José Tomás Ventosa apuntes para su biografía por José Augusto Escoto. Tan olvidado está el personaje cuya vida vamos á ilustrar que el más diligente biógrafo cubano, D. Francisco Calcagno, no muchos años después de la muerte de aquel, la traza en los rasgos siguientes.
“Ventosa (José Tomas) —Catalán que en Matanzas, donde desempeñó varios empleos públicos, hizo notables servicios en el ramo de instrucción pública.”1
Estas cortas noticias han de ampliarse con los datos que siguen.
Nació tan notable filántropo en Villanueva y Geltrú,2 provincia de Barcelona,3 sin que haya podido averiguar con exactitud el año, que presumo fuese de los últimos del siglo XVIII á primeros del siguiente.
La fecha de su salida del pueblo natal la declara el mismo, cuando dijo en Julio de 1851, que hacía 38 años estaba ausente de aquel,4 es decir tuvo lugar en 1813.
Como dice un documento copiado más adelante: llegó á “esta ciudad desde sus más tiernos años”.5 Formada en Matanzas desde principios de la pasada centuria una colonia catalana,6 en cuyas manos estaba casi todo el comercio de la ciudad, pudo llegar el joven Ventosa á ella, recomendado á un comprovinciano ó al lado de algún pariente,7 como generalmente ocurre á los españoles que en busca de fortuna vienen á América.
En 1822 figuraba en la Milicia nacional local, con el grado de sargento.8
En 1828 aparece bajo la razón social de Ventosa y Compañía, establecido en el giro de ropas9 y en 1837 todavía continuaba en el comercio, con la firma de Ventosa Hermano.10
Adquirido por este medio un buen caudal, se retiró de esta clase de negocios dedicándose á la vida pública, donde su civismo encontró ancho campo en que manifestarse.
Ventosa tuvo ejemplo que imitar en dos comvincianos suyos, cuyos nombres también figuran en la historia de Matanzas. En su decidida predilección por esta ciudad y como uno de los hombres públicos que más han contribuido a su adelanto en todos sentidos, le precedió D. Tomás Gener y Buigas (1787–1835). Y por sus sentimientos filantrópicos D. Estéban Badía y Congés11 (1768-1868), quien en su testamento dejó nueve mil pesos, para la construcción de un hospital que se proyectaba en la ciudad.
Con fecha 19 de Octubre de 1837 presentó al Ayuntamiento una instancia, para levantar frente al Mercado de la ciudad un edificio que sirviera de Pescadería, cuyo “proyecto lo realizará el esponente á su costa en beneficio del público y del Municipio” añadiendo que “la civilización y cultura de este pueblo secundando á la de la capital demanda un edificio de esta clase”.12
En los trabajos de terraplenar la ciénaga donde había de levantarse aquel, gastó Ventosa primeramente nueve mil pesos13 y como él dice, “aquellos se interrumpieron por mi viaje á la Península; pero luego que regresé dí principio á la obra”14 hasta dejarla terminada, inaugurándose en 1o de Febrero de 1847.15 Había invertidos “en su empresa de las casillas”, “más de setenta mil pesos”.16
La importancia, valor y utilidad de aquella obra lo dice el párrafo siguiente.
“¿Y qué diremos del edificio que el Sr. don José Tomás Ventosa ha hecho construir en la plaza del Mercado? Demás está cualquier esfuerzo que hagamos por recomendarlo al público, cuando este sabe distinguir á primera vista lo bueno de lo malo, lo útil de lo inútil.
Este espacioso edificio á su bella forma añade las particularidades de ser muy ventilado y de no haber economizado su dueño nada para darle vista y elegancia: sus mesas de mármol blanco, sus columnas de hierro y todos los objetos, que lo componen se hallan tan bien distribuidas, que dejan mucho que desear. Si, dejan mucho que desear, y es: que desaparezcan de aquella plaza las feas casillas de madera que la circundan por E., N, y O. etc.”17
En 1839 empezó á figurar en la Diputación Patriótica de Matanzas. En Marzo de este año, con motivo de proceder dicho cuerpo á “la formación del censo de la población etc.,” entre los individuos que nombró para llevar á cabo este trabajo, uno de ellos fué el “Sr. D. José Tomás Ventosa.”18
En la Guía de forasteros de la isla de Cuba de los años 1841 y 1842, figura Ventosa como socio de dicha Diputación y por ellas se sabe que entonces estaba ausente de Matanzas.19
En efecto, de 1840 á 1844, por estas y otras referencias de documentos que se copian en el presente trabajo; tuvo lugar su primer viaje á España.
