Resumen
El Centro Histórico de la ciudad de Matanzas rompe con la concepción que tienen las diferentes ciudades coloniales de desarrollarse con murallas. Matanzas es una ciudad abierta, donde el suelo se distribuye de forma equitativa, teniendo la capacidad de tener grandes construcciones e industrias, sin cambiar en lo esencial las medidas de las manzanas y el ancho de las calles. Fue en sus inicios una ciudad intrarríos, y precisamente uno de ellos, el San Juan, se erigió como el principal escenario de su desarrollo económico.
Caracterizaron sus márgenes un conjunto de bellas edificaciones de fisonomía marcadamente unitaria, representativas de las corrientes neoclasicistas de moda, donde la unidad de la escala y las relaciones volumétricas se encargaron de completar la obra de la naturaleza. En su margen derecha las casas almacenes matanceras – únicas de su tipo en Cuba – y en la izquierda los bellos y funcionales almacenes de azúcar, hoy en ruinas.
El paso del tiempo, la falta de mantenimiento, la ausencia y violación de regulaciones urbanas, la despreocupación y el desconocimiento, de no pocos, de sus valores, la “modernidad”, y el mal gusto de muchos de sus moradores actuales se han encargado de desvirtuar y hasta borrar muchas de las edificaciones protagonistas de lo más avanzado de la arquitectura que caracterizó el período de la ilustración matancera. Se rompe así el vínculo establecido entre urbanismo, arquitectura y paisaje.
Hoy día, aún sin encontrar el modelo de gestión eficaz que permita preservar y proyectar al futuro sus valores, sólo nos ha sido permitido soñar en la renovación urbana de esta importante vía fluvial, excepcional, única y maravillosa. El trabajo que presentamos, además de proponer lineamientos generales para su rehabilitación, ilustra estrategias de actuación para sus riveras, trabajos que, como la ciudad, esperan por el merecido reconocimiento.
Un acercamiento a Matanzas
La ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas, capital provincial, vino al mundo, el 12 de octubre de 1693, como lugar de privilegio. La naturaleza brindó para su asiento un entorno singular, ondulaciones más que montañas, aguas de excepción, turquesa en la bahía y frescor en los manantiales del Pompón, cuatro ríos con más encanto que caudal y sobre ellos, puentes, centenarios o contemporáneos, pero siempre inspiración para artistas.
Un relevante conjunto arquitectónico conforma el Centro Histórico de la ciudad. Homogeneidad estilística, buen gusto y sobriedad lo caracterizan. A partir de las plazas de la Vigía y de la Libertad (Monumentos Locales) se desperdigan las solariegas casonas del XIX; descuellan edificaciones como el Teatro Sauto (MN), escenario de grandes figuras del arte universal; el Palacio de Junco, en otros tiempos residencia particular y hoy Museo Provincial; los actuales hoteles Louvre y Velasco que deleitan al observador.
Como anillo rodean la urbe el Valle de Yumurí, de fisonomía irrepetible, encarnación de la cubanía, las Cuevas de Bellamar (MN), tejidas por delirantes hadas; la Ermita de Monserrate, el Museo Farmacéutico (MN) y la Iglesia San Pedro Apóstol de Versalles, emblemas de la matanceridad. Dos celosos guardianes la cuidan, el Castillo de San Severino (MN), fortaleza militar concebida como parte del sistema defensivo de la Habana, deudora de ser considerada Patrimonio de la Humanidad y la batería El Morrillo (MN), enclave dieciochesco y templo de luchas antimperialistas.
Con una disposición en forma de anfiteatro descendiente hacia su bahía, atesora un gran número de espacios de gran interés, edificados, naturales y hasta armoniosamente hermanados. La mayoría de estos espacios, aunque descalificados, podrían recuperarse con inversiones a mediano, corto y largo plazo, políticas adecuadas y un modelo de gestión, que sobre la línea de otros existentes en el país, asuma personalidad propia, y responda a las necesidades de esta urbe excepcional y única en el contexto nacional y de América.
