
La acreditada casa que en la Habana giraba bajo la razón social de Barandiarán y Cía., S. en C. fué fundada en el año 1825, en el mes de febrero, por don Leocadio de Pereda, que fué el primero en Cuba que estableció la venta de libros de educación. El negocio principal de esta centenaria casa, en su fundación, era la fabricación de libros en blanco y la importación de papelería en general y objetos de escritorio.
Transcurrido algún tiempo, y habiéndose establecido en la Habana otras casas que vendían libros de educación, la gerencia acordó dejar este negocio y dedicar todas las actividades al negocio matriz o sea a la fabricación de libros en blanco y a la importación de papelería en general y objetos de escritorio.
Pero como los hombres de grandes iniciativas no pueden limitar sus actividades a una sola cosa, los gerentes de esta casa quisieron ampliar el radio de acción en sus negocios y fueron durante algún tiempo importadores de toda clase de sombreros y fabricantes de sombreros de pajilla; establecieron más tarde una gran fábrica de cartuchos de papel, dejando después de algún tiempo ambos negocios para dedicarse como anteriormente al negocio principal con mayor actividad y amplitud.

Después de algunos años de lucha y de laboriosidad, el fundador don Leocadio de Pereda logra retirarse con una considerable fortuna y queda en la gerencia don Manuel Barandiarán, quien para 1925 era comanditario de la casa y estaba retirado en su finca de Bilbao, donde era considerado por su fortuna, por su caballerosidad y por sus iniciativas. Desempeñaba el cargo de Consejero del Banco de España en Bilbao y era Presidente del Departamento de Crédito.
Conviene decir que el señor Don Manuel Barandiarán respaldaba en todos los momentos a la firma Barandiarán y Compañía.
Y entremos en detalles relacionados con los gerentes y con el desenvolvimiento y marcha de la casa: Eran sus gerentes: Don Mateo Barandiarán y Don Felipe Pérez, y comanditarios Don Manuel Barandiarán y Don Leocadio Figueredo, retirados y residentes en España.
Entre los socios industriales con derecho a la firma, el tenedor de libros, Don Pedro Gómez Moreno, quien cumplía sus bodas de plata (25 años) en la casa, y el cajero Don Ricardo Torres, que llevaba 18 prestando servicios a la misma.
La casa tenía 50 empleados muchos de los cuales llevaban más de diez años al servicio de la firma.
Todos estos datos, todos estos detalles hablan elocuentemente en favor de la firma Barandiarán y Compañía, S. en C., pero ninguno tan elocuente, ninguno demuestra la seriedad, la solvencia moral y económica de esta casa como el que a propósito hemos dejado para finalizar esta información.
Al ser decretada la Moratoria, el año 1920 en el mes de octubre, la casa tenía aceptadas letras al extranjero por valor de $600.000 y en el mes de septiembre del año 1921, había liquidado todo sin haber solicitado ningún descuento a pesar de haber experimentado grandes pérdidas en las mercaderías que por valor de un millón quinientos mil pesos, poseía en aquella en aquella fecha y cuyo precio descendió muy considerablemente.
Y en conclusión; la centenaria casa Barandiarán y Compañía, S. en C., fue sin lugar a duda, la más antigua del giro en Cuba, y una de las de más solvencia moral y económica de cuantas existían en la República, a juzgar por los datos que hemos expuesto, una de las que más hermosa historia tienen y también la más antigua de las casas del ramo, orgullo para el comercio cubano.
En diciembre de 1916 y 1919 aparece inscrita Barandiarán y Cía. en la lista de asociados de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba. Se inscribe en la calle de Mercaderes bajo la razón social Almacén de papel.
Referencias bibliográficas y notas
- Barandiarán y Cía.. en El Libro de Cuba. Habana: Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925. p. 861.
- Memoria, Año Social de 1916 en Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba. Habana: Imprenta Almacén de Papel La Habanera de Solana Hnos., 1917. [En línea]
- Personalidades y Negocios de la Habana.
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