En 1845 fué elegido para desempeñar el cargo de Alcalde de la ciudad.20 Los méritos contraídos por Ventosa para llegar á tan distinguido puesto se dicen en el siguiente artículo.
—También queremos consignar una espresion en obsequio de D. José Tomás Ventosa, ya que nuestra escasa y reducida fortuna no nos permite imitar sus rasgos jenerosos, hijos de un noble y franco corazón.
—Esta ciudad desde sus más tiernos años le adoptó á su sombra: ha recompensado cuanto pudiera desear sus laboriosos afanes en el giro comercial, y él en ley de gratitud corresponde como buen hijo. A una indicacion del Gobierno se mostró agradecido supliendo de su bolsillo todos los costos que importó la pescadería, único edificio que ecsiste en la Plaza del Mercado.
—Deseoso de leer y aprender en el gran libro lo más selecto de la culta Europa que le habló solamente con el estilo de la novedad, renovó en su patria nativa los recuerdos de la infancia, y aunque le causaron agradables sensaciones que hicieron latir de placer su corazon, todos sus encantos fueron para la fértil Isla de Cuba, todas sus ilusiones para su siempre predilecta Matanzas, en la que á poco de haber regresado ya le bendecía la horfandad por ser obra suya la adquisicion de una casa para el colejio destinado á cultivar el débil plantel de las niñas pobres, con el laudable objeto de hacerlas el ornato de la sociedad y buenas madres de familia, arrancándolas de la miseria y tal vez de la deshonra.
—En el terreno cenagoso que cedió á Ventosa el M. l. A. en justa retribucion de la pescadería no ha dudado emprender una obra que le costará más de 30,000 pesos. Consiste en un gran número de casillas que fabrica al Sur de la Plaza del Mercado, abandonada en todos conceptos, dando con ella un ejemplar modelo á fin de que desaparezcan las que las rodean, de madera, inseguras y espuestas de contínuo á ser pasto de las llamas.
—Al S. O. de dicha plaza se observa una atalaya feudal que por todos sus ángulos presenta una vista desagradable. El Ayuntamiento por ese motivo y por ser pernicioso á la poblacion ese establecimiento de tenería en virtud de coadyuvar á la fácil y pronta corrupcion de los artículos y efectos que sirven para nuestro diario alimento, acordó lo conveniente á su destruccion, y Ventosa no solo se presentó á secundar su propósito, usando de la accion popular que concede la ley en tales negocios, sino que ocurre al Municipio á ofrecerle que costearía cuanto fuere preciso para el logro del fin.
—Pero esto no es solo lo que hiciera Ventosa. Referimos únicamente lo público, pues sus rasgos privados de beneficencia no podemos ni debemos espresarlos. Son muchos los que usara despues del horroroso huracán de los días 4 y 5 (de Octubre de 1844) y no contento con ellos, no bien le hace una insinuación el Sr. Alcalde segundo D. José E. Hernández, cuando se suscribe en su lista con 306 pesos para contribuir más que ningún otro de los vecinos de esta ciudad al socorro de los infelices que sufrieron en aquellos dias.
—Hechos tan notables demuestran las buenas prendas que adornan á Ventosa y que de un hombre como él deben esperarse muchas cosas favorables á la poblacion en que vive, tiene sus intereses y simpatías. Creemos que nuestras esperanzas no serán fallidas y le damos las gracias á nombre de Matanzas por sus beneficios y la enhorabuena por los recomendables sentimientos que posee. Así deben ser los hombres de capital, como Ventosa; ojalá que tenga muchas imitadores. —Varios vecinos.21
Su gestión en la Alcaldía esta vez, no pudo señalarse por hecho notable alguno, dado sus iniciativas para el fomento de establecimientos de utilidad a la población; pues solo ocupó aquel puesto la mitad del tiempo reglamentario.
Con motivo del incendio ocurrido en 26 de Junio de 1845 en el barrio de la Marina que destruyó completamente; en el cabildo celebrado al día siguiente, el Ayuntamiento tomó la defensa del pueblo, de “las tropelías que sufrieron los vecinos por la tropa y soldadesca en los momentos de la mayor angustia, que aumentaron sin duda la consternación del vecindario.”22
Estas frases elevadas en queja al Capitán general y pasado el asunto á la Audiencia de la Habana, fueron juzgadas con carácter político, informando en este sentido á la primera autoridad, la cual en oficio de 21 de Julio de 1845 , dispuso “queden en suspenso por el término de seis meses á contar desde la fecha los SS. D. José Tomás Ventosa Alcalde primero y Regidores etc.”23
Su nombre está unido en estos años á toda obra benéfica llevada á cabo en la población. Y á propósito del documento anterior, respecto á los desgraciados que sufrieron con motivo del huracán que castigó á Matanzas, le dedicó un periódico el siguiente suelto.
