

El primer papel periódico de la Habana. La primera publicación periódica de Cuba contada por Joaquín Llaverías miembro de la Academia de la Historia de Cuba.
No podía faltar en este número de Social, en que rememoramos costumbres, tradiciones y recuerdos de otros tiempos un trabajo sobre el primero de los periódicos cubanos, el “Papel Periódico de la Havana”.
Y nadie más indicado para escribir ese articulo que el jefe, competentísimo, del Archivo Nacional, Sr. Joaquín Llaverías, que desde hace tiempo viene recogiendo datos y antecedentes —muchos de ellos dados ya a la publicidad— sobre la historia y desenvolvimiento de la prensa periódica en Cuba.
Y con el trabajo del Sr. Llaverías reproducimos el facsímile del primer número del “Papel Periódico”, reproducción que no se había hecho hasta ahora ni en libros ni en diarios o revistas.
SU FUNDADOR
Cuando en el mes de julio del año 1790 tomó posesión del mando de la isla de Cuba el benemérito gobernante D. Luis de las Casas y Aragorri, se encontró con que no había un solo papel en donde insertar siquiera las noticias oficiales.


En seguida pensó en el establecimiento de un periódico, y de acuerdo con su íntimo amigo D. Tomás Romay y con D. Diego de la Barrera, —quien había dado a luz en 1782, por primera vez, una hoja de anuncios denominada La Gazeta— quedó resuelta la fundación de la que había de ser el príncipe de las publicaciones periódicas de Cuba.1
TITULO Y CONTENIDO
Con el título de Papel Periódico de la Havana, comenzó a circular el 24 de octubre de 1790 esta publicación. —una de las mejores obras del ilustre Las Casas—la que conserva en sus páginas un rico tesoro de datos para la historia de este país, pues en ellas aparecen, además de otras noticias de utilidad:
Discursos, tratados, artículos sobre agricultura, comercio, medicina, higiene, física, química, arquitectura, hidráulica, taquigrafía, pirotécnica, derecho y legislación, moral y religión, educación, poesía, inventos, en ciencias y artes, aranceles, estadística en general, avisos de hallazgos y pérdidas, compras y ventas, entradas y salidas de embarcaciones, observaciones meteorológicas, etc.
Después que Las Casas erigió la Sociedad Patriótica de Amigos del País de la Habana (1793), propuso al nuevo cuerpo que tomase a su cargo el manejo del periódico que llevaba ya dos años de existencia. Fué aceptada la encomienda y nombróse una diputación compuesta de los señores Agustín de Ibarra, Joaquín Santa Cruz, Antonio Robredo y Tomás Romay para que formasen un plan sencillo que sirviera al objeto del papel.
Los diputados presentaron su proyecto y el periódico adquirió más auge con el apoyo de dicha Corporación, la dirección brillante de Las Casas y el grupo de intelectuales que con tacto especial supo elegir para que lo acompañaran en la magna empresa.
PROSPECTO
Como el Prospecto que vió la luz en el primer número del Papel Periódico no lo hemos visto pes producido íntegramente por ningún autor, nos parece oportuno darlo a conocer, en atención a la curiosidad de su contenido, que refleja los planes de la prensa de aquella época:
“En las ciudades populosas son de muy grande utilidad los papeles públicos en que se anuncia á los vecinos quanto ha de hacerse en la semana referente á sus intereses ó á sus diversiones. La Havana cuya población es ya tan considerable echa menos uno de estos papeles que dé al Público noticia del precio de los efectos comerciables y de los bastimentos, de las cosas que algunas personas quieren vender ó comprar, de los espectáculos, de las obras nuevas de toda clase, de las embarcaciones que han entrado, ó han de salir, en una palabra de todo aquello que pueda contribuir á las comodidades de la vida.
“El deseo de que nuestros compatriotas disfruten quantas puedan proporcionarse nos mueve á tomarnos el trabajo de escribir todas las semanas medio pliego de papel en que se recojan las explicadas noticias. A imitación de otros que se publican en la Europa comenzarán también otros papeles con algunos retazos de literatura, que procuraremos escoger con el mayor esmero. Así declaramos desde ahora que a excepción de las equivocaciones y errores, que tal vez se encontrarán en nuestra obrilla, todo lo demás es ageno, todo copiado.
“Los aficionados que quisieren adornarla con sus producciones se servirán ponerlas en la Librería de D. Franco Seguí que ofrece imprimirlas, quando para ello hubiere lugar y no se tocaren inconvenientes, conservando oculto o publicando el nombre del autor según este lo previniere.
