
El Museo de Santiago de Cuba fue inaugurado el 12 de febrero de 1899 por Emilio Bacardí Moreau. Correspondió a su viuda doña Elvira Cape la apertura el 20 de mayo de 1928 de un nuevo edificio, que es una de las cosas más interesantes que aún conserva Santiago de Cuba y que llevó el nombre de Museo Municipal Emilio Bacardí.
Amplio y bellísimo el Museo Emilio Bacardí fue cuidado y dirigido con entusiasmo siempre creciente por el pintor José Boffil. Estaba el edificio en las calles de Aguilera y Pío Rosado.
De aquel 20 de mayo de 1928 contaba la prensa:
A las nueve de la mañana de hoy se celebró la inauguración del nuevo Museo Municipal, titulado Emilio Bacardí, asistiendo al acto las autoridades civiles y militares y municipales, los jefes y empleados de las oficinas públicas, representaciones de las sociedades y gremios, oficiales del Ejército Nacional, Veteranos de la Independencia, autoridades escolares, elementos comerciales, prensa, numerosas damas y los cónsules.1
A los acordes del himno nacional, la señora Elvira Cape Vda. de Bacardí izó la bandera y seguidamente el doctor Juan María Ravelo, leyó un bello discurso, leyendo también el notario Julio Hernández Miyares el acta de entrega del edificio al Mayor de la ciudad, que fué hecha por el senador Antonio Bravo Correoso al Dr. Desiderio Arnaz.
La concurrencia elogió mucho el gusto y elegancia conque ha sido construido el edificio y llamó poderosamente la atención de todos la simulación de una calle del tiempo colonial situada a un costado del museo y original del notable artista y director de dicho establecimiento, Sr. José Bofill.

Boffil… No se puede escribir una palabra sobre el Museo Bacardí, uno de los más legítimos motivos de orgullo para los santiagueros, sin que el nombre de Boffil venga a nuestra memoria.
Boffil…! Por años consagrado con entera devoción al Museo y a la Biblioteca Municipal de Santiago de Cuba; Boffil… cultura, refinamiento, exquisitez, laboriosidad, modestia… Doña Elvira no hubiera podido —a pesar de su consagración a esta obra— hacer del Museo de Santiago de Cuba lo que hoy en día es, sino hubiese encontrado en Boffil un auxiliar tan eficaz. Ella misma lo dice.
Al costado izquierdo del edificio, en un callejón de apenas dos metros de ancho, el espíritu artístico de Boffil ha hecho una reconstrucción fidelísima del Santiago de Cuba del año 1800. Las casas de adobe, con sus ventanas de madera, sus puertas claveteadas, sus caños verdeando sobre la acera pedregosa, la llave enorme en la enorme cerradura, las paredes rotas por la acción del tiempo, mostrando al descubierto los cujes y las vigas del armazón…
Parece que, de pronto, la cara joven y risueña de una criolla enamorada va a asomarse al balcón…! Calleja evocadora propicia al saboreo de recuerdos lejanos…! El Aljibe… El pretorio con la baranda rota… El farol deshecho por la pedrada de sabe Dios que chiquillo malcriado, convertido hoy en un respetable padre de familia…

El Museo Emilio Bacardí posee un verdadero tesoro de reliquias históricas. La enumeración de todos los objetos interesantes, pertenecientes a las figuras más altas de nuestra historia, resultaría inacabable. Baste decir que posee objetos de valor inestimable, recogidos junto a los cadáveres de Céspedes y Martí.
Hoy cuida con celo extraordinario, de este Museo que es orgullo de Oriente, el Alcalde Municipal doctor Desiderio Arnaz, que ve en el Museo Emilio Bacardí, un verdadero templo erigido al patriotismo.
Visita al Museo Emilio Bacardí de los miembros de la primera convención nacional Hatuey-Bacardí en 19342
En el Museo Emilio Bacardí fuimos recibidos muy finamente por su Director, señor José Bofill, primero y único que ha tenido desde hace treinta y cuatro años, siendo continuador de la obra iniciada por don Emilio Bacardí y continuada por su esposa, la venerable matrona Doña Elvira Cape de Bacardí.

Después de visitar todos los departamentos del Museo, y admirar las bellezas históricas que en el mismo se encierran, los convencionistas firmamos el libro de visita y fuimos obsequiados con un tomo del libro “Museo”, de Armando Leyva.
Los visitantes salimos altamente satisfechos de las atenciones del señor Bofill y en los labios de todos únicamente se escuchaban los elogios para el Museo Emilio Bacardí.

Bibliografía y notas
- “La Fiesta del 20 de mayo en el interior”. Diario de la Marina. Año XCVI, núm. 141, 21 de mayo de 1928, p. 21 ↩︎
- “En el Museo Emilio Bacardí”. Diario de la Marina. Año CII, núm. 120, 24 de mayo 1934, p. 9 ↩︎
- Leyva, Armando. “Museo”. Santiago de Cuba: Imprenta Arroyo Hermanos, 1922.
- Personalidades y negocios de Oriente
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