“Rasgo de Beneficencia. —Con el más indecible placer hemos sabido que el Sr. D. José Tomás Ventosa se ha suscrito para auxiliar á los desvalidos del temporal sufrido en esta ciudad en los días 4 y 5 del corriente, (Octubre de 1844), con la suma de 306 pesos. Hechos como el presente, que no nos son estraños en el Sr. Ventosa, no deben quedar en el silencio; y á pesar de que se publicará la lista en que resalta este rasgo filantrópico, no hemos vacilado en anticiparnos á ponerlo en conocimiento del público.
La niñez desvalida y los pobres de Matanzas pueden congratularse de tener un padre en el Sr. Ventosa. Sus bendiciones serán el pago de tanta jenerosidad y desinterés: reciba el Sr. Ventosa esta espresion de gratitud, que rebosando del más puro entusiasmo damos á sus virtudes en nombre de los menesterosos á quienes van destinados los beneficios de este ilustrado vecino. —Los Editores.”24
En la relación de los donativos á favor del Hospital de Mujeres abierto en Matanzas en el año de 1846 figura “Don José Tomás Ventosa” con la cantidad de “ciento dos pesos”.25
Otro rasgo de generosidad que da idea del apoyo por él prestado á la cultura intelectual de la ciudad fué, dar protección á publicaciones literarias,26 por cuyo motivo su nombre patrocina alguna de aquellas.27
Entre las personas cultas y de prestigio, elegidas por la Comisión local de Instrucción Pública para presidir los exámenes que tenían lugar á fin de año en las escuelas y colegios de la ciudad, una de ellas era generalmente D. José Tomás Ventosa.28
Uno de los primeros asuntos tratados en la Diputación que la Sociedad Patriótica de la Habana, estableció en Matanzas el año de 1827, fué la creación de una Casa de Beneficencia. En la sesión celebrada por dicho cuerpo en 5 de Diciembre de 1828, el socio D. José María Casal presentó el proyecto de aquella obra.29
Convencido éste de la bondad de su idea, en ella insistió haciéndola por entonces ganar partidarios, hasta que D. Antonio García Oña, gobernador de la ciudad, tomándola por suya le dió el primer impulso, con el establecimiento en 1840 de la Escuela gratuita de Niñas pobres que había de servirle de base.
“Cuando el año pasado de 1841 [sic], el dignísimo Sr. presidente de la diputación patriótica Brigadier D. Antonio García Oña propuso la instalación de un colegio de niñas pobres, á la par trabajaba la Sección de educación por levantar este asilo de beneficencia que ya reclamaba la culta Matanzas; pero causas que no son del momento referir frustraron planes tan bien concebidos.
Dos años después (marzo de 43) el presidente entonces de esta sección Ldo. D. José María Casal presentó al cuerpo económico una moción proponiendo que se formase una comisión permanente de los individuos que indicaba con el laudable fin de reunir fondos para llevar á cabo el proyectado colegio de niñas pobres: este ilustrado patricio creyendo “que todo cuanto nos falta al nacer, y cuanto necesitamos siendo adultos se lo debemos á la educación”, ha trabajado con un grandísimo celo y desprendimiento en favor de dicho instituto; pero llamándole sus negocios á la capital tuvo que partir con el desconsuelo de no ver concluido este benéfico establecimiento.
Los señores cura párroco Dr. D. Manuel Francisco García, director de la Diputación Patriótica, D. José Tomás Ventosa, vice-director y demás individuos de la comisión arrostrando cuantos tropiezos y obstáculos se presentaran, allanando las dificultades y creando nuevos fondos, han logrado al fin darle cima á la obra; y á su eficacia y constancia deberá esta ciudad ese sagrado plantel etc.”30
A mediados de marzo de 1843 que la Comisión comenzó á ejercer sus funciones, se encontraba todavía Ventosa ausente de Matanzas y á su vuelta en junta de la Diputación celebrada en 13 de Diciembre de 1844, “fué nombrado” miembro de ella en virtud de las pruebas evidentes que ha dado de su filantropía y deseos de llevar á cabo el proyecto de Beneficencia que cada día se hace más necesaria en esta población.31
“Algunos pasos se habían dado cuando volvió á esta ciudad D. José Tomás Ventosa de su viaje á Europa, é impuesto de los proyectos de la Diputación, concibió la idea de comprar asociado con otros vecinos la casa conocida por el Recreo con los cuatro solares que tiene cercados de mampostería en la citada loma (de Simpson) y donarla al proyectado establecimiento. Apenas formó su plan lo puso en ejecución con la firmeza y constancia que le es característica cuando se trata de una obra de público provecho.
