
Cuba, dependencia de la Florida durante el gobierno de Pedro Menéndez de Avilés por Cristóbal de la Habana. Pedro Menéndez de Aviles, que en 24 de julio de 1568 sucedió, como Gobernador de la Isla a García Osorio, fué nombrado varios años antes, el 20 de marzo de 1565, Adelantado de la Florida.
Su misión, comprobada por las investigaciones que en el Archivo de Indias de Sevilla ha hecho la historiadora Irene A. Wright (Historia documentada de San Cristóbal de la Habana, en el siglo XVI), era limpiar de franceses las tierras y aguas de las colonias españolas del Mar Caribe, a fin de salvaguardar vida y hacienda de los súbditos de S. M. Católica y conservar incólume en sus posesiones la fe religiosa.
“Encarnaba Menéndez —dice Miss Wright— la determinación de España de ejecutar por la fuerza las impracticables leyes promulgadas para hacer del hemisferio occidental el monopolio religioso del catolicismo, el monopolio político de la corona de España y el monopolio económico del puerto de Sevilla.”
Pedro Menéndez era un marino valiente y audaz, fiel a su rey, fanático de su religión, honrado a su manera y de acuerdo con el espíritu y procedimientos de la época. Con mano dura persiguió a los enemigos de su rey y su Dios, imponiendo su justicia, en nombre y para mejor servicio de ambos.
Y no sólo consiguió impedir que los franceses se apoderaran de las posesiones españolas, sino que, además, expulsó a aquellos de sus colonias, estableciendo en su lugar nuevos dominios de S. M. Católica, después de haber acabado sangrienta y salvajemente con los franceses, hombres, mujeres, niños y ancianos, pobladores de la Florida.
Para mejor realización de este vasto e importantísimo plan se le nombró Gobernador de Cuba, sin perder por ello su cargo de Adelantado de la Florida, ejerciendo el mando de la Isla por medio de sus tenientes gobernadores.
Su mando comenzó ya, militarmente, desde que Felipe II satisfecho y encantado de sus heroicas y gloriosas hazañas contra los herejes franceses floridanos, le envió en 1566 una nutrida armada auxiliar, con la orden de establecer guarniciones en las Antillas y cuidar de sus naves; de manera que García Osorio sólo ejerció, desde entonces, el gobierno civil de la Isla, ocasionando esa división de mandos dificultades e incidentes que fueron cortados por la Corona, confiándole también el mando civil de la Isla a Menéndez.
Cuba fué, pues, desde que Osorio entregó al teniente gobernador de Menéndez, Ldo. Francisco de Zayas, hasta que tomó posesión el gobernador Gabriel Montalvo, un gobierno dependiente de la Florida, así en lo civil como en lo militar.
Con la expulsión de los franceses de la Florida coincidió la aparición en el mar de las Antillas de naves inglesas que más tarde tanto daño habían de hacer a las posesiones españolas.
El primer marino inglés que visitó estos mares fué Sir John Hawkins, en 1564, que comerció en esclavos y mercaderías, con los habitantes de la Española. No obstante la indignación y protesta de Felipe II, Hawkins realizó otras expediciones, recalando en Isla de Pinos durante una de ellas.
En su tercer viaje (1567), fué atacado por una armada española muy superior en número, cerca de Veracruz, siendo derrotado, con pérdida de toda la expedición.
A Hawkins siguieron en el tráfico por los mares antillanos otros marinos ingleses, y entré ellos Francisco Drake, que tanta fama llegaría a adquirir.
No afectaron, como hemos visto, esas expediciones inglesas las costas de Cuba, pero sí llevaron al ánimo de Menéndez de Avilés y de la Corona la necesidad de la fortificación de sus puertos, dada la indefensión en que se encontraba la isla.
Menéndez si logró triunfar en la Florida, no pudo, sin embargo, limpiar de corsarios el mar Caribe, pues a los ingleses se unió también la presencia de marinos holandeses.
Se acometió, por tanto, la reconstrucción de la Fuerza. Para ello, en 15 de abril de 1570 el teniente gobernador Diego de Ribera, expresó necesitar diez mil pesos y cien negros. Sólo existían ocho piezas de artillería. Calculaba aquél que eran indispensables veinte cañones más y una guarnición de 200 hombres.
En 1571 Menéndez envió 50 soldados, que se consideraron insuficientes, para relevar a los vecinos de toda prestación de deberes militares. En ese mismo año. informó el Adelantado al Consejo de Indias que la fábrica iba con lentitud por falta de dinero y esclavos, y pedía 200 de éstos y materiales a fin de terminarla en dos años.
En 1573, la Corona situó dos mil ducados, más diez mil enviados de Méjico. En cuanto a los esclavos, no pudiendo realizarse el plan de adquirirlos en préstamo, se hizo arreglo con Juan Fernández Espinosa, que entregó en 1572 ciento noventa y uno, de los que murieron de viruela, trece, contagiando a los ya existentes, de los que a su vez fallecieron diez. La segunda remesa de 109 fué secuestrada en el camino.
La alimentación de los esclavos dio lugar a quejas y polémicas entre la Corona y los oficiales de La Habana. Al fin se logró… que S. M. Católica, “enterado de que sus esclavos no podían asistir a misa por carecer de ropas con que cubrirse, mandó que se enviasen prendas de vestir”.
Sancho Pardo Osorio, otro de los tenientes de Gobernador de Menéndez de Avilés, dió impulso a la obra durante los años de 1573 a 74, expresando en julio de 1575:
“Podríamos casi decir que está acabada la dicha obra… si tuviera artillería podría prestar servicio ya”, todo ello, a pesar de las dificultades para conseguir el envío de dinero, lo que ocasionó varias huelgas de los obreros, llegando a resistirse a continuar el trabajo, si no se les pagaba, “pues sois maestro de dicha obra hazednos pagar que no queremos socorros, sino juramos a Dios que habéis de hazer la obra vos y el gobernador y los oficiales del rey”.
Igualmente mal pagada estaba la guarnición, al extremo de que ocurrieron por ello protestas y hasta un motín.
Bibliografía y notas
- Roig de Leuchsenring, Emilio. “Cuba, dependencia de la Florida durante el gobierno de Pedro Menéndez de Avilés”. Revista Social. Vol. 17, núm. 1, enero 1932, pp. 35-36.
- Allain Manesson Mallet, Description de l’Univers, t. 5, Paris, Denys Thierry, 1683.
- Escritores y poetas de la Isla de Cuba.
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