Entre estos espacios a los que nos referimos, degradados y subutilizados, víctimas de una errónea irreverencia hacia el pasado, que claman por un rescate consciente y una adecuada y necesaria interpretación de sus valores, que sea capaz de devolverle encanto, belleza, jerarquización y se proyecten al futuro como símbolos de la matanceridad, tenemos el sector urbano de las márgenes del río San Juan, cuya renovación es una deuda con la Atenas de Cuba.
De sus ríos, …el San Juan
Los ríos son para Matanzas lo mismo que las murallas para La Habana, no será hasta la explosión económica del siglo XIX que la ciudad entrepuentes cruzaría estos límites naturales creando así un antes y un después. Dos serian las barreras a salvar el San Juan y el Yumurí como dos serían los nuevos barrios. El cruce del San Juan dio paso a la fundación del barrio de Pueblo Nuevo, enclave industrial desde sus inicios ubicado en la única llanura que posee la ciudad. Este acogió una población menos acaudalada pero pretensiosa. Hacia el límite norte de este barrio, correspondiente a la ribera sur del San Juan se desarrolló un puerto fluvial con edificaciones construidas para almacenes de depósito y otras industrias.
El histórico San Juan, Caonabaco o Matanzas nace en la loma de Santa Ana, es un río consecuente, que abarca una extensa cuenca de tipo permanente con alimentación fundamentalmente subterránea y pluvial; tiene tres arterias importantes en su estructura fluvial, el San Agustín, el Cañas y el propio San Juan. Su anchura máxima se ubica en la porción noroeste del barrio La Jaiba con 110 metros. Muestra profundidades entre 2 y 3 metros, lo que lo hace navegable. Goza aproximadamente 16 kilómetros de largo y desemboca en la Ensenada de Judíos, entre los barrios de Matanzas y Pueblo Nuevo y fue urbanizado desde la fundación de la ciudad.
Hacia la ribera norte y límite del área fundacional, y como consecuencia del desarrollo económico y la necesidad de ampliación del trazado de las calles fundacionales (Río, Medio y Ciénaga), se traza entre 1832 y 1834, bajo el Gobierno de Francisco Narváez y Bordeses, bordeando el río, la calle que toma el nombre de tan ilustre personalidad de la época: Narváez, donde se establecerían suntuosas viviendas que respondían a la tipología casa y almacén, únicas de su tipo en Cuba, e industrias menores, dando a esta vía fluvial una intensa actividad portuaria, caracterizada como el rostro de la ciudad al mundo. Sus primeras manzanas fueron reconocidas como las manzanas de oro de la arquitectura doméstica matancera.
Hoy, ambas riveras, paradójicamente son las más descalificadas de la urbe, en la sur sólo quedan ruinas de suntuosos almacenes de estilo neoclásico, plagadas de viviendas de pésima imagen, talleres, bases de transporte, a la que se incorporan, producto de la indisciplina social y el no estricto cumplimiento de las obligaciones del control urbano, un grupo de edificaciones que se «pretenden ser reconocidas como viviendas», en un contexto de pésimas condiciones higiénico-sanitarias que degradan el medioambiente.
La rivera norte, presenta un avanzado y progresivo deterioro constructivo de la mayoría de los inmuebles, «salvo» los utilizados para la Escuela Provincial de Música y Artes Plásticas. Caracterizadas por la ausencia de portal, la medianería de sus linderos y un puntal que varía desde los 3 a 11 metros, las elegantes edificaciones del XIX se nos muestran despojadas de los encantos academicistas que primaron en la consolidación de esta ciudad ilustrada, Neoclásica por excelencia. Pésimas condiciones higiénico sanitarias, resultante de los vertimientos de residuales al río, microvertederos, roturas de tuberías, desbordamiento de fosas, falta de pintura, presencia de plantas parásitas y el estado de abandono y ruinoso en que han llegado a nuestros días, mucho desfavorecen la imagen ambiental del conjunto, acentuando al deterioro de las condiciones medio – ambientales del entorno. Una red vial en pésimo estado, el malecón destruido por tramos, carente de pintura y con déficit de áreas verdes, a lo que hay que sumar la inserción de espacios públicos de mala factura, entorpecen el buen desarrollo del hábitat en la zona.
