Debido al extraordinario éxito que han tenido en nuestro mercado habanero, las salutíferas Aguas de “Las Lomas” conocidas desde tiempo inmemorial con la denominación de “Chorrito” solicitamos de nuestros agentes en el interior informes acerca de la procedencia y manipulación de dichas Aguas minero-medicinales, cuyos informes por la importancia que tienen tenemos gusto de traer a estas páginas.
Dichas aguas proceden de un manantial denominado Chorrito situado al fondo del valle de Santa Ana de Caballero, término municipal de Guamacaro, provincia de Matanzas, nace dicho manantial a manera de chorro en la falda de una de las lomas que forman la Cordillera Central.
Se alza en esta cordillera el salutífero Balneario Las Lomas con sus variadas aguas minero-medicinales sulfurosas, ferruginosas, templada y magnesiana-bicarbonatada que facilitan un tratamiento combinado, de ahí el porqué a dicho Balneario acuden todos los años satisfechos de los beneficios experimentados en temporadas anteriores, infinidad de familias entre ellas las del:
Dr. Francisco María Fernández y D. Enrique Pedro de la Habana; D. Manuel Velazco y D. Antonio Leiva de Matanzas; D. Alberto G. Bertet y D. Antonio Rivero de Cárdenas; D. Vidal Ortega y D. Juan Vidal de Alacranes; Ldo. D. Manuel Quevedo, D. Enrique Goyeneche y D. Juan de Dios Nodal de Unión de Reyes; Dr. José Manuel Lamothe, Don Ignacio Ruíz, D. Francisco Carvajal, D. Eloy González y D. Enrique Flores de Bolondrón; Don Lino Marrero, D. Luis Aguirre y D. Enrique Alvarez de Güira de Macurijes; D. Simón Roig y D. Pedro Acosta de Navajas; Dr. Amado Filanéy, D. Guillermo Tarafa de Pedro Betancourt; D. Manuel Castañedo, D. Pedro Castro y D. Mariano Castellanos de Limonar.
La pureza de las aguas de “Las Lomas” es a todas luces indiscutible pues ellas provienen de las entrañas montañosas que circundan el lugar distante de poblados, y a más de 900 pies de elevación sobre el nivel del mar, desde donde se divisan las costas Norte y Sur de la Isla: esta favorable circunstancia las aleja de todo peligro de contaminación.
Dichas aguas han sido declaradas de utilidad pública por el Gobierno de la República y autorizado su uso por la Dirección de Sanidad.
Ha sido declarada Agua magnesiana-bicarbonatada, mineralizada, potable y está indicada con éxito como Digestiva, Aperitiva, Tónica y Diurética y produce maravillosos resultados en las enfermedades del Estómago, Hígado, Riñones, Vejiga e Intestinos.
La limpieza de las botellas se realiza de una manera previsora y cuidadosa; primeramente están por espacio de 15 minutos dentro de una solución de Sosa Caustica caliente, después pasan a los tanques de agua fría donde se les da cepillo por dos veces en su interior y exterior, enjuagándose después con agua filtrada y concluyendo la limpieza con una escrupulosa esterilización.
Entre los peritos químicos que han intervenido en los distintos análisis de las Aguas de “Las Lomas” figuran los competentes doctores Llinás, Martínez, Placencia y Fernández. Las muestra de agua para mandar al Laboratorio Nacional para su análisis las han recogido indistintamente los reputados doctores Forns Vila, comisionado por la Jefatura de Sanidad de Matanzas y el doctor Areacha, comisionado especial por el Laboratorio Nacional.
Han informado respecto de ellas, los renombrados doctores Lecuona, Barreras, Portilla, Borges, Díaz y otros más que han visitado los manantiales por disposición de Sanidad.
El sabio Dr. Abraham Pérez Miró, en su visita al Balneario Las Lomas examinó varios enfermos que le contaron su mejoría y no tuvo por menos sino encomiar sus bienhechoras aguas (pudiéramos decir que estábamos viéndolo dando una conferencia en su Cátedra de la Universidad Nacional) llevándose de Las Lomas una impresión muy favorable no tan solo a la bondad de sus maravillosas aguas, sino también de las condiciones climatológicas, saludables e higiénicas del lugar.
El eminente Dr. Schweyer, redactó una interesante, sabia y extensa memoria de dichas aguas, inspirado en el conocimiento exacto que tiene de ellas[1], cuya memoria se encuentra archivada en la Secretaria de Sanidad y que publicarán en breve los señores Betancourt Corporation S. A. para su distribución gratuita y finalmente el reputado Dr. Julio Ortiz y Coffigny, subdelegado de medicina del distrito norte del término municipal de Matanzas, certifica entre otras cosas:
Que la firma del Dr. Schweyer, que suscribe la citada memoria es la auténtica de su puño y letra del referido facultativo y que los datos terapéuticos que fija dicha memoria, se ajustan en un todo a los conocimientos científicos relativos a dichas aguas minero-medicinales.
Ante una serie de datos tan amplios que El Fígaro ha tenido el gusto de movilizar, sin reparar en sacrificios, experimentamos la gran satisfacción del deber cumplido y con mayor motivo por tratarse de un producto nacional muy recomendable y de necesidad imprescindible entre nosotros.
Bibliografía y notas.
[1] La finca colindante al lugar donde brotan los manantiales de “Las Lomas” perteneció a los antepasados del Dr. Schweyer, este hecho como lo dice en su memoria contribuye en gran manera al conocimiento exacto que tiene de dichas aguas y el que diga también: “Que enfermos procedentes de las dotaciones de los ingenios inmediatos y del personal de sus operarios, vecinos de Limonar, Coliseo, Sumidero, Bolondrón, Navajas, Guira, Corral Falso (hoy Pedro Betancourt) y aun de Matanzas y Habana, acudían al Balneario, atraídos por las curas prodigiosas que de él se contaban y muchos satisfechos por las ventajas adquiridas en temporadas anteriores”.
- “Tesoros del subsuelo cubano: Las aguas de Las Lomas de Matanzas.” El Fígaro, Periódico Artístico y Literario. (Mayo y junio, 1918).
- Limonar (Guamacaro).
Deja una respuesta