

Fue la Santamaría y Ca. S. en C. una antigua y prestigiosa razón social que dió prueba diaria de sus actividades y espíritu comercial y sin arredrarse ante los evidentes obstáculos Y sacrificios que trae consigo abrir nuevo mercados, logró dar a conocer y hacer que se solicitaran dos nuevos productos en nuestra República de Cuba los que fueron los Vinos Pemartín y el Jabón Neptuno.
Juan Santamaría, tan querido por conocido, fue el principal gerente de la casa y esencial iniciador de los negocios desde Jerez de la Frontera.
La casa de don José Pemartín de antiquísimos y sólidos prestigios en el mercado mundial, por la calidad de sus vinos y coñás, pasó a poder de los señores J. Santamaría y Cía. en el primer cuarto del siglo XX iniciándose entonces su introducción en el país de sus simpatías y arraigo que es nuestra Cuba por conducto de la casa de la Habana Santamaría y Cía. S. en C., en San Ignacio No. 18.
Tal acierto y competencia desplegaron, que aplicando magistralmente los procedimientos modernos del más alto costo y las más oportunas propagandas lograron en dos años y en nobilísima y empeñada lid popularizar e imponer la marca Pemartín con sus vinos dulces, secos, coñás y vermú en todo el territorio.
Naturalmente que toda esta labor tuvo por base la calidad purísima e inmejorable de sus caldos que eran una verdadera selección de los afamados campos de Jerez de la Frontera, y la peculiar y cortés seriedad que en sus puntuales transacciones imprimía siempre dicha casa.
El Jabón Neptuno


He aquí un nuevo campo de actividades que prometió ser muy beneficioso a nuestro país. Los millones de caballos de palmiche que producían las palmas reales, que son gala de nuestros campos, no pasaban de lo decorativo, salvo un insignificante consumo que se destinaba al ganado de cerda.
Pero los señores Santamaría y Cía. en su afán de abrir nuevos horizontes y con clara percepción de la realidad hicieron costosos experimentos que dieron por resultado el Jabón Neptuno que era a base de aceite de palmiche; lo cual en pocas palabras significaba aprovechamiento de una riqueza interminable, movida por elementos del país y ofreciendo un producto insuperable al mercado, puesto que el ser vegetal era una cualidad que lo hacía insustituible.
De ello se dió buena cuenta el público que sabía distinguir y en un año en el mercado se hizo de popularidad y crédito adquiriendo cada día mayores vuelos.
Bien merece plácemes la casa que, como la de los señores Santamaría y Ca., se desvive por acrecentar la industria y el comercio que son las verdaderas palancas de la vida moderna, dando así prueba fehaciente de lo digna que es del alto concepto y estima que gozó entre nosotros.
Referencias bibliográficas y notas
- Santamaría y Ca. S. en C. en El Libro de Cuba. Habana: Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925. pp. 801-802
- Boletín Oficial de Marcas y Patentes (Propiedad Industrial). Habana: Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo, 1924. En línea [PDF]
- Personalidades y Negocios de la Habana
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