Las debilidades de este sector insuficientemente valoradas hoy, ofrecen una oportunidad única a los matanceros y cubanos, desarrollar un paseo cultural fluvial dentro de un centro histórico tricentenario de altos valores culturales.
El San Juan y sus riveras, además de ser el eslabón fundamental que posibilitó el despegue económico-social de la ciudad en el siglo XIX, se ubica en el centro geográfico de la ciudad tradicional, con una área urbanizable de más de cuatro hectáreas frente a un congestionado centro político administrativo al que para vincularlo sólo haría falta una simple pasarela, fragua de los constructores matanceros.
Se erige como eje direccional importante a escala urbana; es la mejor conexión entre la plaza fundacional (Plaza de la Vigía) y la hoy reconocida Plaza del Mercado (por haber sido el área donde se edificó en 1860 y demolió, en la década del 60 del pasado siglo, el regio Mercado de Santo Tomás). Además, perpendicularmente, por la calle Ayuntamiento, puede establecerse la necesaria conexión entre el Parque de la Libertad y el barrio de Pueblo Nuevo.
La concentración de altos valores no reconocidos y la posibilidad real de perderlos, así como la oportunidad de estudiar y abrir inversiones a corto, mediano y largo plazo con su valorización e inclusión en el sistema turístico regional y nacional, y hasta formando parte del desarrollo de la actividad cuentapropista, le otorgan un papel protagónico en el desarrollo local.
Los valores dentro del sector que analizamos se concentran en ambas márgenes del rio San Juan. En su mayoría, los tangibles, han sido altamente degradados por la acción del tiempo y el hombre, y los intangibles, casi olvidados e irreconocidos.
Desde el punto de vista de imagen urbana, las márgenes del río San Juan son una de las áreas más degradada de la ciudad, sin embargo, en la rivera sur se localizan grandes espacios libres con mucho potencial para desarrollar.
La degradación constructiva y ambiental que lo caracteriza, y su potencial y diario incremento, por no tomarse urgentes medidas y ejecutar acciones emergentes factibles y viables, capaces de detener el deterioro, son debilidades que incrementan las amenazas de perder unos de los paisajes urbanos más importantes e interesantes del país y todo el contexto americano.
La renovación o recuperación de las márgenes del San Juan admite todas las categorías de intervención, con potencial destaque para las intervenciones refuncionalizadoras integrales, que tengan como principio enlazar historia, paisaje, urbanismo y arquitectura.
La recuperación de los márgenes del San Juan es una deuda con la Atenas de Cuba, que mucho más que provocar lamentos, la sentimos como fortaleza, porque así degradada, aun la tenemos, y si no hemos sido capaces de aprovechas las oportunidades, seguiremos soñando por la materialización de alguna de las variadas propuestas que se han realizado desde la década de 1970 por parte de urbanistas, arquitectos y entidades matanceras, que han querido hacer un esfuerzo por recuperar el área más importante y degradada de la ciudad, y que les mostraremos como epílogo de este trabajo.
Plano del centro de la ciudad donde se pueden apreciar las márgenes del río San Juan, su direccionalidad entre las plazas de la Vigía y la del Mercado, así como la factibilidad de comunicación directa del centro tradicional con el barrio de Pueblo Nuevo a través de la calle Ayuntamiento.
…a manera de conclusiones
Los matanceros vivimos orgullosos de nuestra ciudad y no deseamos cambiarla por ninguna otra, solo reclamamos una mayor protección y defensa de sus valores históricos y más exigencia en las vías para encontrar más felicidad al desandar por sus y calles y rincones, que no están perdidos, sino guardados en los corazones de sus amantes.
