

Manantiales y curaciones milagrosas en San Miguel de los Baños
Se cuenta que durante la primera mitad del siglo XIX estando la provincia de Matanzas en pleno auge azucarero vivía en uno de los ingenios de la jurisdicción de Limonar un esclavo llamado Miguel.
La dureza de la vida en los cortes de caña y las jornadas de incontables horas salpicadas por el chasquido de los látigos sobre la piel habían desgastado su salud. Afectado por una grave enfermedad de las vías digestivas y ulcerada además una de sus piernas desapareció una mañana de la dotación.
La desaparición de un esclavo enfermo era un hecho corriente en aquella época, incapaces de encontrar alivio a sus padecimientos muchos de ellos buscaban en el suicidio la libertad y el fin de todas sus miserias terrenales.
Pensaron que el negro Miguel había terminado con sus sufrimientos lanzándose en alguno de los numerosos precipicios de las serranías cercanas.
Apagado su nombre por el cotidiano chirrido de los trapiches moliendo las cañas no se había vuelto a hablar de Miguel por un tiempo, solo lo recordaban sus compañeros de infortunio en el barracón. Hasta que un día apareció milagrosamente curado ¿De qué forma lo había logrado?
No lejos del ingenio había encontrado refugio en una cueva llamada hoy La Cueva del Negro. Situada estaba esta a poca distancia de unos manantiales de los cuales decía él habíanle sanado.
Bebiendo el agua sulfurosa del manantial “La Salud” logró vencer sus dolencias digestivas y cubriendo las úlceras de sus piernas con el fango del llamado “El Tigre” las hizo desaparecer.
Desde ese momento al valle de San Miguel y a los manantiales comenzaron a afluir los que informados de tales milagros lograban llegar hasta aquel maravilloso rincón para disfrutar de la bendición natural y las medicinales aguas que habían curado al negro Miguel.
Notas:
- Versión escrita por: A. Martínez Julio/2013
- Cuba: Historias y Leyendas Maravillosas.
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