Dr. D. Mariano C. Artis por el Dr. Antonio González Curquejo.
La prematura desaparición de una personalidad tan saliente como el Dr. D. Mariano C. Artis no puede pasar desapercibida para Cuba y América, periódico conocedor de los méritos del que pasó á mejor vida hace apenas cuatro meses, joven todavía y cuando se hallaba próximo á ver el triunfo de una larga lucha sostenida contra todo género de contrariedades.
Dos fases principales tiene la vida del Dr. Artis. La primera como Farmacéutico y Droguista en Matanzas; la segunda como hacendado y dueño de uno de los ingenios de más importancia de la Isla.
Hizo en Cuba sus estudios de Filosofía y pasó á Barcelona á estudiar Farmacia, porque allí estaba la facultad mejor montada y podían obtenerse mejores conocimientos prácticos que en la Habana. Doctor en esa profesión regresó á esta Isla haciéndose cargo en Matanzas de la antigua Farmacia que perteneció á Don Ambrosio C. Sauto, la cual reformó, acreditó y surtió convenientemente.
Pero dotado de un carácter emprendedor, no se satisfizo con el detalle y ensanchó progresivamente la casa hasta convertirla en la mejor Droguería de la provincia de Matanzas.
Un cambio semejante ni se hace en poco tiempo ni es obra fácil, sino el resultado de una dedicación constante y de una labor sin tregua. Los negocios de la Droguería de Artis prosperaron mucho y produjéronle buenas ganancias y acaso si no hubiera dejado el ramo se hubiese ahorrado muchos de los disgustos que pasó en su vida.
Contando con un capital propio y unida su suerte a una distinguida señorita que á sus méritos y virtudes unía también cuantiosos medios de fortuna, tuvo la idea de abandonar su profesión para meterse a hacendado, ofreciéndole un aliciente los verdes campos de Yaguajay.
Allí instaló el ingenio Central Narcisa al que fue dotando paulatinamente de todos los adelantos hasta convertirlo en uno de los mejores de la Isla, en todos conceptos.
Tampoco fue esa obra hija de la casualidad, sino consecuencia de estudios, trabajos, esfuerzos y dispendios extraordinarios, para lo que dispuso de todo lo suyo y de mayor suma de dinero que tomó á crédito, contando con el éxito que hacían esperar las circunstancias favorables de una finca montada con todos los perfeccionamientos modernos.
En el número mensual de este periódico correspondiente á septiembre de 1901 consagró nuestro amigo y compañero el sr. D. Gabriel Camps, un artículo breve, ilustrado con buenos grabados, sobre esta finca valiosa, y en él afirma que entre los varios Centrales de primer orden que existen en la Isla ocupa el Narcisa un lugar prominente.
De no haber sido por la guerra en el año 1895 hubiera producido hasta 100.000 sacos.
Las sacudidas de la última revolución originaron al Dr. Artis perjuicios considerables en sus intereses, trastornos y persecuciones y una serie de dificultades para poder cubrir sus compromisos.
A fin de salir airoso de su empresa, como hombre honrado que era, realizó evoluciones con su finca, convirtiéndola en una Compañía por acciones que le aseguraba un ventajoso porvenir,
Cuando ya parecía que todo estaba arreglado, cuando podía descansar de la lucha y aspirar a una vida más tranquila, le sorprendió la muerte.
No impunemente puede un organismo, por fuerte y resistente que sea, sufrir la serie de sacudidas que soportó el suyo.
El Dr. Artis, por su ilustración y civismo ocupó lugar prominente en el círculo de Hacendados, que presidió muchas veces. Deja allí un vacío irreparable. Con él pierde la patria un ciudadano probo, ilustrado y meritorio y su familia y amigos un ser querido.
Bibliografía y notas:
- González Curquejo, Antonio. “Dr. D. Mariano C. Artis.” Revista Ilustrada Cuba y América, Año 7, Vol. XII, no. 19, Septiembre 1903, p. 295-296.
- Negocios y personalidades de Matanzas
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