“En pocos días tuvo en suscricion la cantidad necesaria para la compra de la casa, y esto le alentó á nuevos esfuerzos con la idea de reunir lo suficiente para darle á la casa la capacidad y arreglo de piezas indispensables al fin á que debía destinarse, según el plano y presupuesto que fueron formados á su ruego por inteligentes; pero no pudo el Sr. de Ventosa realizar por completo sus deseos filantrópicos, porque trabaja en una época memorable en que varias calamidades aflijen á toda la isla y especialmente á los matanceros.
Tuvo, pues, que resolverse á limitar la donación de la casa y terrenos anecsos, para cuya compra contribuyó de su parte con 500 pesos, etc.”32
Dos años más estuvo la Comisión en la labor de aumentar los fondos necesarios para la realización de aquel proyecto y en 8 de Febrero de 1847, “tuvo lugar la instalación del Colegio de niñas pobres de esta ciudad”, obra de “D. José María Casal que proyectó este instituto y D. José Tomás Ventosa que ha sido su más poderosa columna”.33
La obra de este último no se limitó solamente á la terminación de la parte material de aquel, adquiriendo el local donde había de establecerse, pues elevando sus miras se interesó por la suerte de las educandas que debían salir de dicho asilo, como dice una crónica del día en los párrafos siguientes.
Al consignar este voto de nuestra gratitud hacia los dignos miembros de la Comisión fundadora del Colegio, no podemos menos que tributarlo en particular al Sr. D. José Tomás Ventosa, que sucediendo en su noble misión al Sr. D. José María Casal, (ausente más de un año há en la Habana) ha sido su más ardiente y activo apóstol, su más firme apoyo y el que con un entusiasmo y una constancia triunfante ha dado cima á la obra que aquel concibió y puso en planta.
No contento con esto el Sr. Ventosa, ha sellado su obra con un nuevo rasgo de filantropía como si quisiese poner una llave de oro al asilo cuyas puertas acaba de abrir á la orfandad.
De su propio bolsillo consignará (luego que descienda la aprobación del Supremo Gobierno) á cada una de las diez niñas que por ahora mantiene y educa el instituto la cantidad de doscientos pesos por vía de dote, que le será entregada á cada cual cuando contraiga matrimonio ó arribe á la mayor edad, y en caso de muerte pasará á la mas antigua de las que hasta entonces hayan entrado en el colegio después de las que hoy ecsisten.34
Parece no pudo entonces realizar Ventosa este propósito y que luego tuvo oportunidad de poner en práctica, como dice el documento siguiente:
“En virtud del acuerdo tenido en sesión de 13 del corriente (Febrero de 1852) para verificar el sorteo de las cuatro dotes de doscientos pesos cada uno consignados en él, de los fondos municipales, á igual número de alumnas del Colegio de niñas pobres de esta Ciudad, y los dos más que con igual objeto han destinado, movidos de sus sentimientos filantrópicos, uno, los individuos que componen la Corporación, y el otro el vecino Don Juan José Naranjo”; reunidas las autoridades en la sala de la Casa Consistorial el 22 de los mismos y verificado aquel sorteo:
“En este estado el Señor D. José Tomás Ventosa, Alcalde de primer voto con una emoción marcada, manifestó:
que siendo dicho instituto obgeto predilecto de su corazon, quería en este acto solemne consignar una vez mas sus filantrópicos sentimientos hacia el mismo, destinando, como desde luego destina, la cantidad de mil pesos para cinco dotes de doscientos cada uno para otras tantas alumnas de las que no les había cabido la suerte y de las de menos edad, los cuales les impondría para que con sus réditos capitalizados los perciban luego que arriben á la mayoría ó contraigan matrimonio y en caso de muerte pase á la alumna que no haya sido agraciada y sea de menos edad, el dote de la que fallezca.
El señor D. Ramón Silveira hizo un cumplido elogio al nuevo rasgo de generosidad del carácter del Sr. Ventosa, manifestado tanto en esta ocasión como en las otras muchas que lo ha patentizado en los beneficios que ha hecho á Matanzas.”35
La inauguración de las Casillas y del Colegio de Niñas Pobres con pocos días de diferencia, dió á Ventosa gran popularidad en la ciudad y fuera de ella. Entre los plácemes que recibió se consigna el de la carta copiada á continuación.
