El Abra del Yumurí. Los personajes de esta leyenda son: la hija de un cacique de la región occidental y el hijo del cacique del Gran Camagüey.
Cuentan que cuando nació la india Coalina, se hicieron grandes fiestas para celebrarlo y cuando más entusiasmados estaban llegó un anciano behíque, desconocido para todos y profetizó que cuando la niña creciera se convertiría en una bella india y al enamorarse ocurriría una catástrofe.
Para que no se cumpliera la profecía del behíque, cuando la bella Coalina creció, la llevaron a lo alto de una montaña en un bohío rodeado por viejas indias armadas con arcos y flechas para impedir el acercamiento de hombre alguno, evitando así , que la joven india corriera el riesgo de enamorarse.
La noticia del cautiverio de la bella india Coalina llegó al cacicazgo siboney del lejano Camagüey y despertó la curiosidad y el deseo de Nerey, heredero del mencionado cacicazgo, que decidió recorrer la distancia que lo separaba de la cautiva para conocerla.
Después de mucho andar montañas, llanuras y ríos, llegó el joven y apuesto indio hasta el bohío que ocultaba a la princesa india y la vio toda adornada con flores, tan parecida a una virgen que inmediatamente se enamoró de ella.
Tan bello fue el lenguaje de amor que el indio utilizó para hablarle a la joven, que la inocente india también se enamoró.
Pero a cada palabra de amor que se decían los enamorados, la montaña temblaba cada vez más fuerte. Las indias guardianas, atemorizadas corrieron montaña abajo gritando:
¡Coalina se ha enamorado!
La montaña tembló más fuertemente y Coalina asustada se refugió en los brazos del bravo Nerey. En ese momento la montaña se abrió en dos, arrastrando a los jóvenes y por el boquete se precipitó el río llevándose a los enamorados.
Cuenta la leyenda, que en las noches de pleniluvio cuando el viento pasa por el abra se oye murmurar:
“Coalina y Nerey”
Por: Américo Alvarado Sicilia
Osmel R. Valera d'Abela dice
Un tesoro de leyenda. Gracias.