Las Carreras de Automóviles en Cuba. El deporte va tomando entre nosotros cada día, mayor auge y arraigo. Podemos decir que el sport ha adquirido carta de ciudadanía, pues en cualesquiera de sus manifestaciones halla en Cuba propicio ambiente y favorables medios de desarrollo.
No hay en la actualidad un solo juego deportivo que no tenga en la República sus inteligentes y diestros profesores y entusiastas “fanáticos” que le presten su concurso eficaz y decidido. Ello es un beneficio incalculable para el país pues coopera a su progreso de modo tan intenso que los centros oficiales deben acordar en todos los casos, medidas tendientes a impulsar y estimular estas nobles y saludables aficiones.
Si alguna duda quedara acerca del extraordinario desenvolvimiento del deporte en nuestro pueblo el espectáculo brillantísimo de las últimas carreras de automóviles la disipa, pues él puso de relieve de manera evidente el calor e interés con que son acogidas estas justas fecundas de la habilidad mental y física, que son imprescindibles elementos básicos de todo sport.
Un público nutrido y delirante congestiona, pletórico, los amplios stands del espacioso Oriental Park. Los expertos, que jamás faltan, auguraban, con videncias de profeta, la victoria de tal driver y señalaban la ventaja de tal máquina.
En el ambiente, caldeado de entusiasmos frenéticos, flotaba esa avidez indefinible que llena siempre estas fiestas de batalla. La tragedia presentida, probable, intensificaba la emoción y cuando los autos en rauda marcha iniciaron la porfía en búsqueda del preciado galardón, el silencio, ese silencio augusto de los momentos graves se adueñó de los espíritus agitado y conmovidos.
Montañas frágiles de polvareda se alzaban al vuelo de las máquinas que la ciencia gobernaba y el valor dirigía. Y tras ese estado sensacional los laureles verdes y áureos del triunfo legítimo quedaron conquistados, brillantemente, por la pericia notabilísima del driver Albino Garlasco, quien dirigía un magnífico “Cadillac”, marca famosa que una vez más, sella su crédito con la estampa polícroma y preciosa de la victoria, obtenida en lid reñida.
Al siguiente acto el intrépido driver Albino Garlasco, resultó entre estruendosas ovaciones, aclamado héroe de la jornada, aún más evidenciada su destreza de chauffeur y las admirables condiciones del auto —también de la misma fábrica— que él piloteaba.
Un accidente, de esos que la buena lógica, siempre presiente en estos espectáculos, puso en peligro al auto y al driver, dando lugar a que el público se precipitara, afanoso y angustiado, a recoger a Garlasco, a quien juzgaba cadáver.
Más la habilidad e intrepidez de este y la excelencia de su “auto” hicieron del accidente un motivo de sensación, pues Garlasco, ileso y sereno, estaba ya en pie ante el pueblo que le manifestó, delirantemente, su admiración.
Lo más asombroso, acaso, del éxito de la gran marca automovilística es que Garlasco dirigió una máquina, número 6, de las muchas que se hallan en la exposición de esta agencia y no una construida expresamente, para las carreras.
Estas justas son más que nada para que las manufacturas exterioricen las condiciones mecánicas de sus automóviles y por tanto el éxito del Cadillac es tanto más importante cuanto que debemos recordar que en las carreras de 1918, una máquina de esta fábrica, guiada por el valiente chauffeur Marcelino Amador, ciñó también las palmas triunfales.
Según nos manifestaba un competente automovilista el éxito del Cadillac es científico, es un éxito de la mecánica, pues estos autos están construidos de manera tal que reúnen, en magnífico conjunto, potencia, velocidad, resistencia, seguridad y economía, combinado con arreglo a un plan de ingeniería admirable.
Desde luego que estamos conformes con esta opinión, pues ella es producto indiscutible de los hechos consumados, cuya elocuencia es siempre contundente.