Habana y febrero 14 de 1847. —Sr. D. José Tomás Ventosa. —Mi querido amigo: un doble motivo de felicitación la más pura y cordial me mueve á dirijir á V. estas letras, cuando veo que al paso de tantos beneficios dispensados á la orfandad matancera, llena V. igualmente hasta el meritorio encargo de civilizador en la parte material y ostensible de la ciudad con la realización de ese mercado cuyas casillas se deben al dinero y dilijencia de V. Sí, carisimo D. José Tomás, podía yo quedarme silencioso cuando tantos celebran justa y merecidamente ese civismo?
Los hombres de corazon jeneroso, los que formando, por desgracia, tan corta fraccion entienden hasta que punto llega el deber de favorecer á sus prójimos, no tienen las miras estrechas de un provincialismo miserable; son cosmopolitas, aman y ayudan al jénero humano, y sin desdeñar la dulce solucion del amor patrio, procuran siempre elevarse á una esfera superior.
De esos os estais mostrando vos; y á fé que solo así se puede marcar y distinguir para hoy, para mañana y para siempre de un medo indeleble, los ricos que saben ser nobles, que comprenden la alta dignidad del ser humano, y que desprecian el oropel de los tontos por el sublime mérito de una ilustrada jenerosidad. Envidio les actos con que V. acaba de añadir timbres escelsos á su opinion.
Ese colejio de niñas pobres en primer lugar, ese mercado, esa disposicion á derramar sus cofres sobre el ignorante y el desvalido; son cualidades no comunes, y por lo mismo más escelente. El entusiasmo solo que uno esperimenta hacia ellas lo ennoblece, y nótase algo de superior, de divino que nos recuerda al Soberano autor de lo creado, fuente única de todo lo grande, de todo lo bueno.
Escribo de prisa y en cortos momentos de que puede disponer. Dispense V. lo desaliñado del estilo y de la letra, y recibiendo espresiones de mi Carlota igualmente entusiasmada, ordene V. á su afectísimo.
José Z. G. del Valle.36
En la Diputación de Matanzas fué uno de los más celosos sostenedores de los beneficios que los centros de instrucción prestaban á la población y de ello es prueba el siguiente suelto:
“Biblioteca Pública. —Hemos sabido con el mayor gusto que en el local que ocupa nuestra Biblioteca, se están haciendo algunas mejoras. Una de ellas es la de fijar en su puerta una bellísima losa de mármol en que se leerá Biblioteca Pública: 1835.
Algunos de sus muebles serán reemplazados por otros nuevos, y los planos que adornan aquel lugar serán iluminados y barnizados. Estas mejoras según nos han informado las ha promovido el Sr. inspector de mes D. José Tomás Ventosa. Parece que en estos días se ha hecho algún regalo de libros á este instituto de instrucción pública.37
Con objeto de aumentar el gabinete de Física dispuesto para la Clase de Filosofía, regenteada por el Dr. D. Manuel Francisco García, se hizo por los años de 1847 una suscripción y en ella figuró el donativo de 34 pesos del Sr. D. José Tomás Ventosa, completando los 350 á que ascendió el total, cuya cantidad empleó en París el Dr. Ambrosio C. Sauto en la adquisición de los aparatos que al efecto remitió á Matanzas en Mayo de 1848.38
En dicho cuerpo Patriótico desempeñó en el bienio de 1847 y 1848 el cargo de Vice-Director39 y en el siguiente de 1849 y 1850, se le elevó al de Director.40
Fundado el Colegio de niñas pobres comprendió la necesidad de otro centro de enseñanza para los niños que se encontraban en iguales condiciones, y asegurando la renta necesaria á su sostenimiento, con el producto de las casillas que había levantado, en 16 de Octubre de 1849 se abrió en Matanzas la conocida por Escuela gratuita de Ventosa,41 donde en veintiséis años que tuvo sus puertas abiertas, recibieron instrucción muchos jóvenes matanceros, luego dedicados á oficios manuales y mecánicos.
