El Hotel Gran París fue propiedad de la señora Florinda Zabala y estuvo administrado por el señor Rogelio Geerken quien en 1941 ya contaba con treinta y siete años de servicio.
Fundado por Lorenzo Zabala y Bilbao se encuentra situado en la calzada de Tirry números cincuenta y ocho – sesenta. El sitio era fresco, saludable y con el mayor tránsito interprovincial de la ciudad de Matanzas.
Tenía capacidad para sesenta personas cómodamente alojadas en cuarenta espaciosas y confortables habitaciones, la mayoría con baño y servicio intercalado.
El restaurante del Hotel París era famoso por sus comidas. Tuvo la prestigiosa tradición de ser el alojamiento de casi todos los presidentes de la república que visitaron Matanzas.
Después de 1959 el bello edificio pasó a manos del nuevo gobierno. En la actualidad es un albergue donde subsisten en sus habitaciones numerosas familias.
Todavía se aprecia en su entrada la belleza apagada del que otrora fuese un bello hotel pero hoy en franco deterioro nos pide a gritos que lo salvemos del derrumbe.
Zabala1
Delicadísimo su estado. No está aún como desearíamos sus amigos, el buen viejo, que es dueño del Gran Hotel París. La operación, riesgosa y dolorísima que le fué practicada no ha mucho hubo que repetirla en otros antras que se le presentaron.
Llevó la dirección de esa intervención quirúrgica el eminentísimo cirujano, gloria de la medicina cubana Luis F. Rodríguez Molina, estando a cargo del Dr. Hevia la anestesia.
Visité a Zabala ayer. Y quedé admirado de la resistencia, del vigor, de la hercúlea constitución del noble anciano que con ochenta y cuatro años, resiste sin una queja, sin un gesto, las dolorísimas curas que a diario se le practican.
Sufriendo con él, como su ángel, como su hada buena, está la hija que adora en Don Lorenzo, la pobre Nena que sin rendirse a las fatigas, a los dolores, erguida y bella, vela sin tregua junto al enfermo.
La gratitud de ellos para Rodríguez Molina, que como médico y como hijo, atiende con solicitud desmedida a ese enfermo, es tan grande que no hay frases que la expresen, ni palabras que la traduzcan. La tienen ambos en el corazón.
Bibliografía y notas.
- Jarquín, Manolo. “Matanceras: Zabala”. Diario de La Marina. Año XCVIII, núm. 150, 1 de julio 1930, p. 2. ↩︎
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