Al hacer un bosquejo de lo que fue la Droguería y Farmacia La Reunión de Ernesto Sarrá Hernández hemos adjuntado algunas fotografías de sus distintos departamentos para que pueda el lector apreciar lo que fué en su fundación y en lo que se convirtió concluido el primer cuarto del siglo XX.
Esta casa La Mayor del Mundo en su giro se estableció en la Habana en el año de 1853 en una pequeña casa de la calle de Teniente Rey en la cual fué primeramente sostenida por su fundador don José Sarrá y Catalá y luego por su continuador don José Sarrá y Valdejuli hasta el año de 1883.
Durante esos primeros treinta años de su vida fué tal el auge que experimentó que el señor Sarrá y Valdejuli tuvo necesidad de fabricar las casas contiguas que hacían esquina a la calle Compostela para poder atender su negocio como ya lo exigía la importancia que al mismo había sabido darle su inteligencia y laboriosidad.
Y fué en 1883 cuando se instaló la Droguería y Farmacia: “La Reunión” en su edificio de Teniente Rey y Compostela entonces de dos plantas y, uno de los más bellos de su época en cuanto a arquitectura.
En el nuevo edificio la importancia del negocio creció en proporción a la amplitud que a la casa se le había dado, habiendo tenido su propietario la satisfacción de mantenerla en primer lugar entre las de su clase en Cuba hasta el año de 1898 en que le sorprendió la muerte.
Tan sensible acontecimiento trajo el cambio natural en cuanto a la dirección de la casa que pasó entonces a ser propiedad de la firma viuda de José Sarrá e Hijo. Formaban dicha sociedad la señora doña Celia Hernández y Buchó viuda de Sarrá y su hijo Ernesto que a la sazón contaba 19 años.
Alguien que no hubiera conocido las dos personas que formaban esa sociedad habría creído que por estar formada por una señora y un casi niño todavía la casa habría de ver interrumpida su marcha de triunfo. Más, no fué así.
No podía serlo porque se trataba de una señora excepcionalmente preparada para afrontar empresa semejante y de un joven que ya había dado señales de clara inteligencia en el estudio de su carrera de Farmacia en la que se distinguió obteniendo siempre las mejores notas.
En manos de ambos estuvo la casa manteniendo siempre su lugar prominente hasta que se quedó como único propietario de la misma el doctor Ernesto Sarrá y Hernández.
Desde ese momento comienza el verdadero engrandecimiento de la Droguería Sarrá y para demostrarlo vamos a dar algunos datos.
Al tomar la dirección de la Droguería y Farmacia “La Reunión” el doctor Ernesto Sarrá y Hernández con tan solo 19 años, dicho establecimiento ocupaba las casas Teniente Rey 41, Compostela 83, 85, 95 A, 95 1/2 y 97 1/2 y contaba solo con cuarenta y dos empleados. Como dato curioso hagamos constar que en ese entonces no había una sola vidriera de exposición a la calle y para 1925 existían 33.
Posteriormente y por ir exigiéndolo el crecimiento del negocio el doctor Sarrá fué adquiriendo las casas Compostela 87, 89, 91, 93, 95, 97, 99, 101,103 y 105; Teniente Rey 35, 39, 52, 54, 56, 58 y 60; Habana 126, 128, 130, 132, 134 y 136 y Buenos Aires 21 donde estaban los garajes en que se guardaban los camiones que hacían el servicio de la casa.
Ahora bien, si nos fijamos en que la Droguería Sarrá estaba situada en la calle Teniente Rey entre Compostela y Habana una simple ojeada a los número de las casas que ocupaba nos hará fácil comprender que ocupaba casi completamente los tres frentes de una manzana de más de ocho mil metros cuadrados; y esto nos hará igualmente comprensible el que pudiera tener 33 vidrieras de exposición a la calle.
Pero no se conformó el doctor Sarrá con sólo comprar esas casas. En donde existían las casas antiguas Teniente Rey 56, 58 y 60 fabricó un amplio edificio de dos plantas.
Al edificio principal situado en Teniente Rey y Compostela que era de dos plantas le hizo otro piso más.
La antigua casa de Compostela 87 fué sustituida por otra hermosísima de tres plantas.
En donde existían las casas Compostela 89, 91, 93 y 95 se levantó hoy un soberbio edificio de siete pisos, uno de los más altos de la ciudad en aquella época.
Las casas de Compostela 97, 99, 103 y 105 fueron reconstruidas y hermoseadas y todas, en fin, adaptadas para los distintos departamentos de la Droguería Sarrá la cual si ya en 1883 era la Mayor de Cuba, para 1925 podía asegurarse que en su clase era la Mayor del Mundo.
Por último diremos que la Droguería Sarrá tenía más de 600 empleados y ocupaba una superficie utilizada de más de 25.000 metros cuadrados, representando un capital invertido de más de $10.000.000 siendo todo ello el resultado de la inteligencia, perseverancia y laboriosidad de su único propietario el doctor Ernesto Sarrá y Hernández.
Referencias bibliográficas y notas
- Droguería Sarrá en El Libro de Cuba. Habana: Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925. p.794
- Personalidades y Negocios de la Habana
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