
La Casa Quintana. La Habana contaba con varios establecimientos dedicados al giro de joyas y objetos de arte, pero la Avenida de Italia, antes Galiano, puede enorgullecerse de que en ella radicó una casa que fue admiración de cuantos la visitaron y testimonio elocuente del arte y del buen gusto que imperaba en los comercios principales de la ciudad de la Habana.
Nos referimos a La Casa Quintana, verdadero museo de preciosidades, cuyas vitrinas, escaparates y salones de exposición atesoraban un mundo de bellezas y de creaciones artísticas imposibles de enumerar y describir en esta información. Se encontraba la tienda en la Avenida de Italia número 76.1
Sabemos que La Casa Quintana liquida en 1911, forzosamente, á como quiera, por tener que desocupar el local, por las grandes reformas que se tienen que hacer, para ampliación de la casa Quintana, “Joyería Francesa”. E invita en esta ocasión a Aprovechar la oportunidad los mueblistas y particulares que quieran adquirir muebles baratos en Galiano 76. Teléfono A-4264.2

La colección de maravillosas joyas en platino y piedras preciosas que encerraba esta casa eran la expresión más legítima del buen gusto, del refinamiento y de la inspiración de los mejores artistas joyeros de París. Las pulseras, los aretes, los broches, las sortijas y los relojes que exhibía La Casa Quintana, tenían el “cachet” inconfundible de su procedencia: la “Rue de la Paix”.
Muebles de caoba, palisandro y laca, ricamente tallados y decorados; figuras de bronce y de marfil de arte y ejecución exquisitos; lámparas modernas en cristales tallados, que evocaban los palacios de “Las Mil y Una Noches”; tapices legítimos; cuadros auténticos; porcelanas, cristales y esmaltes…

El artístico juego de muebles de palisandro, tallados a mano que se muestra en la foto anterior, se vendía en La Casa Quintana. Las filigranas hechas en la madera sólo pueden ejecutarlas artífices chines, de inconcebible paciencia y extraordinaria laboriosidad.
Formaban en La Casa Quintana la más extensa, variada y artística exposición que pudiera concebirse, productos todos de los principales mercados del mundo entero: Francia, España, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, China y el Japón, todo ello disputándose en esa casa el cetro, del buen gusto, con una colección maravillosa de artículos.
Otro de los muchos objetos de arte que podían admirarse en los Salones de Exposición de La Casa Quintana era una figura en bronce policromado y marfil, feliz creación de Charol, el artífice tan conocido en Europa. Se titulaba “La Bayadera”. La mesa era de ónix del Brasil y bronce cincelado, con incrustaciones de esmalte policromado.
El éxito de La Casa Quintana fue el mejor elogio rendido al refinamiento y al buen gusto del hogar cubano, donde todas esas bellezas iban a ocupar un sitio y a poner una nota de distinción y de elegancia.
Por ello se estima como un motivo de honor ofrecer a los lectores esta información sobre La Casa Quintana, que llevará al conocimiento de nacionales y extranjeros el progreso que alcanzó la ciudad de la Habana finalizando la década de 1920, en lo que a lujo, distinción y buen gusto concierne.
Bibliografía y notas
- Cuba, Cámara de Comercio de la República de. 1926. Guía comercial e industrial de Cuba. Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba. La Prueba, 1926. ↩︎
- “Muebles”. Diario de la Marina. Año LXXII, núm. 126, 28 de mayo de 1911, p. 12 ↩︎
- Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo. Boletín oficial de marcas y patentes. Año XXI, núm. 6, Imp. Rambla, Bouza y Ca., diciembre 1926.
- Diario de la Marina, 1929
- Personalidades y negocios de la Habana
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