La señora Juana Junco de Nieto fue encargada del balneario por espacio de un cuarto de siglo hasta que la muerte la sorprendiera entregada aún a tan bondadoso servicio.
En su larga y piadosa misión dió sus sanos consejos y su tierno cariño. Fue la panacea para aliviar los dolores de cuantos a ella recurrían agobiados y enfermos.
Amiga desinteresada y solícita, bondadosa enfermera lo fue para quienes fueron allí en busca de salud y de alegría. Su muerte llenó de dolor a cuantos corazones sintieron la dulce emoción de su trato afable y piadoso.
También aparece en el grabado Antonio Nieto su noble compañero veterano de nuestras gestas emancipadoras.
En la historia del barrio de San Miguel de los Baños hacemos digna mención de esta noble pareja de cubanos meritísimos, ejemplares vigorosos del campesinado cubano.
Referencias bibliográficas y notas
- Matanzas Contemporánea, Guía Provincial, Editorial Panamericano S.A., 1942.
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