La Compañía Panificadora de Matanzas estuvo situada en la Calzada de Tirry número 8 del barrio de Pueblo Nuevo en la ciudad mencionada. Tuvo esta empresa por lema y principio la opinión del pueblo que consumía sus productos y por ello decía que su fiscalizador era el mismo público.
Era una fábrica modelo en la que el trabajo manual se había suprimido completamente. Así, se encontraban entonces sus productos exentos de sudores y otras secreciones humanas, de las que inevitablemente se mezclaban con la masa del pan cuando se empleaban los viejos procedimientos.
Se especializaba la compañía en los bizcochos champagne y galletas de María.
Constituían la empresa los siguientes señores:
- Dr. José Cabarrocas, presidente.
- Enrique Aldrich, administrador.
- Antonio Menéndez, tesorero.
- Víctor Cué, contador.
- Agustín Rodríguez, secretario.
- José R. Varela, vocal.
- Braulio Blanco, vocal.
- José García Blanco, vocal.
- José García Suárez, vocal.
- Emilio Villa, vocal.
En el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial correspondiente a 1945 aparece mencionado el traspaso de las designaciones “Yumurinas” y “Compañía Panificadora de Matanzas S. A.” a favor de la “Compañía Industrial Prada y Lama S. A.”
En diciembre de 1948 el nombre comercial de Prada y Lama se aplica con su correspondiente certificado de propiedad a las actividades del negocio, las que son Panadería y Fábrica de Pasta, Gluten y Galletes Finas dentro del territorio nacional.
Bibliografía y notas
- “La Compañía Panificadora.” Magazine de La Lucha, 1924.
- Personalidades y Negocios de Matanzas.
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