A nosotros nos causa satisfacción íntima este triunfo del Cadillac, pues profesamos, como toda la Habana, gran simpatía al representante de la poderosa firma Guillermo Petriccione, el distinguido caballero que con tanto acierto administra los intereses de la gran manufactura en Cuba, a los cuales se ha dedicado desde hace algún tiempo como para poner una vez más de relieve, sus altas dotes morales e intelectuales.
Guillermo Petroccione ostenta en su historia honrosa, los blasones de libertador pues tomó parte en nuestra guerra de independencia en la cual su energía, denuedo y amor apasionado a los grandes ideales de justicia se exteriorizaron en alto grado, como mas tarde su mundología y cultura hallaron ocasión de brillar cuando ocupó, con honor, el cargo de Cónsul de Cuba en París.
Las dotes del distinguido representante del Cadillac han contribuido en gran parte al crédito inmenso que disfruta esta firma constructora.
El espectáculo de las carreras ha sido la nota sensacional de nuestro mundo deportivo y una oportunidad para que las industrias automovilísticas compitieran en campo abierto.
Nuestras felicitaciones muy sinceras a los Sres. Petriccioni —alma mater de la Agencia Cadillac— y al driver vencedor.
Las Carreras de Automóviles de Hoy (sábado, 3 de abril 1920) en Oriental Park.1
La primera comenzará a las dos y media en punto.
Relación de las máquinas y motocicletas que tomarán parte:
Primera carrera. Dos y treinta en punto. Para motocicletas con sidecar y pasajero. Cinco millas. Premio 400 pesos y las cuotas de inscripción.
- Excelsior: Carlos Ahrens.
- Indian: Harry Appleton.
- Excelsior: Jacke Hill.
- Excelsior: Antonio Martin.
- Harley Davidson: Zerdora Carrasco
Segunda carrera. Para máquinas hasta 300 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Ocho millas. Premio (…00) pesos y las cuotas
- Mercer: Stevens.
- Nash: Ronald Markham.
- Buick: Spencer.
- Dodge: Marcelino Amador.
Tercera carrera. Para motocicletas de carrera. Diez millas. Premio 500 pesos y cuotas.
- Excelsior: Ahrens.
- Indian: Appleton.
- Excelsior: J. Hill.
- Harley Davidson: Fernández.
- Harley Davidson: F. Martell.
Cuarta carrera. Para máquinas hasta 231 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Cinco millas. Premio 700 pesos y cuotas.
- Ford de Kelly: Alvarez.
- Ford de Kelly: Permuy.
- Ford: Lacal.
- Dodge Brother: M. Amador.
Quinta carrera. Para máquinas hasta 450 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Diez millas. Premio 1,500 pesos y cuotas.
- Mercer: Stevens.
- Cole: Markham.
- Buick: Spencer.
- Stutz: Sartori.
- Cole: Amador.
- Cadillac: Alvino Garlasco.
Gran embullo han despertado las interesantes pruebas automovilistas que se celebrarán esta tarde en Oriental Park. A las dos y media en punto de esta tarde el “starter” hará la oportuna señal que inicia la serie de acontecimientos automovilísticos de mayor importancia e interés hasta ahora celebrados en nuestra isla.
Las máquinas inscritas manejadas por nuestros más expertos drivers deleitarán en las justas de esta tarde y mañana domingo a los millares de entusiastas espectadores que se han de trasladar a Oriental Park ávidos de emociones.
A juzgar por las brillantes prácticas que se han efectuado en los dos días pasados, las importantes carreras que hoy se celebran han de resultar un brillante éxito sportivo social, pues si grande es el entusiasmo que demuestran los fanáticos de la velocidad, aún mayor lo demuestran los drivers que hoy entrarán en la pista con la delicada misión de retornar victoriosos en sus rudas pruebas.
La pista está en las mismas perfectas condiciones que los drivers y sus carros para comenzar la lucha.
