
La firma Gancedo Toca y Compañía S. en C., era conocidísima en todo el país, por lo que en él producía de beneficioso para el mismo; y era conocida también y muy estimada por su gran solvencia, en Norte América y Canadá, de cuyos países importaba enormes cantidades de madera.
La gran popularidad de la casa en Cuba se explica perfectamente teniendo en cuenta la clase de operaciones a que se dedicaba.
Propietarios, maestros de obras y arquitectos constructores, hacendados, agricultores tenían forzosamente que sostener relaciones con la casa “Gancedo Toca y Co., S. en C.” y no les pesaba, todo lo contrario, pues la puntualidad en servir pedidos y la honradez mercantil al hacerlo era el distintivo de aquella.
Así acudían, seguros de que serían admirablemente servidos quienes necesitasen maderas finas extranjeras y del país, envases, tejas y abonos químicos, uno de los productos éste último que dió tanto nombre a la casa.
Decir Gancedo Toca y Co., S. en C. equivalía a decir actividad febril, empresa, riqueza industrial y comercial, aglomeración de negocios, maquinaria en constante movimiento y numeroso personal lo mismo.
La simple contemplación de la vista panorámica de los talleres y fábricas que se alzaban en la Calzada de Concha, daba idea de lo que era aquella verdadera población que ocupaba una superficie de cien mil metros de terrenos propios, cruzados por casi todas las líneas de ferrocarril que unían a la Habana con las más apartadas regiones de la Isla.
Terrenos sitos en un radio que limitaban las calles de Concha, Marina, Villanueva y Castillo de Atarés, en los que había emplazados nada menos que treinta y seis edificios destinados a distintas industrias.
La confortante visión del trabajo y del progreso que significaba cuanto abarca el panorama citado, era obra que debía agradecerse por lo que significaba para el país y por los beneficios que le reporta en diversos órdenes, a la razón social Gancedo Toca y Co., S. en C., en cuyo progreso y florecimiento creciente tanto contribuyeron los señores:
Bernabé Toca, José Simón González y Pedro Ruiz de la Cuesta, comanditarios; el gerente, hombre de clara inteligencia y de grandes dotes administrativas merced a las cuales en aquella colmena humana, que tal parecía el citado núcleo industrial, todo funcionaba con regularidad cronométrica, Don Enrique Gancedo Toca;
Los señores Isidro Solar y Echevarría, Bernabé Gancedo Toca y Felipe Crespo, socios industriales; y a los empleados, todos, unificados en una sola aspiración cual era la del constante progreso de la importante casa.
La oficina principal de ésta hallábase situada en Concha, 3, y la oficina interior en un espacioso almacén.

Para el negocio de aserradero y almacén de madera ésta se recibía e los Estados Unidos, Canadá y de la provincia de Oriente, siendo la de esta última procedencia cortada en montes propios.
La cantidad de madera importada ascendía anualmente a 15 millones de pies. Las ventas sumaban $1,300.000. Los edificios dedicados a la elaboración de la madera en diversas formas, eran, Planta número 1, para maderas extranjeras; Planta número 2, para maderas del país; y Plantas 3 y 4, de dos pisos, destinadas a cajonería, carpintería y mueblería.
La maquinaria empleada era moderna y procedente de las más acreditadas marcas.
El Departamento de elaborar madera en general merece citarse especialmente junto con los de envases y muebles por lo artístico del trabajo en ellos rendido y por la precisión de la maquinaria cuya labor sorprendía.
El aserradero, de grandes dimensiones, llamaba asimismo la atención: su potente maquinaria, hábilmente manejada rendía enorme labor.
Toda la madera que se recibía, y la que se embarcaba elaborada ya cargábase directamente en terrenos de la Compañía, la que tenia así gran facilidad y obtenía mayor rapidez y economía tanto para la recepción como para el envío a las sucursales con que la casa contaba en la Isla y que estaban radicadas en las provincias de la Habana, Matanzas y Pinar del Río.
Entre los edificios que hemos dicho que se alzaban en los terrenos de la Compañía había uno destinado a la fabricación de abonos químicos.