A mediados de 1850 volvió á España, haciendo el viaje por los Estados Unidos, Inglaterra y Francia.42 Al año siguiente se encontraba en la villa natal y en Julio de 1851, colocaba la primera piedra para levantar en aquella, una casa donde instalar dos escuelas de ambos sexos, dedicadas á la clase menesterosa.43
De regreso á Matanzas poco después, en las elecciones celebradas para renovar el Ayuntamiento, fué nombrado por segunda vez Alcalde ocupando el puesto en todo el año 1852.44
El prestigio que dió al cargo popular que se le confió fué motivo de elogio en una sesión de cabildo donde se trataba de los gastos del Municipio, en la cual se trajo á cuenta el “distinguido celo, esperiencia é interés por los intereses comunales del Sr. Alcalde primero D. José Tomas Ventosa”.45
Con motivo de discutirse en el Cabildo de 8 de Octubre de aquel año, un asunto relacionado con el Mercado de la ciudad, “el Sr. D. José Tomas Ventosa Alcalde de primera elección propuso, que si el Cuerpo Capitular con la autorización superior correspondiente, le cedía todo el Terreno de la referida plaza, levantaría otras casillas de los materiales que le conviniesen, mas decentes y proporcionadas al ornato y riqueza de la población, contribuyendo á los fondos de Propios con la misma renta que pagan los actuales desde el día que se le hiciese la entrega del fundo y en el concepto de que construiría las mencionadas nuevas casillas bajo en plano que por su dirección se formase etc.46
Nombrado en los primeros meses de 1852 vocal de la Comisión Local de Instrucción Primaria;47 luego que cesó en la Alcaldía, dedicó su calo al desempeño de cargo tan compatible con sus ideas. A principios de 1853, fué por turno, Inspector de los establecimientos de enseñanza de la ciudad y en estas funciones publicó el siguiente anuncio,
—“Instrucción Pública. Se invita á los que quieran poner niños y niñas en la enseñanza de los colejios gratuitos de esta ciudad ocurran al inspector de mes Sr. D. José Tomas Ventosa”48
Recordando su escuela publicó también este otro anuncio.
“Escuela gratuita de Ventosa. —Se invita á los padres y personas sin posibles que tengan niños á su cargo y quieran educarlos gratis, que en dicho establecimiento los reciben y tratan con buen modo, esmerándose dos buenos preceptores de enseñarles lectura, escritura, aritmética y doctrina cristiana, facilitando también libros, papel y todo lo necesario: impondrá don J. T. Ventosa”49
Otra comisión que la Junta le cometió es la referida á continuación.
“Dado cuenta con el espediente mandado formar con los antecedentes relativos á la escuela de la Sabanilla, fue resuelto que se pasase así mismo al Sr. Ventosa para que instruido de todo practique cuantas diligencias le sujieran su celo y buen juicio á fin de conseguir que los Sres. Alfonso vuelvan á satisfacer puntualmente la cuota mensual legada por su hermano el Sr. D. Silvestre para el sostenimiento de dicha escuela; haciendo presente á dichos Sres. lo manifestado á fines del año próximo pasado por el Capitán Juez Pedáneo de aquel y varios vecinos sobre la falta de enseñanza y lamentable vagancia en que se encuentran los niños del citado pueblo.”50
Vuelto á España por tercera vez y hallándose en Galicia á principios del año 1854, allí se propuso levantar una fábrica sobre cuyo proyecto dió los primeros pasos según consta en la noticia que sigue.
“Escriben de la Coruña con fecha 24 de Marzo, (de 1854), que D. José Tomas Ventosa, rico capitalista de la isla de Cuba, había determinado edificar y establecer una fábrica de tejidos de algodon al vapor, primera en su clase en aquella ciudad y aún en Galicia.
Al efecto se eligió el sitio que le pareció más apropósito algo retirado de la bahía; elevó con este motivó una esposicion á S. M. á fin de que le concediera dicho terreno, pero á ello se oponía el cuerpo de ingenieros, por las circunstancias de correr por dicho sitio la muralla de la plaza.”51
No he podido saber si tuvo lugar la realización de este proyecto ni tampoco la fecha de su vuelta á Cuba, donde llegó con los síntomas del mal que le afectaba el cerebro, manifestándosele la dolencia en la multitud de proyectos benéficos que concebía.
En tal estado, considerando su hermano D. Francisco que de continuar con aquel desvarío iría á la ruina, le hizo juzgar por pródigo y se le declaró incapacitado. Recluido á su lado y sin que la enfermedad cediese, falleció en la Habana el día 30 de Junio de 1874.
—“Hemos sabido con el mayor sentimiento que en la madrugada de hoy ha dejado de existir D. José Tomás Ventosa, persona que por sus bellas prendas y filantrópicos sentimientos era muy querida, y cuya memoria será siempre muy grata para la ciudad de Matanzas en donde fundó el colegio de niñas pobres y ha venido sosteniendo la Escuela gratuita de Ventosa.” No menos grata lo será para Villanueva y Geltrú, su pueblo natal, en el cual había establecido dos escuelas gratuitas, etc. —La Voz de Cuba, de la Habana, de 30 de Junio de 1874.
En la esquela mortuoria publicada en el mismo periódico, fechada también á 30 de Junio, se dispuso “su entierro para las ocho del día de mañana”, invitando á los concurrentes al acto; “á la casa mortuoria Paseo de Tacon, al pié del Castillo del Príncipe, para acompañar el cadáver al Cementerio de Espada. El mismo periódico de primero de Julio de dicho año.
