El Colegio La Luz fue un prestigioso centro educacional fundado en 1899 por el excelso maestro y pedagogo matancero Eduardo Meireles Brito. Estuvo este primer colegio situado en la calle de Tello Lamar (Río) No. 6 de la ciudad de Matanzas, Cuba.
En el año de 1914 se amplió alquilándose para este propósito las casas contiguas números 8 y 8 ½. En junio de 1917 se decidió su cierre hasta que en septiembre de ese año se reabrió en una casa de la misma calle. El plantel disfrutó de un indiscutible prestigio mantenido a través de los años por los Drs. Florencio Calderón, Joaquín Añorga y Carmen Anglade.
En 1921 fue trasladado al lugar más céntrico de la ciudad de Matanzas, en la esquina donde se cruzan las calles Milanés y E. Blanchet (Santa Teresa) frente al parque de La Libertad. Ocupaba el Colegio las dos plantas altas del edificio en que radicó durante mucho tiempo el Instituto de Segunda Enseñanza. Fueron sus aulas amplias, ventiladas y claras.
Para 1923 co-dirigían el Colegio laico los señores Joaquín Añorga, también administrador y Florencio Calderón, igualmente formaban parte del claustro de profesores en compañía de Gustavo Loredo, Berta Labourdette y Edelmira Cabrera. En este momento contaba el alumnado con mas de 160 pupilos en régimen externo.
Al iniciarse el curso de 1941-1942 fue reorganizado incorporando a su profesorado un magnífico conjunto de pedagogos y profesores especializados pertenecientes en su mayoría a los claustros del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, la Escuela Normal de Maestros y la Escuela Profesional de Comercio, profesores todos consagrados a la enseñanza durante muchos años los cuales aunaron voluntades para convertir el colegio La Luz en el orgullo de Matanzas.
Se impartía en sus aulas la enseñanza primaria elemental y superior en sesiones distribuidas en ocho grados. Se utilizaban modernos metodos recomendados por eminentes pedagogos como Meumann, Biñet, Stanley Hall, Aguayo, Kapler, etc.
La educación física de los alumnos ocupaba un importante lugar en la vida escolar y periódicamente se sometían a una inspección médica general incluyendo oculista. También se organizaban fiestas escolares, actos sociales frecuentes y conferencias culturales para ampliar todo lo posible el perfeccionamiento intelectual, físico, moral y social del alumnado.
Contaba con un nutrido museo, magnífico material científico, mapas, láminas y un eficiente aparato de proyecciones cinematográficas en su amplio salón de actos.
Referencias bibliográficas y notas
- Magazine de La Lucha, Matanzas. 1923. p. 239.
- Matanzas Contemporánea – Guía Provincial. 1942.
- Hernández, M. (2008). Un educador y su colegio: Eduardo Meireless Brito y «La Luz» de Matanzas. Universidad Camilo Cienfuegos, Matanzas, Cuba. [PDF]
- Personalidades y negocios de Matanzas.
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