Hogar y Colegio Benéfico La Bandera de Jesús dirigido y fundado por América Goicuría de Farrés.
Sírvame de excusa para ocupar un lugar, aunque el más modesto, entre los valiosos trabajos de los respetables miembros de la Conferencia de Beneficencia y Corrección el interés que me inspiran siempre los esfuerzos encaminados á aliviar las desgracias de nuestros semejantes y mi sincero deseo de contribuir, siquiera sea en un grado muy pequeño, á los fines de estas laudables Conferencias.
Es pues, mi propósito, hacer una breve reseña del Hogar y Colegio Benéfico, que se llamó La Bandera de Jesús, refiriéndome á la manera empleada en aquella Institución para ejercer la caridad, de acuerdo con las prácticas modernas de los países más civilizados y dar una idea de algunos de los resultados obtenidos, con la esperanza de que nuestra pequeña enseñanza pueda ser de alguna utilidad para proporcionar la mayor suma de provecho á los protegidos por las personas piadosas.
Hogar y Colegio Benéfico La Bandera de Jesús dirigido y fundado por América Goicuría de Farrés.
La Institución La Bandera de Jesús, fué fundada en enero de 1899 en el barrio del Cerro[1], Habana y cúpome la satisfacción de dirigirla durante el tiempo de su existencia. Me prestaron su concurso, en aquella obra, algunas personas caritativas, cuyos nombres constan en la memoria publicada en el mes de Julio del mismo año.
El objeto de aquella Institución fué á raíz de la guerra y respondiendo á las necesidades del momento, socorrer la indigencia, con el empeño de realizarlo en consonancia con las prácticas á que me he referido.
En La Bandera de Jesús, no solamente se amparaban y educaban los niños huérfanos ó hijos de padres desvalidos, si no que por medio de la gestión personal de su Directora y poniendo en juego las influencias de aquellas personas interesadas en aliviar á los menesterosos, se proporcionaron empleos y trabajo á muchos de los familiares de los asilados, pudiendo así, gran parte de ellos, volver al cabo de cierto tiempo, al seno de sus familias, cuya situación había mejorado, á consecuencia de la ayuda material y moral que les prestó la Institución.
Pudiera citar varios ejemplos en confirmación de los resultados obtenidos por La Bandera de Jesús; pero me limitaré á indicar solamente el de una niña, de doce años de edad próximamente, que con rostro macilento, descalza y harapienta llamaba á nuestra puerta en Febrero de 1899 implorando una limosna, práctica que venía ejerciendo hacía meses en las calles y lugares públicos.
Se le negó la limosna procurando hacerle ver el perjuicio que asimisma se ocasionaba con aquella práctica y atraída con palabras cariñosas, mostró deseos de cambiar su manera de vivir y gustosa se prestaba á ingresar en el Hogar; pero tenía una madre enferma y hermanitos de quienes no quería separarse; investigado por nosotros el caso, resultó que efectivamente la madre y dos hermanitos se encontraban en tristímo estado, agobiados por la falta de recursos y las enfermedades.
Con la oferta de amparar á los tres niños y proporcionar trabajo á la madre, lo que se hizo, dándole el empleo de cocinera en la misma Institución, no tardó en obtenerse el mejoramiento físico, intelectual y moral de aquellos niños que fueron casi un modelo entre sus compañeros; pero desgraciadamente las múltiples penalidades sufridas por la madre habían causado tales estragos en su naturaleza que sus facultades mentales se afectaron al extremo, que después de haber sido agotados los auxilios de la ciencia médica en su obsequio por los ilustrados doctores Furbush y Villaurrutia, á quienes debo rendir aquí un tributo de agradecimiento por el desinterés y asiduo cuidado con que siempre atendieron á los amparados por La Bandera de Jesús, fué necesario trasladarla á la casa de dementes de Mazorra, en donde aún se encuentra recluida.
En la actualidad uno de sus hijos ha sido adoptado por una bondadosa familia de Matanzas y disfruta de las ventajas del hogar propio, otra hermanita se encuentra al amparo del Asilo que más adelante mencionaré y la mayor, aquella niña que se hallaba en la pendiente del abismo, de donde la sustrajo la misma mano que le negó una mísera moneda para colocarla en la vía de la regeneración.