Persona que le conoció me ha informado de las noticias que anteceden y agrega que era de buena y agradable presencia, carácter franco y afable, maneras finas y corteses y no le faltaba cultura intelectual.
Amigo del trato social y hasta cierto punto del fausto, sostenía con lujo en Matanzas su casa particular. Disfrutaba de mucha popularidad y su proceder generoso fué cantado por los poetas.
José Augusto Escoto.
Bibliografía y notas
- Escoto, José Augusto. “D. José Tomás Ventosa. Apuntes para su biografía”. 1911.
- Canalís, Xavier. “El indiano de Vilanova que fue despojado de su fortuna tras ser declarado demente.” Vilanova.blog (blog), 15 de agosto de 2024. https://vilanova.blog/2024/08/15/el-indiano-con-estatuas-gemelas-en-vilanova-y-cuba-despojado-de-su-fortuna-tras-ser-declarado-demente/.
- Casillas de Ventosa (Fotografía). Colección de fondos digitales de la Universidad de la Florida.
- Josep Tomàs Ventosa i Soler. Wikipedia.
- Rivadulla, Julio V. “José Tomás Ventosa”. Historia de la Casa de Beneficencia de Matanzas hasta el año 1926. Imprenta y papelería El Dos de Mayo, 1928.
- Personalidades y negocios de la provincia de Matanzas, Cuba.
- Diccionario biográfico Cubano, pág. 679. ↩︎
- “Esta villa donde nací.” Aurora de Matanzas de 20 Agosto 1851. ↩︎
- Por la partida de matrimonio de su hermano D. Francisco, he podido saber que fueron sus padres D. José Ventosa y Dña. Teresa Soler: (Lib. 6, Matrim. Blanc., Parroql. Matanzas. Part. 4, foja 2.) ↩︎
- Aurora citada, de 10 Agosto 1851. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 20 Octubre 1844. ↩︎
- En ella figuraron D. Tomás Gener y Buigas (1787-1835), diputado por Cuba y presidente de las Cortes españoles en 1823. D. Jaime Badia y Padrines (1796-1863), distinguido economista y también diputado. D. Magín Pers y Ramoná, literato y autor de varias obras. D. José Escolá, cuyos versos publicó la Aurora de Matanzas. Otros como D. Ramón Guitéras, D. Manuel Presas y D. Pelegrin Barnet, han sido padres de distinguidos matanceros en ciencias y letras. ↩︎
- Además de su hermano D. Francisco, menor que él, aparece en Matanzas dedicado al comercio, D. Joaquín Ventosa, natural de Villanueva, hijo de D. José y Da. Gertrudis Soler, que aquí falleció de 18 años, en 29 de Agosto de 1818. (Lib. 5, Def. de Blancos Parroql. de Matanzas. part. 1032, foja 143) No me atrevo asegurar que este fuese hermano suyo por los nombres de las madres. Después en 11 de Septiembre de 1828, también murió en Matanzas D. José Ventosa y Huguet, de edad 43 años, natural de Cataluña. (Lib. 6o, Defunciones citadas, part. 49, foja 8.) ↩︎
- Noticia tomada de la “Protesta que los Milicianos de Matanzas, dirigieron á D. C. G. de Zequeira”, impresa en la Habana en 1822. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 21 Octubre 1828. ↩︎
- La misma de 24 Diciembre 1837. ↩︎
- Fué natural de Torredembarra: en Matanzas estuvo dedicado al comercio y en ella falleció y se le dió sepultura en 2 de Febrero de 1818, según consta de su partida de defunción (No 892 del
libro 5o, Archivo de la Iglesia Parroquial). Dejó por su heredero fidei comisario á Don Tomás Gener. ↩︎ - Ayuntamiento de Matanzas, Protocolo de Cabildo del año 1837. (tomo 55), foja 477. ↩︎
- Ayuntamiento de Matanzas Legajo de varios, núm. 30, expediente 46, foja 71. ↩︎
- El mismo expediente 46 foja 77. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 3 Febrero 1847. ↩︎
- Expediente 46 citado, foja 78 vto. ↩︎
- Aurora de Matanzas. del 1o Febrero 1847. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 9 Marzo 1839. ↩︎
- Guías citadas, páginas 243 y 245 respectivamente. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 3 Enero 1845. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 20 Octubre 1844. ↩︎
- Protocolo de Cabildo correspondiente al año 1845 , fojas 61 vto . 62, 70 vto. y 73 . ↩︎
- Los Regidores fueron: D. José Ramón de Fuentes, D. Ignacio Trelles, D. José de la Fuente y D. Blas de la Cruz y el Síndico D. Pedro Reynaldos. ↩︎
- Aurora de Matanzas, de 16 Octubre 1844. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 18 Agosto 1846. ↩︎
- Al tomo de poesias de D. Ignacio María de Acosta, Delirios del coraz6n (1845], se subscribió Ventosa,