El Administrador General de la pista Mr. Frank J. Bruen ha cumplido con entera exactitud la promesa hecha hace varios días de transformar el piso de la pista a un estado de magnifica preparación para que los carros puedan desarrollar su máximo de velocidad y ni drivers o público sufran los rigores del polvo que tan molesto fué en anteriores fiestas de igual índole. Ahora la pista tiene la debida solidez y la suficiente cantidad de petróleo en su superficie que ofrece un magnífico piso para las grandes carreras.
Recién terminadas las prácticas de ayer tarde, la dirección de la pista congregó a los drivers inscritos en las distintas competencias, identificándolos con las reglas dictadas oportunamente para lograr el mejor éxito en la discusión de las justas. Esta advertencia redundará mucho en pro de la perfecta organización hecha para las carreras que hoy comienzan.
También se decidió ayer tarde entre todas las partes interesadas que la salida de las máquinas que competirán en las distintas categorías sea estacionaria, excepto en la de motocicletas de carrera, que partirán lentamente hacia una línea de salida, donde a una señal convenida empezará la lucha.
En la pista no podrán estacionarse los ayudantes u otro personal que el designado para la dirección de las carreras. Las piezas de repuesto, herramientas, etc., serán situados en distintos tramos paralelos a la pista por su parte exterior, y en caso de accidente o desperfectos podrán acudir dos personas previamente designadas por cada contendiente para prestarle la necesaria ayuda.
Todas las máquinas serán debidamente revisadas antes de hacer su entrada en la pista por el personal técnico que rendirá dicha labor antes de cada carrera.
El público que presenció las interesantes pruebas ayer efectuadas en Oriental Park alcanzó colosales proporciones. Millares de espectadores atestaron el soberbio Grand Stand hasta su máximum de capacidad, y el Stand chico y los terrenos adyacentes estuvieron toda la tarde convertidos en un hormiguero humano.
Las prácticas fueron todas ellas brillantes y los drivers hicieron gala de su maestría y entusiasmo, produciéndose emocionantes duelos que provocaron aplausos muy prolongados. Markham y Stevens lucharon con gran denuedo durante cinco vueltas consecutivas.
Esta fué una colosal exhibición que les valió las simpatías de todos los concurrentes, pues en medio del fragor de tan reñida lucha olvidaron responder a las señales que se les hizo cuando corriendo aparejados en gran trecho se expusieron seriamente a sufrir un grave accidente.
Por esta infracción fueron multados en cincuenta pesos cada uno, siendo perdonados por la dirección de las carreras mediante la correspondiente satisfacción de no reincidir en lo sucesivo.
Paul Sartori y Fred Spence en Stutz y Buick respectivamente, mantuvieron a la concurrencia en gran expectación con su sensacional duelo que mantuvieron también durante varias vueltas a la pista.
Las carreras de automóviles que tan feliz inauguración prometen esta tarde en Oriental Park, serán un acontecimiento sportivo de tal naturaleza, que eclipsará por completo a todas las fiestas de igual índole celebradas hasta el presente en nuestra isla.
Las Carreras de Automóviles Constituyeron un Gran Espectáculo el sábado 3 de abril 1920.2
Los Ganadores. En la Quinta Carrera mostró el Cadillac su superioridad. Programa para hoy.
Un éxito sin precedentes alcanzaron las brillantes pruebas automovilísticas que por vez primera se celebraron ayer tarde bajo los auspicios del Cuba American Jockey Auto Club, en la hermosa pista de Oriental Park, en las que imperó una perfecta organización y seriedad en el transcurso del interesante programa de cinco competencias entre motocicletas y automóviles de distintas categorías.
Desde muy temprano acudió a la pista una inmensa muchedumbre que ansiaba presenciar el bello espectáculo que allí se desarrolló. Cuando sonó el clarín anunciador de que los primeros contendientes se dirigían a situarse en la línea de salida, presentaban el hermoso Grand Stand y el Club House un brillante aspecto pues ambas dependencias de la pista lucían atestados de distinguida concurrencia que gozó de los diversos incidentes relacionados con la discusión del interesante programa.
