á las emociones de la hora verde. También la hermosura es un licor que frecuentemente se nos sube á la cabeza.
Por delante de las puertas de La Dominica puede decirse que desfila todos los días el mundo selecto de Cárdenas, en el cual figuran las mujeres más lindas de la población. Cercano á la iglesia mayor, cuantas beldades van á elevar el corazón á Dios por mañana y tarde, arremolinan la juventud masculina en las mesas de La Dominica, esparciendo en torno ese perfume incomparable de la mujer hermosa y elegante que se parece más que nada á las flores.
A todo este atractivo, que ya basta por sí solo para llenar un establecimiento público, es preciso unir la excelencia de los artículos que el café elegante de Cárdenas expende, la cultura de un personal amable é inteligente y el cuidado constante de su propietario el Sr. José Álvarez Cuervo, que enamorado de su hacienda, la cuida con el celo de un verdadero amante.
Hace 47 años que se fundó La Dominica y constantemente sigue atrayendo, desde el día de su fundación, al público cardenense. Este es el mejor elogio de una casa que tiene hondas raíces, crédito propio y bien adquirido, popularidad y afecto en sus favorecedores, á todo lo cual han contribuido, lo mismo sus fundadores, que su sucesor el Sr. José Álvarez Cuervo, que su comanditario el Sr. Francisco Dalmau que con aquél comparte el éxito de una empresa floreciente.
Para el que visite Cárdenas, siempre representará un recuerdo agradabilísimo el momento transcurrido ante una mesa de La Dominica, dando frente á la hermosa plaza que es punto de cita de la juventud y viendo cruzar con la ligereza y gracia que le son características á la bella hija de Cárdenas en cuyos ojos ha puesto Dios la luz misteriosa del encanto y la poesía.
De noche, sobre todo, adquiere aquel animado y alegre paraje de la ciudad un aspecto original y brillantísimo. El alumbrado espléndido del interior arroja sobre el trozo de calle un torrente de luz, sobre cuyo foco luminoso cruzan los paseantes que se dirigen á la plaza, las mujeres hermosas lanzando sobre la sala de La Dominica una mirada de curiosidad.
¡Cuántas cosas pudieran adivinarse en esas miradas! ¡Cuántas preguntas palpitan en ellas ! Allí dentro, en aquel chocar de copas y en aquel rumor de enjambre, muévense corazones unidos á la mujer que pasa… Tal vez es una esperanza, tal vez un desengaño, unas veces la pasión busca el objeto de sus sonrisas, otras recibe su justa correspondencia en el brillo de unos ojos.
Para la muchedumbre indiferente, La Dominica es un establecimiento más en la masa de brillantes tiendas de la ciudad mercantil: para el observador, La Dominica es el corazón de la ciudad que palpita visiblemente y por cuyas pulsaciones puede apreciarse con facilidad su estado espiritual.
Cuando los días sin sol y las noches oscuras, La Dominica no recibía en sus salones el público que hoy los llena. La guerra dispersa, no reúne. Pero ahora, en los alegres días de la paz, cuando se abre el corazón á la esperanza, en La Dominica están, podemos decirlo, todos los cardenenses ayer dispersos, á quienes reúne allí el deseo de comunicarse tantas impresiones como aporta el que llega sediento de abrir el alma á las expansiones legítimas de la existencia.
Dollero en Cultura Cubana La Provincia de Matanzas (1919)
…La primera vez había (Narciso López) ocupado Cárdenas con 612 hombres, de los que solamente algunos eran cubanos (19 de Mayo de 1850). En aquel entonces López, después de haber batido los españoles, plantó la bandera cubana en el Palacio de Gobierno, situado en el edificio ocupado hoy por el Café La Dominica.
Gaceta Oficial Julio 15 de 1963
12239. Junio 20 de 1963. Designar a Evelio Rodríguez Puentes. Administrador de la Unidad Hotel La Dominica, sita en calle Céspedes, sin número, Cárdenas, Matanzas, adscripta a la Empresa Consolidada de Hoteles y Moteles.
Bibliografía y notas
- “El mayor atractivo. Café La Dominica”. El Fígaro Periódico Artístico y Literario. Año 16, núm. 16, 17 y 18, 1900, p. 193.
- Gaceta Oficial de la República de Cuba. Año LXI, Tomo Quincenal XIII, núm. 134, Julio 15 de 1963. p. 7032. [En línea]
- Cárdenas segunda mitad del siglo XIX.
- Personalidades y negocios de Cárdenas.
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