La ciudad cuenta con grandes potencialidades históricas, culturales, arquitectónicas y paisajísticas, sin explotar o subutilizadas, para el desarrollo del turismo.
Nos hemos preocupado más de su expansión, que de la consolidación de lo ya edificado, olvidando aspectos tan elementales como el de su mantenimiento y conservación, así como el de su memoria; siendo esto la causa del abandono a que ha estado sumido en el tiempo el Centro Histórico Urbano y áreas tan importantes como las márgenes del río San Juan.
Encontremos el camino, continuemos soñando, sigamos creando utopías, al menos – como decía Mario Benedetti – la utopía sirve para caminar, y estamos seguros que caminando encontraremos el camino correcto.
…y como recomendación
Luchar, luchar y seguir luchando, no fatigar en el empeño, Matanzas es y será siempre la Atenas de Cuba.
…y ahora el epílogo
Proyecto Ganador del Primer Premio del Concurso Nacional «Plaza de la Revolución Juan Gualberto Gómez» de Matanzas, en la ribera sur del río San Juan, 1990. Proyectistas: Ramón F. Recondo Pérez / José Diwaldo García Sánchez / Rogelio Castillo Escribano.
El proyecto para la Plaza de la Revolución de Matanzas tuvo un carácter específico que presupuso el diseño y solución de una serie de objetos y requerimientos de funciones con especialidades disímiles. El diseño era expresión del desarrollo económico, político, cultural y urbano alcanzado por la ciudad, así como de sus principales hechos históricos y personalidades vinculadas a ellos, siendo Juan Gualberto Gómez la figura más representativa y la que le daría nombre al conjunto.
Se propuso para la margen sur del río San Juan correspondiente al barrio de Pueblo Nuevo. Esto permitiría a la plaza ser el elemento de unión entre la zona histórica de Matanzas y las áreas de nuevo desarrollo, vinculando el entorno natural y urbano de una manera orgánica, bajo el concepto simbólico de la integración con el río San Juan y la posibilidad del mismo de penetrar en la ciudad. Matanzas es la única de las antiguas provincias que no ejecutó su plaza.
«Un paseo entre puentes». Proyectistas: Mayra de Zayas Quiles / Andro Martell García.
«Un paseo entre puentes» es el título del proyecto realizado por la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería-EMPAI de Matanzas para la renovación de la zona de los antiguos almacenes de depósito de Pueblo Nuevo. La propuesta plantea la creación de un gran parque urbano donde se ubicaba la antigua Plaza de la Ciénaga, sector urbano conocido actualmente como «La yuca agria», con un corredor verde a lo largo de la rivera sur del río y la inserción de nuevas funciones de servicio en toda esa franja.
Según los estudios previos que se hicieron, se llegó a la conclusión de que la zona era capaz de promover áreas de esparcimiento para la población y generar recursos para la ciudad. Las funciones propuestas incluyen la creación de áreas deportivas, cafeterías, restaurantes, galerías, espacios públicos de concentración para actividades culturales y políticas, una parcela para agricultura urbana, la plaza del mercado agropecuario y parqueos entre otras.
Nueva propuesta para la reanimación urbana de las márgenes del san Juan. Proyectista: Osvaldo Galup Martínez.
La propuesta también plantea la creación de un parque urbano con un paseo verde a lo largo de la rivera sur del río San Juan. Al recorrido sinuoso con curvas suaves del paseo y la plaza parque, se le incorpora una arboleda en toda su extensión, con tratamiento de jardines.
Las nuevas funciones incorporadas incluyen salas de exposición, talleres de artesanía, mercado, una sala polivalente, restaurantes, parcelas para la agricultura urbana, un espacio para feria de las flores y un subsistema de cafeterías.
Las bases conceptuales generales a escala urbana planteadas tienen como alcance la revitalización del Centro Histórico, la refuncionalización de las instalaciones industriales abandonadas, el rescate de edificios patrimoniales, el mejoramiento de zonas insalubres, la vialidad, la vivienda, etc.