El público a su paso por la pista quedó gratamente impresionado con la perfecta organización que acompañó a la gran fiesta sportiva ayer celebrada. La pista en inmejorables condiciones para drivers y sus máquinas, la Mutua funcionando con la misma regularidad que la caracteriza en las carreras de caballos, y en conjunto una brillante fiesta que agradó en todos sus extremos a la feliz concurrencia que se trasladó a los dominios de Oriental Park.
La primera carrera para motocicletas con side car y pasajero correspondió a la Indian, manejada por Harry Appleton. Dividendos de la Mutua: $3.80 y $2.80 por cada dos pesos. Excelsior: Joaquín Hill, segundo, Z5.70; Harley Davidson, Teodoro Carrasco, tercero. Cinco vueltas a la pista. Tiempo del ganador: 5.48.1|5.
Segunda carrera: para máquinas de 300 pulgadas cúbicas de desplazamiento: Ganador, Mercer, manejado por George Stevens. Mutua: $3.40. Segundo Cole, Ronald Markham. Ocho millas. Tiempo: 8.16.2|5.
Tercera carrera: Ganador, Indian, manejada por Harry Apleton, Mutua: $2.70. Segundo: Féli Fernández, Harley Davidson, $3.30. Tercero, Harley Davidson, Santiago Martell. Diez millas. Tiempo: 9.23.4|5.
Cuarta carrera: para máquinas hasta 231 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Ganador, Dodge, Marcelino Amador, $3.00 y $2.30. Segundo: Ford de Kelly, Oscar Alvarez, $2.50. Tercero: Kelly Ford, Santiago Permuy. Cinco millas. Tiempo: 5.24.4|5.
Quinta carrera: para máquinas hasta 450 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Ganador, Cadillac, Alvino Garlasco: $5.40, $2-70. Segundo Cole S, Ronald Markham: $2.60. Tercero: Marcelino Amador, Cole S. Diez millas. Tiempo: 9.34.2|5.
Las carreras resultaron muy emocionantes, con especialidad la quinta, en la que Alvino Garlasco hizo alarde de su maestría con el timón de la veloz Cadillac, manteniendo a sus rivales a igual distancia en las diez vueltas del recorrido.
Momentos después de finalizar la cuarta en la que triunfó Marcelino Amador sobre la Dodge, dicho driver encomendó a sus ayudantes el traslado de la máquina desde la pista hasta eI paddock de estacionamiento durante los intermedios, y dichos mecánicos en su afán por probar la emoción de la velocidad, decidieron dar una vuelta a la pista antes de cumplir el encargo que se les encomendó, con tan mala suerte que la máquina se volcó y lanzó a sus ocupantes, sufriendo éstos algunas lesiones de las que fueron atendidos en el botiquín previamente establecido en la pista.
Las carreras que se celebrarán esta tarde han de superar en Importancia a las de ayer, debido a la potencia de los contendientes que han de luchar en varias de las justas que integran el programa.
Los aficionados ansían ver llegar el momento en que se dispongan a hacer su salida a la pista esta tarde los “ases” locales Stevens a bordo de la veloz Mercer, “fantasma” que ayer no corrió y Garlasco en la Cadillac con que tan brillante prueba realizó ayer tarde.
Ronald Markham, Paul Sartori y Marcelino Amador a su vez componen el trío que presentará la gran batalla también en la carrera de categoría abierta, quinta del programa, a los dos anteriores en opción al magnífico premio de tres mil pesos y cuotas correspondientes a tan interesante competencia.
Programa de las carreras de esta tarde. La primera comenzará a las dos en punto.
Primera Carrera. Para motocicletas con side car. Cinco millas. Premio 400 posos y cuotas.
- Ecelsior: Carlos Ahrens.
- Indian: Harry Appleton.
- Excelsior: Jackie Hill .
- Indian: Antonio Martin.
Segunda Carrera. Para máquinas hasta 300 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Diez millas. Premio 800 pesos y cuotas.
- Mercer: George Stevens.
- Nash: Ronald Markham.
- Buick: Fred Spencer.
- Dodge: Marcelino Amador
Tercera Carrera. Para motocicletas de carrera. Quince millas. Premio 600 pesos y cuotas.
