La Nganga sabe de chivo suelto en las Aventuras de Listillo y Tareco.
Tareco se recuesta adolorido contra el respaldo de rejilla, el sillón también se queja y rechina. Se mira las patas hinchadas que reposan encima de una lata de pegamento, de las grandonas, de cuando había fábricas de calzado. Tiene desde los dedos hasta los muslos picadas de hormiga brava y del ombligo ni hablar, se parece a la teta de Ubre Blanca pero arrugada y estéril.
—¡Café Hola! Manina acaba de colar al jódeme el día ese.
Manina le mira acurrucarse y taparse con la colcha de retazos, de esas con flecos que parecen papagayos coloridos. El marido toma el libro muy lentamente y con mucho cuidado marca la página con una pluma de gallina para no olvidar lo que está leyendo. Mirando seriamente a Manina muy bajito le susurra:
—Mi negra, este libro confunde a cualquiera. Y subiendo el tono con reproche agrega ¿Ven acá, tú no tenías una pluma de otro color?
Dándole aire con un pedazo de cartón al carbón Manina intenta terminar la colada de café… y responde.
-Tarequito amorcito ¿Y si ayer nos tocó el apagón porqué hoy también? No te has dado cuenta que el Nfumbi de la cazuela se encabronó y se niega a que le den jama de cuatro patas, que lo único que pide ahora son plumas pero de gallina prieta ¡No te hagas el chivo loco ni loquito con tontera, que tú m’entendé!
El hombre abatido ante lo innegable agarra duro el libro y solo atina a contestar:
—¿Manina tú sabes qué?
Y responde ella empinándose las nalgas con las manos en las caderas:
-¿Qué de qué?
—Habla bajito que están por todas partes.
-Qué, Qué… ¿Qué cosa? Ñó siempre con el trabalenguas.
—Que te calles coño, que nos cogen.
-¿Haciendo qué? Si desde que las hormigas te cantaron el guateque lo único que has hecho es desconsolarte y lloriquear mirándote la piñita esa, ni que fueras cooperativista.
—Qué graciosa, pero vas a ir entendiendo… ¿tú crees que ese muerto es comemierda? Ese no quiere saber más ná’ de los chivos ni de las chivas. Nada de tarros ni cosa que se le parezca. La Nganga sabe que el chiva anda suelto de la mano de Lukankasi y si enseña uno se guarda dos.
[Continuará…en De Miedos, Chivos y Berenjenas.]
A. Martínez [Nov. 8, 2021]
Foto: Obra Derivada de la Biblioteca Nacional de España
[Sacrificio de un chivo, Grabados mitológicos]
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