Los Carros Eléctricos de la Habana (Havana Electric Railway Company) por A. González Curquejo para la Revista Cuba y América en 1901. El acontecimiento de más importancia y trascendencia que ha tenido lugar en la ciudad de la Habana, en este primer año del siglo XX, ha sido sin duda la inauguración y circulación de los carros movidos por tracción eléctrica, que facilitando las comunicaciones, llevan por medio de sus redes la vida, el progreso y la prosperidad del centro á los barrios extremos de la población.
La nueva Empresa tuvo que comprar á su antecesora sus derechos, sus propiedades y su material rodante en estado deficientísimo, de los que ha podido aprovechar muy poco.
Es nueva la soberbia instalación de la planta eléctrica en el edificio, nuevo también, que se halla situado en la esquina de las calles de Colón y Blanco; nueva la gran estación central del Vedado, que aun no está concluida;
Nueva la extensa red de las carrileras, que son dobles en el mayor número de las vías, para facilitar el movimiento y evitar los choques y nuevas las tuberías subterráneas por donde corren los alambres que transmiten la mayor parte de la fuerza eléctrica.
Para realizar esas obras fué necesario emplear un capital cuantioso que ha venido de Francia en primer lugar y del Canadá y los Estados Unidos en segundo y el empleo de miles de operarios que estuvieron trabajando de día y á veces de noche durante ocho meses consecutivos, pues iniciados los trabajos á mite del año 1900, pudo inaugurarse la primera línea, que fué la del Vedado, á principios de Marzo del año que cursa.
Grandes han sido las obras realizadas en las calles y calzadas por donde circulan los carros, que han dado por resultado la mejora del pavimento y saneamiento de una gran parte de la urbe.
Las calzadas del Cerro, de Vives y de Cristina y sobre todo la de Jesús del Monte, que era un verdadero tipo de calle sucia e intransitable, así como otras muchas calles, entre ellas las del barrio de Jesús María, han mejorado de una manera notable con provecho de los pedestres y de la salud del pueblo, pues han desaparecido muchos focos de infección.
La Higiene pública ha reportado además un beneficio grande con la desaparición de tantos caballos que antes se empleaban en el movimiento de los carros y que regaban sus deyecciones por la ciudad.
La nueva Empresa ha conservado dos ramales que antes existían, á saber:
Línea del Vedado, Línea del Cerro, Línea de Jesús del Monte y Línea del Príncipe; pero las ha aumentado con dos líneas nuevas, que son la llamada de San Francisco, porque se dirige por la calle de Neptuno y atraviesa la calle de aquel nombre en el populoso barrio de Pueblo Nuevo y la línea llamada de circunvalación ó sea la de Beneficencia y Cuatro Caminos, que viniendo del último punto mencionado por la calzada de Belascoain, toma á la derecha por la de San Lázaro, para seguir luego por Trocadero, Galiano, Ángeles y Vives, para describir un círculo completo.
Excepto esta última línea, todas las demás tienen un punto de llegada, que es el que da el nombre á cada línea y dos puntos de partida que son: la Plaza de San Juan de Dios y el muelle de Luz, y esta ha sido la mejora de más importancia que ha hecho la Empresa, pues los puntos mencionados son los dos centros de más movimiento que tiene la población.
Los carros de la Havana Electric Railway Company circulan de día y también de noche, aunque entonces en menor número y á mayores espacios de tiempo, es decir, que no se detienen nunca, viniendo á dar por resuelto el problema del movimiento continuo.
Cuenta la Empresa para prestar ese servicio con tres poderosos dinamos, uno para el día, otro para la noche y el tercero de repuesto para casos fortuitos.
Para formar una idea del cambio radical que se ha operado en la ciudad con el establecimiento de los carros eléctricos, no hay más que fijarse en que el movimiento de pasajeros se ha sextuplicado.
Se calculaba antes que circulaban por las líneas del Urbano un promedio de diez mil pasajeros al día, y en la actualidad ó sea á los seis meses de establecida la nueva Empresa, circulan unos sesenta mil pasajeros, que á cinco centavos uno, representan tres mil pesos plata de ingreso.
El día de los difuntos hubo una circulación de unos ochenta mil pasajeros, ó sea: un ingreso de cuatro mil pesos.
El público se ha dado cuenta perfecta de las ventajas que proporcionan los carros eléctricos y los aprovechan convenientemente, y como el uso de ellos ha de ir en aumento y en los días festivos los carros existentes no alcanzan para dar un buen servicio, la Empresa ha ordenado la construcción y envío de cien carros más.