- Excelsior: Carlos Ahrens.
- Indian: Harry Appleton.
- Excelsior: Jackie Hill.
- Harley Davidson: Félix Fernández.
- Indian: José de Pool.
Cuarta Carrera. Para máquinas hasta 231 pulgadas cúbicas de desplazamiento. Cinco millas. Premio 800 pesos y cuotas.
- Ford de Kelly: Oscar Alvarez.
- Ford de Kellly: Santiago Permuy.
- Especial Alfonso: Enrique Alfonso.
- Dodge: Marcelino Amador.
Quinta Carrera. Categoría abierta. Veinte millas. Premio 3,000 pesos y cuotas.
- Havana Auto Special: George Stevens.
- Cole 8: Ronald Markham.
- Buick: Fred Spencer.
- Stutz: Paul Sartori.
- Stutz: Antonio Campa.
- Cadillac: Alvino Garlasco.
En las carreras de esta tarde regirán los precios de tres pesos la entrada al Grand Stand y un peso al Stand Chico. Palcos, quince pesos. La primera carrera dará comienzo a las dos y media en punto.
Habaneras: Oriental Park. La Mercer número 1.3
Triunfó… Triunfó la Mercer. Repito lo dicho esta mañana que su victoria repercute vivamente en la Havana Auto y por consecuencia en los señores Suiblie, Mendoza, Batista, en todos cuantos integran la floreciente empresa automovilista. Llega también el resonante éxito de la máquina, para su júbilo y su satisfacción, hasta el cronista.
Soy partidario de la Mercer. Es mi máquina.
De la emocionante carrera, premiada con 3.000 pesos, fué el héroe Stevens. El driver del día. Corrió abundante el champagne en el palacio de la Havana Auto después de la gran fiesta automovilista de ayer.
Precursora de la s grandes competencias que comenzarán el sábado próximo en la pista de Oriental Park y para las que ha contratado la dirección del Jockey and Auto Club a los famosos drivers internacionales Ralph de Palma, Louis Chevolet, Tommy Milson, Ira Vail, Eddie Hearne, Joseph Boyer y Ken Goodson. Están al llegar todos. Un coloso ese Ralph de Palma.
A la carrera inaugural del próximo sábado seguirá la del domingo para cerrar la expectante serie el sábado y domingo inmediatos. Todas con los ases de la velocidad.
La competencia de ayer llevó un gran público al Hipódromo de Marianao. Damas de nuestra sociedad, en numero considerable, resaltaban entre el nutrido concurso que reuníase en la glorieta. Renuncio a toda reseña. Resultaría interminable.
A las carreras sucedió en la elegante casa del Jockey Club una fiesta animada y lucida en la que hizo los honores el muy amable y muy cumplido Mr. Bruen. Un diner dance delicioso.
Las mesas, distribuidas convenientemente, aparecían adornadas con rosas del jardín vecino. El gran jardín de los Armand. Un Clavel eterno.
Entramos ya de lleno en la etapa más interesante de la gran temporada automovilista. Hay que pedir con tiempo los palcos del gran stand para las carreras del sábado y domingo. Carreras internacionales. Sin precedente.
Bibliografía y notas
“Las Carreras de Automóviles”. El Fígaro, Periódico Artístico y Literario. Año 37, núm.. 10 y 11, Abril 4 y 11 de 1920, p. 180.
- “Las Carreras de Automóviles de Hoy en Oriental Park.”. Diario de La Marina. Año LXXXVIII, núm. 94, sábado 3 de abril 1920, p. 7. ↩︎
- “Las Carreras de Automóviles Constituyeron un Gran Espectáculo”. Diario de La Marina. Año LXXXVIII, núm. 95, domingo 4 de abril 1920, p. 17 ↩︎
- “Habaneras: Oriental Park. La Mercer número 1”. Diario de La Marina. Año LXXXVIII, núm. 80, lunes 5 de abril 1920, p. 4 ↩︎
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