

La inauguración del Palacio de Justicia de Matanzas el día 30 de agosto 1911 fué causa de que afluyeran á esta ciudad caracterizados elementos sociales. La ciudad rebozaba de entusiasmo y los edificios públicos vestían sus hermosas galanuras patrióticas; los consulados y sociedades desplegaron sus banderas. Un día fresco , lleno de luz clarísima , teniendo por techumbre un cielo azul y transparente.
El Palacio destinado á la Audiencia, Juzgados de Instrucción, Primera Instancia, Correccional y Municipal es una construcción sólida, hermosa, amplia y ventilada. Severamente se levanta frente al gran teatro Sauto y ambos edificios dan realce á la ciudad de los dos ríos.
A la diez y media de la mañana llegó al nuevo local el Sr. Secretario de Justicia, que fué acompañado desde los portales hasta la sala principal por las Autoridades Judiciales, Civiles y Municipales y otras honorables personas de Matanzas.
De este departamento pasó la comitiva á la azotea donde el Sr. Secretario, al son de las bellas armonías del himno de nuestra Patria, izó la bandera de la estrella solitaria.
Terminado el acto anterior pasóse al departamento de la Audiencia, donde el Sr. Arocha, Presidente de ésta tomó la palabra y expresó que todos los funcionarios del Poder Judicial de la Provincia sabrían cumplir con el deber, el orden y la justicia.
Cerca de las doce terminó el acto de la inauguración. La ciudad de Matanzas quiso obsequiar al Sr. Secretario de Justicia con un espléndido banquete en el Teatro Sauto. Y en verdad que merecen lisonjas los encargados de organizarlo, por el acierto y cuidado con que procedieron para que alcanzara la brillantez que todos admiramos.
A las ocho y media de la noche ofrecía el interior del Coliseo un espectáculo hermosísimo: Iluminado por cientos de foquitos incandescentes; adornado profusamente con verdes ramajes y flores de múltiples colores; los treinta y ocho palcos estaban ocupados por selectas familias; un airecillo sutil y fresco sentíase por todas partes, gracias á los preciosos abanicos que las bellas señoritas agitaban sin cesar.
A las diez los comensales, que en extensa mesa disfrutaban de exquisitos manjares, concluyeron su cometido.
El Dr. Lecuona, Gobernador de la Provincia, indicó al Sr. Penichet que tenía la palabra. Al dejar su asiento este orador eximio la concurrencia le aplaudió larga y frenéticamente, aplausos que él recogió con afecto mostrando en su semblante y con ligera inclinación de cabeza su sentido agradecimiento.
Expresó con soberana elocuencia los agradables sentimientos que habían producido en los matanceros la visita del Sr. Secretario y sus acompañantes y el éxito feliz de la fabricación del Palacio de Justicia.
Mencionó los sólidos cimientos de la Vieja Aduana, que han servido de base al magnífico edificio inaugurado.


Este recuerdo le sugiere la idea de recomendar que la República debe cimentarse por el principio de autoridad, que es el principio paterno, exigente de la reverencia y el amor al padre aunque éste proceda con error.
Dijo que Matanzas inspirándose en ese principio é impulsada por su patriotismo acendrado obsequiaba al Delegado del General Gómez, Principio de Autoridad. Que el carácter es cualidad que engendra y clava en el hombre el principio recomendado y que el Sr. Barraqué fué llevado al alto puesto que dignamente ocupa por razón de poseer esa cualidad.
Dirígese á la juventud diciéndole que por encima de la riqueza, de la espada relampagueante de la cátedra y la tribuna está el carácter del buen ciudadano que desinteresadamente defiende á su patria.
En fin, ¡Cuántos símbolos preciosos produjo en esa noche la vivísima y fecunda imaginación del Sr. Penichet!
Al concluir arrebató de la concurrencia una salve de merecidos aplausos.
El Dr. Barraqué cerró la fiesta con un discurso que fué una filigrana de ideas brillantísimas, expresadas con sencillez y elocuencia. Llamó al Sr. Penichet gloria del foro cubano y dedicándole frases encomiásticas á Matanzas, sus autoridades y sus mujeres.
Bibliografía y notas
- Exiguo. “Inauguración del Palacio de Justicia de Matanzas.” Revista Juventud. Año II, núm. 51, 9 de septiembre 1911, p. 5.
- Personalidades y negocios de Matanzas.
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