A 24 kilómetros de la histórica ciudad de Manzanillo, se encuentra, la pintoresca villa de Campechuela, fundada durante la guerra de los diez años, allá por el de 1869.1
El rico propietario don Manuel Ferral y Monje —hoy difunto— con sus sobrinos Jesús y Ricardo Naranjo, Ramón García y Genaro Peláez, fueron los primeros vecinos de la que en aquel entonces se llamaba hacienda Campechuela.
Terminada la guerra del 68, fundaron en dicha hacienda un ingenio los señores Bartolomé Roca y Feliciano Aldereguía. El referido ingenio conocido por “Dos Amigos” fué desde aquella época y seguirá siendo, alma y vida, no sólo de este pueblo, sino de toda la comarca, por el número extraordinario de obreros que emplea en sus faenas diarias.
Al frente de dicho central, se encuentra como administrador el distinguido caballero D. Antonio de las Muñecas; como mayordomo D. Ricardo Bustamante y distinguidos empleados como Ramón Palmas. Ventura Llanusa y don Ramón Villariño, primer maquinista de la casa ingenio.
A la terminación de la guerra del 95, por primera vez, se constituyó Ayuntamiento en este pueblo, siendo su primer alcalde, por el voto popular, el señor Pedro Cabrera Garcés, teniente del Ejército Libertador, quien muy pronto se captó las simpatías de sus conciudadanos, por sus excelentes cualidades.
Por desgracia, poco tiempo vivió el Municipio, habiéndose dispuesto en Octubre de 1901, de orden superior, que se incorporó al Ayuntamiento de Manzanillo.
Hoy el pueblo se encuentra en muy buenas condiciones higiénicas, debido al celo y actividad del popular y querido Teniente Alcalde Diego Gassó Bombí, comandante de Estado Mayor del Ejército Libertador y una de las personalidades más distinguidas de de Campechuela.
La policía bajo las órdenes de su jefe Feliciano Ortiz cumple fielmente con su deber.
El comercio es numeroso contándose importantes casas, entre ellas la de Jurado, Riera, Roca, Cabrera, Granda, Tavel, etcétera.
La bahía cuenta con dos muelles, uno propiedad del ingenio “Dos Amigos” y otro para el comercio de los señores Vilalta y Guerrero. Tiene comunicación marítima todos los días con Manzanillo por medio de los rápidos vapores “Marta” y “Anita” y una línea telefónica que la pone en relación con toda la comarca.
Al frente del Juzgado Municipal se encuentra el distinguido caballero Ldo. Alfredo Forns y funge de secretario el
popular poeta y ex-director de “La Democracia” de Manzanillo, José Elías Cerviño.
En estos días se ha abierto una nueva sociedad con el sugestivo nombre de “Unión Club”, compuesta de los elementos más prestigiosos de esta villa. Su presidente lo es el ilustrado doctor Cayetano Vilalta; vice, el comandante Gassó; director, el señor Forns; secretario, Elías; vice, Fonseca; y como vocales el culto doctor Valencia, Orcasbarro, Tavel, Bustamante y otros.
Pero la nota más simpática que se encuentra en Campechuela, son sus bellas señoritas; quizás y sin quizás en ningún pueblo suceda lo que aquí: no encontrarse ninguna fea, como vulgarmente se dice.
Pueden citarse como modelos la gentil Eleuteria Cerviño, una de las profesoras más ilustradas de la villa; su hermana, siempre linda Angelita Cerviño, tan justamente elogiada por l a prensa manzanillera y la futura reina en el próximo certamen de belleza. Los hijos de Campechuela sienten no poseer el retrato de tan distinguida señorita para que hubiese aparecido también en El Fígaro.
De las demás señoritas que componen el bouquet (ramo) campechuelero, se encuentran las siempre simpáticas hermanas Jurado; las hermanas Maletas, tan bonitas como virtuosas; Cachita Cabrera, una trigueñita ideal; Aurora Cerviño, la de los ojos que enloquecen;
Las cariñosas hermanas Fernández; otra trigueñita linda: Rosalina Tejeda, la damita vencedora en el pasado certamen de belleza; la arrogante Elvira Esturo; la simpática María San Julián; la profesora Altica Medina; la gentil Fredesvinda Fonseca y su hermana Purita, una joven de ojos negros como azabache; Digna y Blanquita Guinot, tan virtuosas como distinguidas;
Julita Quesada, digna del pincel de Murillo; y Cachita Naranjo; Adela Figueredo; María Vallejo; María Rodríguez; Cachita Urquiza; Angelita Cabrera, una rubia ideal; hermanas Brau; Fella Fonseca; Florentina Portal, Margarita Jurado y otras más tan distinguidas como las expresadas.
Entre los aficionados al sport cuenta Campechuela con el distinguido y simpático Jurado. Y para terminar dos líneas dedicadas al coronel espirituano Rafael del Castillo y Cañizares y á la inolvidable Lolita Jurado, desaparecido del mundo de los vivos y á quien tanto distinguió esta sociedad.
Hipólito Portal Rodríguez. Campechuela, En 1904.
Bibliografía y notas
- Sr. Director de El Fígaro. Mi distinguido amigo: Ya que V. se dispone á Publicar en ese ilustrado y popular semanario algunos grabados para dar á conocer las personas y las cosas de este oscuro y simpático pueblo, correspondo á sus deseos enviándole algunas cuartillas para que acompañen a dichas ilustraciones. (N. del A.) ↩︎
- Portal Rodríguez, Hipólito. “Campechuela en Poblaciones de Cuba”. Revista El Fígaro. Año XX, núm. 6, 7 de febrero 1904, pp. 75, 76.
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