En los tiempos modernos Time is money, es decir, el tiempo es dinero y los carros eléctricos con la rapidez con que van, ahorran tiempo, acortando las distancias. La facilidad en las comunicaciones es el primer elemento de vida de los barrios extremos de la población, barrios que ofrecen alicientes para el pueblo, por ser las casas más baratas y espaciosas y respirarse un aire más puro que el de la ciudad.
Los carros eléctricos contribuyen de una manera poderosa al desarrollo y mejoramiento de esos barrios, aumentando el mérito y valor de la propiedad urbana y proporcionando al pueblo facilidades para que viva más cómodamente.
Y no sólo era indispensable la rapidez en la circulación de los carros y la frecuencia de los mismos, sino también la baratura y ese requisito lo llenan los carros eléctricos, cobrando en los de primera clase cinco centavos en plata española, sea corto ó largo el trayecto que se recorra y sólo dos centavos por tramo en los carros de segunda.
Hemos recorrido diversos países de Europa y muchas ciudades de la Unión Americana y no recordamos un precio de trasporte tan módico como el que cobra La Havana Electric Railway Company.
Un viaje barato y rápido proporciona satisfacción y placer y éste se aumenta con la respiración forzada que se hace, que viene á oxigenar la sangre y á mejorar la salud; de modo que si para la Higiene pública han sido beneficiosos los carros eléctricos, lo son también para la Higiene privada, porque contribuyen á conservar la salud de los que transitan por ellos.
En este clima tropical, en que se enrarece la atmósfera, principalmente en los meses de verano, faltando el aire á los pulmones, los viajes en los carros eléctricos son de gran utilidad, porque refrigeran el cuerpo y activan la respiración y circulación de la sangre.
Para el movimiento interior de la ciudad prestan igualmente los carros eléctricos grandes servicios, pues una vez conocido el itinerario de todos ellos puede evitarse el empleo de los coches de alquiler, que resultan costosos siempre, molestos muchas veces y desagradables por el trato con cocheros incultos.
Haciendo uso de los carros eléctricos, hay una verdadera economía en el gasto de trasporte de los barrios extremos al centro de la ciudad y vice-versa, y si á esa economía positiva que queda en el bolsillo del consumidor, se une el valor que representa el tiempo que se ahorra, no hay exageración en calcular en cinco mil presos diarios la economía ó sean ciento cincuenta mil pesos al mes, con lo que se viene a beneficiar la riqueza pública.
El aumento de carros en circulación da empleo a numerosos motoristas, conductores, inspectores y otros empleados que han encontrado en la empresa un decoroso modo de vivir.
Una de las prolongaciones realizadas últimamente por la Línea del Vedado es la que parte de la calle 9a. por la calle 12a. y va hasta las mismas puertas del Cementerio de Colón. Esa hermosa Necrópolis, orgullo de la ciudad de la Habana, puede ser visitada, cómoda y económicamente, pues sólo cuesta cinco centavos llegar á su misma entrada.
La Empresa de los carros eléctricos va realizando sus proyectos y en no lejano tiempo continuará la Línea de San Francisco, extendiéndola por la calle 23a. del Vedado. La de Jesús del Monte seguirá por la Víbora. La del Cerro seguirá á Aldecoa, Los Puentes y Marianao y ambas líneas de Jesús del Monte y Cerro conectarán con la del Vedado por medio de transferencias.
Sería oscurecer este cuadro el reseñar minuciosamente las luchas, las dificultades y los grandes inconvenientes que ha habido que vencer hasta llegar al resultado satisfactorio que hoy palpamos en un país como Cuba donde por añeja costumbre y tradición toda obra grande y útil encuentra poderosos obstáculos.
Sólo diremos que el éxito en la realización de la obra se debe á la pericia reconocida del Director y Administrador Mr. G. F. Greenwood, á la inteligencia y amor cívico del honorable secretario de Obras Públicas Sr. Villalón y á la energía del Gobernador General Mr. Wood, que, manu militari resolvió las dificultades que más de una vez se presentaron.
Así como los ríos, cuando esparcen sus aguas por diversos arroyuelos, llevan consigo la fertilidad á los campos, así también las paralelas de los carros eléctricos, cuando se extienden acompañados de la fuerza misteriosa de la electricidad, llevan consigo los gérmenes del progreso y de la prosperidad de los pueblos.
Bibliografía y notas
- González Curquejo, Antonio. “Los Carros Eléctricos de la Habana”. Revista Cuba y América. Año 5, núm. 107, diciembre 1901, pp. 91-97.
- De interés: Transportes en Cuba
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