Convertida hoy en pudorosa señorita en quien el solo recuerdo del pasado hace colorear de púrpura sus mejillas, ha pasado con otra de sus compañeras al Colegio de enfermeras de Matanzas que con tanto acierto dirige la distinguida y competente profesora Miss E. Hibbard, quien asegura que las referidas niñas observan una conducta ejemplar y demuestran excepcionales disposiciones para el desempeño de la delicada profesión á que se dedican.
A medida que la situación general del país fué mejorando otros asilados de La Bandera de Jesús se colocaron sucesivamente en casas de familias caritativas que ofrecieron mantenerlos y educarlos y en algunos casos, como se ha efectuado ya, dispuestas á adoptarlos como hijos.
El Asilo Palmira Duarte de Matanzas.
El resto de los asilados, en número de doce niñas, todas completamente destituidas de parientes ó allegados, que pudieran auxiliarlas, fueron trasladadas, equipadas de un todo, al Asilo Palmira Duarte, situado en la ciudad de Matanzas, bajo la dirección del Reverendo Pedro Duarte, y sostenido por la Sociedad misionera de la Iglesia Episcopal americana, á cuya Sociedad entregué con el carácter de donación la cantidad de un mil pesos en oro, que eran los fondos existentes en La Bandera de Jesús, en los momentos de su clausura.
La labor benéfica de La Bandera de Jesús.
En resumen, la mencionada Institución La Bandera de Jesús durante el tiempo de su existencia, amparó más de ciento cincuenta niños de ambos sexos y socorrió gran número de familias desvalidas, no solo proporcionándoles alivio material en sus necesidades y trabajo á los miembros de ellas sino por medio del establecimiento, en el mismo Hogar de un Day Nursery y Kindergarten, cuyo objeto era facilitar alimento y educación á los hijos pequeños de los obreros para que estos pudieran, sin dificultad, y libres de cuidados, atender á sus faenas y labores.
Llamo la atención de las personas competentes hacia la utilidad que pudieran prestar entre nosotros las instituciones de la índole, de los Day Nurseries no establecidos aún en Cuba.
Al terminar, debo felicitar á cuantas personas han contribuido á la organización y brillante éxito de estas Conferencias, expresando mi profundo agradecimiento, que estoy cierta comparten conmigo casi todos nuestros compatriotas, hacia las referidas personas y en particular hacia los distinguidos Delegados que han venido á cooperar con nosotros en esta Santa Obra de Misericordia, haciendo votos para que nuestro país, cuyo suelo es tan maravillosamente fértil, que causa la admiración de propios y extraños, lo sea de igual manera en el terreno espiritual, para que la simiente sembrada por esta Conferencia florezca y fructifique cada día más y más en beneficio del ejercicio de la Caridad.
América Goicuría de Farrés, Fundadora y Directora.
Bibliografía y notas
[1] La Bandera de Jesús. — Institución caritativa y privada situada en la Calzada de Cerro, No. 514. Asilo de niños: 30 internos. Apoyado por el departamento de La Habana y organizaciones benéficas privadas. La directora fue fundadora de la institución. Veinticuatro niños apoyados por el Departamento de La Habana. Capacidad 60.
- Goicuría de Farrés, América. “Reseña Sobre el Hogar y Colegio Benéfico La Bandera de Jesús y sus Resultados.” Memoria Oficial Primera Conferencia Nacional de Beneficencia y Corrección de la Isla de Cuba 1902. Habana: Imprenta y Librería La Moderna Poesía, 1902. 226-228.
- Statement of Revenues and Expenditures in Cuba as Show in Auditor’s Statements of Accounts Current in May and June, 1900, and Supplementary Accounts from Date of American Occupation to June 30, 1900. U.S. Congress. House of Representatives of the United States. 57th Cong., 1st sess., Doc. No. 448, 1902, 241-242. [En línea Serial set no 4249]
- Personalidades y Negocios de la Habana.
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