El Central Tinguaro estuvo situado en el barrio de Perico, en las haciendas Artemisal y Laguna Grande, junto al paradero de Tinguaro del ferrocarril de Cárdenas. Francisco Diago comenzó su fomento en 1839 e hizo su primera molienda en el año de 1841, promediando su producción en años sucesivos entre 7 y 8,000 cajas de azúcar.
En el año de 1899 fué adquirido por The Cuban-American Sugar Company cuyo Presidente era Mr. R. B. Hawley. La primera zafra que hizo la Compañía fue la de 1900-1901, habiendo molido 3.502,640 arrobas y envasado 25,313 sacos de azúcar. La segunda zafra ya fué de 87,614 sacos, siguiendo en aumento hasta la de 1918-1919, en la cual envasó 271,777 sacos, siendo ésta una de sus mayores zafras. En 1893 Carlos la Rosa domiciliado en Cárdenas aparece como su propietario.
Cerca de 1913 se conocía a la compañía americana que lo administraba como la The Tinguaro Sugar Co., poseyendo 655 caballerías de tierra de las tres clases corrientes; 122 sembradas de caña por administración, 49 de colonos de la finca y 484 destinadas a potreros y tierras cansadas por la caña.
Sus 124 colonos cubanos y 22 extranjeros cultivaban 330 caballerías independientes y las 49 de colonos de la finca, unidas estas a las 122 de administración hacían un total de 501 caballerías de caña molida en este ingenio. Ese mismo año el peso de la caña molida alcanzó las 26.344,725 arrobas con un promedio aproximado por caballería de 52,584 arrobas.
Sus vías anchas se extendían por 43 kilómetros rodando sobre ellas 122 fragatas y 5 locomotoras que consumían 906 toneladas de carbón. Disponía de un transbordador y una desmenuzadora, seguida de un juego de cuatro trapiches. La defecación era continua Deming, el evaporador de cuádruple efecto de 20,000 pies de superficie calórica, los 5 tachos de punto sistema Joseph Oates. Completaban su maquinaria 18 cristalizadores cerrados y 20 centrífugas sistema Watson, batería de calderas con 3600 caballos compuesta de 8 multitubulares y 3 clímax en 11 hornos.
En su laboratorio laboraban 4 químicos americanos que ayudaban a la producción, elevada esta en 1913 a 215,520 sacos de azúcar de guarapo y 651 sacos de azúcar de miel, haciendo un total de 216,171 sacos de 320 libras. El rendimiento de trapiche fue de 75.97%, la pureza de los jugos 86.53% y la riqueza de la caña 16.26% haciendo un rendimiento total de 11.35% de azúcar. En 1914 el total de sacos de azúcar fue de 194,459 de 325 libras con un rendimiento total de 11,74%.
El primer Administrador que tuvo la Compañía fué Mr. Patten, siguiéndole Mr. J. W. Caldwell, quien lo administró durante 35 años. A Mr. Caldwell siguió en la Administración el señor Virgilio Costa Rasco, quien desempeñaba hacia 1942 tan responsable y elevado cargo. Mr. David M. Keiser era el Presidente de la The Cuban American Sugar Company durante el mismo período en que administraba el Sr. Costa Rasco.
Una de las mayores moliendas hechas en este Central, en 24 horas, fue la de 280,196 arrobas de caña, en Febrero 15 de 1938. El mayor número de sacos de 325 libras de azúcar envasados en 24 horas, fue de 2,808 en Febrero 12 de 1937. El mayor rendimiento de azúcar por 100 arrobas de caña molidas alcanzó un 13.14 por ciento, en la zafra de 1935.
La cuota en sacos para la zafra de 1941, basado en una zafra de 2.000. 000 de toneladas, contaba 82.489 sacos, envasados en cuarenta días. El estimado de cañas existentes vinculado al Tinguaro era de 19.250,000 arrobas.
La organización comenzando la década de 1940, en personal ejecutivo, era la siguiente:
- Superintendente de Agricultura, Godofredo Peterssen;
- Jefe de Oficinas, J. A. Casablanca;
- Maestro Maquinista, Luis Sánchez;
- Jefe Fabricación Encargado, Pedro Pablo Triana;
- Jefe Químico, Pedro Alcebo;
- Jefe de Locomotoras, Antonio Díaz;
- Maestro Carpintero, Pablo Gornaguera;
- Superintendente de Batey, Carlos Bernal;
- Administrador Zona Isabel, Melchor Rodríguez;
- Administrador Zona Nueva Luisa, José Asso.