Propuesta de la Dirección Provincial de Planificación Física-DPPF Matanzas para la calle Narváez. Proyectista: José Rojo Campoamor y equipo.
La propuesta presentada por la Dirección Provincial de Planificación Física-DPPF Matanzas para la calle Narváez tiene como objetivo la rehabilitación, adecuación y reanimación de toda la margen norte del río San Juan.
Plantea la creación del bulevar de la ciudad desde la calle Magdalena hasta Ayuntamiento y el mejoramiento del vínculo con la actividad de la primera, además, la recalificación, dentro del fondo habitacional existente, de aquellas viviendas ubicadas en sótanos que no tienen condiciones de habitabilidad, cuyos moradores serían reubicados y los locales utilizados para uso cultural y de servicios. Propone el traslado de los almacenes, talleres, garajes y demás actividades incompatibles hacia el área propuesta en el Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano y la creación de espacios públicos y de servicios, tales como parque infantil, discoteca, restaurante y un área para actividad campesina.
Concibe la construcción del paso peatonal sobre el río San Juan, la construcción de un punto náutico para actividades de buceo y pesca, así como la rehabilitación del embarcadero de lanchas y la rehabilitación de los antiguos almacenes de la margen opuesta. Prevé la reforestación con arbustivas de toda su ribera.
Supone el dragado del río, la limpieza de ambas márgenes, la reparación de todo el muro del malecón, mejora y reconstrucción de las aceras, las vías y la red hidrosanitaria, llegando al estudio de la solución final de tratamiento de residuales.
Trabajo de Diploma Rehabilitación de centros históricos en la provincia de Matanzas. Ilustraciones para el rescate integral del patrimonio. Casos de Estudio: San Carlos y San Severino de Matanzas y San Miguel de los Baños.
Graduandos: Maurys Alfonso Risco / Yunior Gutiérrez Lau / Erick Denis Falcón / Pedro Yuniesky Rodríguez. Tutores: Isabel Rigol Savio / Mario Coyula Cowley / Ramón F. Recondo Pérez. Curso 2007/2008.
El Trabajo de Diploma está enmarcado dentro la investigación y propuestas para la conservación y rehabilitación en localidades con valores patrimoniales. Dividido en tres capítulos, su estructura es como sigue:
En el primer capítulo se realiza un estudio de los procedimientos, conceptos y formas de intervención basados en la Conservación Integrada Urbana y Territorial y el Desarrollo Sostenible Urbano dentro de centros patrimoniales. Se presenta también un estudio a escala territorial de la provincia de Matanzas, llegando hasta la justificación de la selección estratégica de la ciudad de Matanzas y el poblado San Miguel de los Baños, donde se propone cómo intervenir para su recalificación.
En el segundo se realiza un análisis de la ciudad de Matanzas y su relación con el área seleccionada, previa justificación de su elección. La misma corresponde al eje que forma el Río San Juan a su paso por el centro de la ciudad. Luego de estudiar las tendencias internacionales y nacionales de rehabilitación, en zonas portuarias con valor patrimonial, se llega a la elaboración de lineamientos generales y ejemplos ilustrativos para la recalificación del entorno por medio de la valorización del suelo partiendo de la revitalización de los espacios públicos.
En el tercer y último capítulo se realiza un análisis del poblado de San Miguel de los Baños. Se hace referencia a intervenciones nacionales y foráneas en pequeñas comunidades rurales, con vistas a su rescate desde un desarrollo del turismo ecológico rural y de salud, llegándose posteriormente a un resultado similar al obtenido en la ciudad de Matanzas pero acotado a la escala local.
Maurys Alfonso Risco dice
Excelente artículo Recondo, buen recorrido por las propuestas y mucho deseo de hacer por la bella ciudad de Matanzas. Deseándote Muchos éxitos.
Maurys