San Juan de Dios de Cárdenas: Período 1901 – 1950. El séptimo Congreso Nacional de Beneficencia y Corrección se celebró en Cárdenas en el año de 1908. Su presidencia ejecutiva estuvo a cargo del Dr. Alfredo Zayas quien fuera desde mayo de 1921 el cuarto presidente de la república de Cuba.
Se desempeña en la alcaldía desde 1917 hasta 1921 Pedro E. Medina realizando durante su ejercicio diferentes obras de interés público entre ellas la inauguración del edificio del Museo “Oscar Rojas” y la pavimentación de algunas calles.
En las elecciones de 1921 fue electo alcalde el doctor José Verdeja quien contribuyó con su noble esfuerzo al mejoramiento del fomento urbano. En toda lid electoral por la alcaldía de Cárdenas triunfó siempre hasta el año de 1921 el Partido Conservador.
En la justa del año 1923 la fuerte personalidad del candidato por el Partido Liberal Sr. Carlos de la Rosa cambia de modo radical la suerte de los conservadores siendo electo alcalde de Cárdenas con un significativo margen.
Carlos De La Rosa labora sin descanso, mejora dependencias municipales, reorganiza servicios y acomete el arreglo de algunas calles.
Son reparados varios edificios públicos contándose entre ellos el que ocupaba la Jefatura de Policía, el Cuartel de Bomberos, el antiguo Asilo de Ancianos la escuela Casanova y la Casa Consistorial.
Fue erigida entonces en el Parque de “La Libertad” hoy Martí una estatua de mármol al esclarecido apóstol.
Postulado Carlos de la Rosa para vice-presidente de la república es electo para el cargo en las elecciones del primero de noviembre de 1924 junto al presidente Gral. Gerardo Machado.
Le sucedió en la alcaldía Ismael Quintero Hernández quien desempeñó el cargo desde el 14 de mayo de 1924 al 16 de agosto de 1926.
De esta última fecha al 24 de febrero de 1927 ocupó la alcaldía el señor Publio Teurbe Tolón Valdés quien arregló varias calles y construyó algunas aceras.
Desde el 24 de febrero de 1927 al 12 de agosto de 1932 y del 24 de febrero de 1933 al 12 de agosto del mismo año ocupó en esas dos ocasiones la alcaldía el señor Humberto Villa Carrerá.
El 13 de agosto de 1933 comienza la serie de alcaldes de facto que hasta el año 1936 dirigen los destinos del municipio de Cárdenas. Desfilan por la alcaldía en ese período convulso los señores Dr. Luis Felipe Pascual, teniente veterinario del E. C. Dr. Luis González Barquín, capitán Benito Roque, el conocido periodista Julio Gounard y Agustín González.
El primero de septiembre de 1933 fue azotada severamente la ciudad de Cárdenas por un ciclón el cual produjo un violento ras de mar asociado a su terrífica y demoledora acción. Fueron sesgadas muchas vidas produciéndose incalculables estragos a la propiedad. Aproximadamente se calcularon las pérdidas en ocho o nueve millones.
Al día siguiente de la catástrofe la ciudad recibió la visita del presidente de la república Dr. Carlos Manuel de Céspedes. Se hizo un recorrido por los lugares afectados para conocer los daños ocasionados y determinar la ayuda necesaria.
Ofreció a nombre del gobierno tres millones de pesos para la reconstrucción de la ciudad, ayudar a los damnificados y acometer las obras de orden sanitario que fuesen necesarias. Los acontecimientos del 4 de septiembre de 1933 dieron al traste con la permanencia del Dr. Céspedes en el poder e imposibilitaron que tan generoso y justo ofrecimiento se cumpliera.
El 25 de mayo de 1936 en virtud de elecciones populares toma posesión de la alcaldía Adolfo Hernández Escalada quien desempeñó el cargo hasta el 25 de mayo de 1940 fecha en la cual una ley dispuso que los secretarios de las administraciones municipales sustituyesen durante el período electoral que se iniciaba a los alcaldes.
En cumplimiento de la citada ley ocupa la alcaldía el señor Rafael García González hasta el 31 de octubre de 1940 al tomar posesión el Dr. Enrique Sáez Diez Argüelles electo en las elecciones generales de 1940.
Así se describía la ciudad de Cárdenas principiando la década de 1940
Entre sus principales edificaciones y construcciones nos es dado citar la Casa del Ayuntamiento, cuya avenida de acceso luce engalanada con la estatua en mármol del ilustre patricio Estrada Palma flanqueada por los primorosos jardines de la bella plaza que pone en el espíritu una nota de confianza y de alegría a cuantos se encaminan a la casa del pueblo, el parque Narciso López, el parque Colón frente a la parroquia principal, el Mausoleo a los Mártires de la Independencia.
La avenida Carlos Manuel de Céspedes elegante e importante arteria de la ciudad, el edificio del Mercado, el Asilo de Ancianos, el edificio del moderno Teatro Arechavala, el edificio de la estación de los Ferrocarriles Unidos, la bella y suntuosa residencia particular del señor Arechavala, la que fue residencia particular del señor Parquet ocupada actualmente por una Logia Masónica.
El edificio de la Aduana, el Espigón de la Terminal Marítima de Cárdenas, la Iglesia Parroquial Católica, el templo Presbiteriano, el Templo Metodista Episcopal, la Iglesia Católica de los Trinitarios, el edificio del Cuerpo de Bomberos, la estatua a Colón, el edificio del Casino Español, los edificios de la Quinta de Salud de la Colonia Española.
El edificio del Museo-Biblioteca “Oscar Rojas”, la clínica Dental del Dr. Verdeja, el edificio del Colegio “La Progresiva”, el edificio de la Fábrica de Jarcia, el edificio de la Planta Eléctrica, El Gran Palacio, el edificio del Colegio “San José” y el edificio del Colegio de los Hermanos Maristas “Champagnat”.
Cárdenas fue una ciudad febril por excelencia. Poseía en 1941 dos grandes talleres de maquinarias y fundición, dos grandes refinerías de azúcar consideradas como las más importantes de Cuba, la primera planta eléctrica instalada en la república y la segunda en capacidad estimándose con justicia que era la ciudad de Cárdenas la mejor alumbrada de la Isla.
Dos tenerías de primer orden, varias fábricas de cal destacándose entre ellas la importantísima Calera Larrauri, considerables extensiones de terrenos aledaños a la ciudad sembrados de henequén cuyas pencas eran molidas por tres fábricas inmensas, muchos y grandes alambiques destacándose entre ellos la Casa Arechavala, una fábrica de navajas de afeitar y las maquinarias de descascarar arroz de la viuda de Garriga y Cía., además de otras industrias.
Enlaces:
- Cárdenas: Primera mitad del siglo XIX
- Cárdenas: Segunda mitad del siglo XIX
- Cárdenas: Primera mitad del siglo XX
- Cárdenas: Segunda mitad del siglo XX
- Personalidades y negocios de Cárdenas.
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