
La sociedad de Pelleyá y Hermano importadores de carbones de todas clases en Cuba. La fabricación de azúcar como industria nacional experimentó en las zafras de 1916 y 1917 un aumento sin igual y sin precedentes, principalmente por razón de haber ingresado Cuba en el grupo de naciones aliadas.
Por este hecho la producción azucarera pasó a ser una necesaria contribución o aporte nacional a la Entente más bien que potestativa industria de lucro para la República.
Problema difícil ha sido en determinados momentos el de disponer en los ingenios de braceros en número suficiente para las operaciones de esta exigencia agrícola; pero en modo alguno es comparable el cariz de ese problema con el del carbón, que era el más difícil durante el período de la I Guerra Mundial.
A tal punto era de importancia este aprovisionamiento que fué el primer artículo de consumo controlado por disposición gubernativa y fué también el primer artículo que inquietó a nuestras autoridades cuando se dibujó, en próxima perspectiva, el fantasma de un conflicto, el de la carencia para sostener el necesario consumo en industrias tan necesarias como el alumbrado y la tracción, generadas por corriente eléctrica.
Los carbones y principalmente los minerales habían de ser, especialmente en países como Cuba, verdaderos artículos de primera necesidad. Y por ende necesarias eran casas que, como las de Pelleyá y Hno., S. en C., resolvían ese pavoroso y primordial problema.
En 27 de noviembre 1914 presentó demanda la Pelleyá a la Secretaría de Agricultura con el fin de utilizar la marca “Admiralty” para sus carbones minerales.
La casa de Pelleyá y Hno. era una de las más importantes de Cuba y la que en nuestra Capital ocupaba situación tan excelente que admitía calificarse de privilegiada, ya que su emplazamiento era en verdad, inmejorable.
En la Calzada de Cristina, 3, paso urbano obligado para Jesús del Monte, en la esquina a la de Castillo tenían los señores Pelleyá las oficinas y el depósito de los productos que importaban.
Estas importaciones se hacían por las adquisiciones que la casa Pelleyá y Hno. realizaba periódicamente en los principales centros productores de los Estados Unidos, siendo especialidad de esta casa los carbones de “New River” y “Westmoreland” elevándose a 100.000 la cifra de toneladas que importaba al año.
Al frente de esta casa importadora figuraban, como gerentes, los señores José Pelleyá y Junqué, Roberto Pelleyá y Junqué, Miguel Eterna y Bocalandro, siendo comanditarios los señores Digón y Hermanos y Luis Pelleyá y Junqué.

Nos ha sorprendido agradablemente conocer la extraordinaria rapidez con que esta firma, iniciando en 1911 sus operaciones, vió multiplicar sus operaciones, como lo prueba este dato: la venta mensual era, cerca de 1918 de 9.000 toneladas, contra 1.000 que era la venta al principio.
El capital social, según la escritura social del año 1917, se elevaba a $100.000.
La esfera de acción de la casa que nos ocupa era, principalmente la venta a los Ingenios, operaciones que realizaba previa la estipulación de contratos que se preparaban de una a otra zafra.
Dato que habla muy alto de la seriedad de esta casa y rasgo elocuente de la solvencia moral que su concienzuda conducta proclamaba era que, a pesar de la escasez del carbón, la casa Pelleyá y Hno. surtió a todos sus clientes sin aumentar los precios estipulados en los contratos.
Doblemente meritorio era tal comportamiento por cuanto que así favoreció y de modo esencialísimo la apetecida normalidad en el suministro de esta indispensable materia, que era para los ingenios verdadera savia o indispensable factor de elaboración.
La excelente situación de esta casa a que aludimos antes se comprende al saber que los terrenos del Depósito y Oficinas —que ocupaban una extensión de 5.000 metros cuadrados— tenían un enlace con la vía del ferrocarril del Oeste y para completar esta ventaja disponía de una potentísima grúa movida a vapor que cargaba diariamente de 600 a 700 toneladas.
Para realizar las adquisiciones de carbón en los Estados Unidos y disponer sus embarques, cuyo transporte, desde el Norte, se hacía directamente, la casa Pelleyá y Hno. tuvo montada una oficina en New York, en el Hotel Mac Alpin, al frente de la que se hallaba uno de los gerentes, el señor Miguel Eterna y Bocalandro.
Pelleyá y hermano S. en C. y el conflicto con la Secretaría de Sanidad y Beneficencia
La Secretaría de Sanidad y Beneficencia dispuso la clausura del depósito de carbón mineral, propiedad de Pelleyá y hermano S. en C., que se encontraba en el tres de la Calzada de Cristina entre las calles de Pila y Castillo, y para el que desde 9 de noviembre de 1911 el Ayuntamiento de la Habana había concedido licencia siendo en aquella época propiedad de Pelleyá Andreu y Co.
En 25 de abril 1917 varios vecinos de las calles cercanas a la Calzada de Cristina habían solicitado a la Jefatura Local de la Habana el traslado del depósito de carbón a otro lugar por razones de salud pública y la Secretaría de Sanidad dió su visto bueno.
Ante la protesta de Pelleyá y Hno. el presidente Mario García Menocal y Luis Azcárate secretario de justicia resolvieron en 26 de septiembre 1918 dejar aplazado el cumplimiento de clausura del almacén hasta que la situación de la república como país beligerante en la guerra europea lo permitiese.
Bibliografía y notas
- Boletín Oficial de la Secretaria de Agricultura, Comercio y Trabajo. Año X, Vol. XVII, núm. 6, 1 de enero 1915.
- “Resolución Presidencial publicada en la Gaceta Oficial de 30 de septiembre de 1918”. Colección Legislativa. Decretos y Resoluciones de 1 de septiembre a 31 de diciembre de 1918. Vol. 62, Habana, 1928, pp. 881-883. En línea: https://www.google.ca/books/edition/_/n00rAQAAMAAJ?hl=en&gbpv=0
De interés: Personalidades y negocios de la Habana
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