por 100 ejemplares, según lista al fin de la obra. Al Aguinaldo Matancero, editado en 1846, por 25 ejemplares. —Aurora de Matanzas de 10 Diciembre 1846. —Al volumen de composiciones de D. Manuel del Sol, Flores marchitas (1846) por 300 ejemplares. ↩︎ - Lo hizo del Sol en su libro citado, en estas frases: “A vos que habeis alentado mi debilidad, que habeis favorecido mi obra, á vos la dedico.” ↩︎
- Véase la Aurora de Matanzas de 16 Diciembre 1844 y de 6 Diciembre 1849. ↩︎
- Memoria de las tareas de la Diputación etc., en sus primeros diez y nueve meses. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 29 Enero 1847. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 16 Diciembre 1844. ↩︎
- Memoria de la Comisión creadora de fondos para la proyectada Beneficencia ó Colegio de niñas pobres, correspondiente al año 1844, por D. José María Casal. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 12 Febrero 1847. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 12 Febrero 1847 ↩︎
- Protocolo de Cabildo del Ayuntamiento de Matanzas del año 1852. Tomo 70, sin foliar. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 17 Febrero 1847. —José Zacarías González del Valle que subscribe esta
carta se sabe que es un ilustre escritor, cuyo nombre ha pasado á las letras cubanas; figurando también en el número de los más doctos catedráticos que ha tenido la Universidad de la Habana. ↩︎ - Aurora de Matanzas de 31 Marzo 1847. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 4 Mayo 1848. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 9 Enero 1847. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 21 Diciembre 1848. —Ventosa figuró en la diputación de que se trata hasta el año de 1860; desde esta fecha desapareció su nombre de la lista de socios. Guía de Forasteros de 1860, pág. 234 y Guía de 1862, páginas 236 y 237. ↩︎
- Guía del profesorado cubano etc., por M. Dumas Chancel, Matanzas 1868, pág. 178. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 22 Octubre 1850. ↩︎
- La misma, de 10 Agosto 1851. ↩︎
- Sala Capitular. —En acta de Cabildo de elecciones de empleos concejiles del presente año celebrada por el I. Ayuntamiento en este día, han salido nombrados á pluralidad de votos los Señores D. José Tomas Ventosa, alcalde de primera elección, presidente de la Junta Municipal Etc. Aurora de Matanzas de 2 Enero 1852. ↩︎
- Libro de actas de cabildo, correspondiente al año 1852, Tomo 70. Sesión de 5 de Abril.
Entre los rasgos con que señaló su paso por la Alcaldía, consta el siguiente, “Se enteró la Corporación del informe que dá D. Sebastian Francisco Osorio Mayordomo de Propios en cumplimiento del acuerdo del acta anterior, en que manifiesta: que no alcanzando el día treinta de Junio próximo pasado el numerario ecsistente en caja para satisfacer en la propia fecha los sueldos de la policía, instruido de ello el Sr. D. José Tomas Ventosa Alcalde primero, le ofreció suplir de su peculio lo que se necesitase, y que en efecto, llegado que fué el momento de hacerse el entero puso á su disposición con calidad de oportuno reintegro la cantidad de dos mil setenta y cinco pesos seis reales, para cubrir de momento aquella atención perentoria, ofreciéndole aun mayor suma si fuese necesario: y se acordó dar al Sr. D. José Tomás Ventosa las gracias por parte de esta Corporación,
por su generoso desprendimiento y que el expresado Mayordomo le reintegre la espuesta cantidad tan luego corno halla fondos para ello”. —Cabildo de 9 de Julio de 1852. —Protocolo del año 1852. (Tomo 70), sin foliación. ↩︎ - Cabildo de 8 de Octubre de 1852. Libro de actas correspondiente á este año. Tomo 70. ↩︎
- Acta de 6 de Octubre de 1852. —Libro de los años 1844 á 1863. ↩︎
- Desempeño la inspección de que se trata, de 6 de Enero á 7 de Febrero de dicho año. Aurora de
Matanzas de aquellos días. ↩︎ - Aurora de Matanzas de 3 Enero 1853. ↩︎
- Libro de actas de la Comisión local de Instrucción primaria de Matanzas que comprende de los años 1844 a 1863. Sesión de 20 de Julio de 1853. ↩︎
- Aurora de Matanzas de 3 Mayo 1854. ↩︎
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