El treinta de abril de 1943 el embajador norteamericano Braden informaba al Secretario de Estado que Mr. David M. Keiser quien era Presidente de la Cuban American Sugar Company negociaba la venta del Tinguaro a la Compañía Azucarera Atlántica del Golfo, aludiendo que de los últimos veinte años diecinueve habían concluido en pérdidas.
Ese mismo año, aproximadamente a las cuatro de la madrugada del veinte de enero se declaró un incendio de tales proporciones que solo sobrevivieron a este los locales de empaque y centrífugas. Las estimaciones de las pérdidas debidas al fuego llegaron al millón y medio de pesos, cifra que no correspondía a otras publicadas por el El Mundo, periódico que avanzaba la cifra de 150,000 pesos.
Paralizada la producción y no llevándose a cabo las reparaciones necesarias el gobierno cubano decidió nacionalizar el central. Principiando febrero de 1943 el presidente Fulgencio Batista Zaldívar ordenó a su Primer Ministro intervenir inmediatamente el Central.
El 15 de febrero se reunieron el Primer Ministro Ramón Zaydín y Márquez Sterling , el embajador americano Spruille Braden, el Ministro de la presidencia López Castro, Mr. Kaiser y el abogado Dr. Arturo M. Mañas, pidiendo el Primer Ministro la inmediata reconstrucción del Central so pena de validar el decreto de intervención.
Kaiser no quiso comprometerse en espera del cobro del seguro incendio y propuso moler su caña en los centrales vecinos además de subrayar que el negocio había acumulado pérdidas por diecinueve años.
Finalmente la compañía americana decidió no reconstruir el Tinguaro y en septiembre 24 se hizo la confiscación efectiva publicándose de manera oficial el Decreto 2716. Se debe de recalcar que la Segunda Guerra Mundial se encontraba en pleno desarrollo y el gobierno cubano hacía frente a dificultades sociales y problemas políticos.
La controversia continuó hasta 1944, cuando en enero y febrero se hicieron difíciles las negociaciones para la compra por parte de los Estados Unidos del alcohol y las mélasas cubanas. En febrero de 1944 se vendió el Central Tinguaro a un grupo de inversores cubanos lidereados por Julio Lobo. El control del gobierno sobre el Central cesó por el Decreto 598 publicado en la Gaceta Oficial 141, de marzo 15, 1944.
Con el advenimiento del nuevo gobierno en 1959 el Instituto Nacional de Reforma Agraria dictó numerosas resoluciones, disponiendo la nacionalización de numerosas empresas privadas por expropiación forzada, por Ley 890 de 13 de octubre de 1960.
Para el 27 de diciembre de ese mismo año se dictaban resoluciones en las que se mencionaban las empresas expropiadas, la Resolución 644 (pág. 275) decía así:
Subsidiaria de las empresas Central Araujo, S. A.; Central Cape Cruz, S. A.; Central El Pilar S. A.; Central Escambray S. A.; Central La Francia S. A.; Central Niquero S. A.; Central Perseverancia S. A.; Central San Cristóbal S. A.; Central Tinguaro S. A.; Compañía Azucarera Gómez Mena, Compañía Azucarera Tánamo de Cuba, Hershey Corporation, Rosario Sugar Company: Galbán Lobo Trading Company S. A.
El Tinguaro nacionalizado se convirtió en el Central Sergio González hasta que fue desmantelado a partir del 2002 durante el proceso de reordenamiento llamado Tarea Álvaro Reynoso.
Referencias bibliográficas y notas
- Portfolio Azucarero, Industria Azucarera de Cuba 1912 a 1914. Habana: La Moderna Poesía. p. 70
- Foreign Relations of the United States, Diplomatic Papers 1943. Vol. 6 The American Republics. (Washington: Government Printing Office, 1965) pp. 198-215 [pdf]
- Matanzas Contemporánea, Guía Provincial , Editorial Panamericano S.A., 1942.
- Revista Bohemia. Junio 2, 1957. p. 82
- Prince, J. C. Cuba Illustrated with the Biography and Portrait of Christopher Columbus, Containing Also General Information Relating to Havana, Matanzas, Cienfuegos, and the Island of Cuba. New York: Thompson, 1893. p. 172.
- Cantero, J. G., & Laplante E. (1857) Ingenio Tinguaro propiedad del Sr. D. Francisco Diago en Los ingenios: colección de vistas de los principles ingenios de azúcar de la isla de Cuba. Habana: Litografía de Luis Marquier.
- Ministerio de Agricultura. El Caso del Central Tinguaro. Habana: Editorial Luz-Hilo, 1943.
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