Esta es otra importante producción a la que la casa Gancedo Toca y Co., S. en C. dedicaba atención preferente, habiéndose montado al efecto una fábrica dotada de todos los elementos y de maquinaria especial, moderna.

En la fabricación del abono intervenían como materias primas relleno de “Taicaje”, “Murciélago” y estiércol molido.
El resultado era inmejorable, y así lo reconocían hacendados y agricultores quienes en las siembras de caña especialmente hacían gran consumo del abono químico que tenía sobre otros la ventaja de no contener substancias que, si bien de momento parece que dan gran vigor a la tierra, resultan perjudiciales y altamente nocivas.
Al frente de la fábrica estaba el señor José M. Cuervo y como segundo figuraba el señor Eduardo Peña, ambos conocedores de la materia y sumamente expertos.
En aquella se invirtió un capital de $100.000 no contándose los terrenos. Tuvieron sucursales en Matanzas, Cárdenas, Jovellanos, Güines, San Antonio de los Baños, Pinar del Rio, Güira de Melena, Alquízar, Gabriel, Consolación del Sur y los Palacios.
El número de obreros ocupados en la fábrica era de 60. Las ventas anuales ascendían a 100.000 sacos, representando un valor de $1.000.000.
La casa Gancedo Toca y Co. S. en C., era como puede verse por los ligeros apuntes que hemos escrito, una de las que más honraban a la industria nacional, y era popularísima y respetada reconociéndosele su gran importancia y solvencia sólida.
Toca y Gómez Sedería y Quincalla desde 1887
Habana, 19 de junio de 1887. Sr. Director del Diario de La Marina.1
Muy Sr. nuestro: En esta fecha y por ante el notario público D. Arturo Galletti, hemos constituido sociedad para dedicarnos á la importación de artículos de Sedería y Quincalla, bajo la razón de Toca y Gómez, Sociedad en comandita de la cual con socios gerentes D. Bernabé Toca y D. Tiburcio Gómez, y comanditarios D. Pedro M. Cobo y D. José Vidaillet, dueño de la fábrica de aceite de coco “La Fundadora”, de Baracoa.
Rogamos se sirva tomar nota de las respectivas firmas al pié y nos ofrecemos de V. con la mayor consideración attos. S. S. Q. B. S. M., Toca y Gómez, Sociedad en comandita. Bernabé Toca, firmará: Toca y Gómez, Sociedad comandita. Tiburcio Gómez, firmará: Toca y Gómez, Sociedad comandita.
En 1891 se disolvió la sociedad Toca y Gómez2 y, se formó otra en comandita bajo la razón de Toca, Gómez y Compañía de la que eran gerentes D. Bernabé Toca y don Tiburcio Gómez, comanditario, D. Pedro M. Cobo é industriales D. Valentín Pérez Alonso y D. Celedonio G. Pelayo, haciéndose cargo la nueva sociedad de los créditos de la extinguida.
Bernabé Toca y Campuzano
El cable nos ha dado la triste noticia de haber fallecido en Santander, tras larga y penosa enfermedad, la virtuosa dama doña Lucila Pérez, esposa amantísima de nuestro particular amigo don Bernabé Toca y Campuzano, accidentalmente en esta.3
Fué la desaparecida, esposa y madre ejemplar, viniendo la muerte á arrebatarla del seno de la familia cuando todo sonreía en torno suyo. En señal de duelo ha paralizado sus faenas la firma social Gancedo Toca y Ca., antes Gancedo y Crespo. Reciban nuestro pésame sus familiares y principalmente su desconsolado viudo, y también su sobrino y amigo nuestro don Enrique Gancedo Toca.
Bibliografía y notas
- “Comunicados”. Diario de La Marina. Año XLVIII, núm. 136, 10 de junio 1887, p. 3 ↩︎
- Diario de La Marina. Año LII, núm. 49, 26 de febrero 1891, p. 2 ↩︎
- “Necrología”. Diario de La Marina. Año LXXIII, núm. 104, 2 de mayo 1912, p. 5 ↩︎
De interés: Personalidades y negocios de la Habana
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