Alrededor de la Estación Central del ferrocarril: El Gran Hotel París en la Habana de los señores Herminio Díaz y Francisco González. Uno de los beneficios que la nueva Estación Central de los ferrocarriles ha traído a nuestra hermosa capital, es el movimiento, la vida que ha de tener la parte de la ciudad en donde está emplazada.
Prescindimos de la importancia, la belleza y el confort de dicha estación —cosas ya narradas en otras páginas— y nos acercamos a admirar la evolución innegable que ha de verificarse (que se está verificando ya) alrededor del lugar donde se encuentra el tráfico de todos los ferrocarriles de la isla.
Y una de las primeras casas que nos ha llamado la atención y nos ha cautivado, son los hoteles y cafés que acaban de abrir sus puertas al público, ofreciendo un esmerado servicio y un confortante alojamiento.
Entre esos nuevos establecimientos, hallamos el gran hotel París, el cual ha sido objeto de nuestra más viva curiosidad, porque nos sedujo con su aspecto, su “perfil” de empresa moderna admirablemente atendida.
Pertenece a los señores Herminio Díaz y Francisco González, dos hombres que han demostrado un verdadero refinamiento, no olvidando el más pequeño detalle, capaz de beneficiar al huésped más exigente. Para ello no han escatimado el dinero ni los esfuerzos.
Y hoy, en Zulueta 85 frente a la Estación, precisamente, tiene el viajero que llega molido y ansioso de cómodo refugio, un bello hotel, admirablemente situado, en uno de los mejores puntos de la capital.
Los tranvías forman allí una verdadera red de paralelas que se pierden en la distancia, por las calles concurridas. El viajero está en rápida y directa comunicación con el barrio comercial, con los paseos, con los más bellos faubourgs. El punto no puede ser más estratégico para toda clase de evoluciones.
Eso en cuanto a las ventajas que indudablemente reporta el vivir en lugar tan céntrico y de fácil comunicación con toda la ciudad.
Luego vienen otras buenas cualidades que hacen del hotel París la más recomendable casa de huéspedes. Allí, en el mismo local, han reunido los señores Díaz y González, un café, un restaurant y un servicio de lunch y repostería.
La cocina es espléndida. La agradable sazón criolla, así como lo suculento de la española y el refinamiento de la francesa, están en manos de cocineros perfectamente conocedores de su oficio.
Una de las exigencias de la higiene moderna estriba en los beneficios que reporta el dormir en habitaciones frescas, ventiladas y amplias. Y esto es otra de las agradables sorpresas que guarda para el huésped este cómodo hotel, en donde también ese servicio de criados es notablemente eficaz.
El día de su llegada, y lo mismo el de su partida, encontrará que su equipaje es transportado cuidadosamente por expertos empleados de dicho hotel que han de evitarle las molestias inherentes a los viajes.
El hotel “París” será pronto el preferido de los viajeros.
Ignotus (Ignacio de Sarachaga y Molina).
Bibliografía y notas
- de Sarachaga y Molina, Ignacio. ”Alrededor de la Estación Central: El Gran Hotel París”. El Fígaro, Periódico Artístico y Literario. Año 28, núm. 49, Diciembre 1912, p. 711.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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