Todo el que deseare vender o comprar alguna casa, estancia, esclavo. hacienda, o cualquier otra cosa, avíselo a la mencionada Librería de D. Franco Seguí y sin que le cueste cosa ninguna se participará al público en uno de estos papeles.
“Sentiríamos sobremanera que alguno se figurase que nos dedicamos á escribirlos tan solo con la mira de evitar los fastidios de la ociosidad. No carecemos de ocupaciones capaces de llenar la mayor parte del tiempo. Aquellos ratos de descanso que es preciso sucedan á las tareas del estudio son las que sacrificamos gustosamente á nuestra Patria, como sacrificó los suyos el elocuente Tulio á su amigo Tito Pomponio Atico.
Prefiera el amor de nuestra Patria a nuestro reposo: Havana tu eres muestro amor, tu eres nuestro Atico: esto te escribimos no por sobra de ocio, mas por un exceso de patriotismo. Haec scripsi non otii abundantia, sed amoris erga te.
El Primer número del Papel Periódico contenía debajo del título el siguiente epígrafe latino:
Haec scripsi non otii abundantia, sed amoris erga te.
Los epígrafes fueron variados en los seis primeros números y suprimidos a contar del séptimo; mas sólo vamos a detallar, por la razón arriba expuesta, el material incluido en el primer número y que era el siguiente:
Prospecto: noticias particulares de la Habana: anuncio de la función de la compañía La Comedia; nota de la llegada de los correos de Veracruz y Nueva Orleans, y noticias sueltas.
El carácter del periódico era literario y económico, y se imprimió durante varios años en medio pliego de papel español doblado en cuatro páginas. Su impresión, hecha en la tipografía de Francisco Seguí, fué siempre malísima, y el papel de calidad inferior. En su colofón se leen estas palabras:
Con licencia del superior Govierno.
En el primer año, o sea en 1790, sólo vieron la luz diez números, que se publicaron los domingos; pero desde 1791 principió a salir dos veces por semana: los jueves y domingos, continuando de esta manera hasta 1805.
Como nota particularísima, debemos agregar que con el producto de las 196 suscripciones del Papel Periódico. —después de deducidos los gastos— que ascendió a fines de 1793 a la suma de 1188 pesos 7 ½ reales, se procedió a la compra en España de los primeros libros que sirvieron para la creación de la Biblioteca Pública de la actual Sociedad Económica de Amigos del País de la Habana.
DURACION Y CAMBIOS DE NOMBRE
El Papel Periódico de la Havana conservó este título hasta el mes de mayo de 1805, en que fué variándose de este modo:
- El Aviso (1805-1808)
- Aviso de la Habana (1809-1810)
- Diario de la Habana (1810-1812)
- Diario del Gobierno de la Habana (1812-1820)
- Diario Constitucional de la Habana (1820)
- Diario del Gobierno Constitucional de la Habana (1820-1823)
- Diario del Gobierno de la Habana (1823-1825)
Y desde el 1ro. de febrero de 1825 fué restituido el antiguo título de Diario de la Habana, hasta convertirse en la Gaceta de la Habana, periódico oficial del Gobierno, a partir del jueves 3 de febrero de 1848.
REDACTORES PRINCIPALES
En el Papel Periódico de la Havana, además de Las Casas, escribió toda la pléyades de intelectuales de aquel tiempo, entre los que recordamos a Diego de la Barrera, su primer redactor, Alonso Benigno Muñoz, Tomás Romay, Juan González, Antonio Robredo, José Agustín Caballero, Domingo Mendoza, José Antonio González, Agustín Ibarra, Nicolás Calvo, Juan Manuel O’Farrill, Francisco de Arango, José de Arango, José María Peñalver, José Anselmo de la Luz, M. García, J B. Galainena, Rafael González, Antonio del Valle Hernández, J. Santa María, Félix Veranes y Manuel de Zequeira, quien dió a la estampa en esa publicación sus primeras producciones poéticas.
SUS PANEGIRISTAS
Entre los hombres de pluma que de alguna manera se han ocupado del Papel Periódico de la Havana y cuyos trabajos será necesario consultar cuando se vaya a escribir la historia completa de esta publicación, se cuentan a José Agustín Caballero, José Antonio Saco, Pedro J. Guiteras, Jacobo de la Pezuela, José María de la Torre, Justo Zaragoza, Antonio Bachiller y Morales, Aurelio Mitjans, Néstor Ponce de León, Alfredo Zayas y Alfonso, José Toribio Medina, Manuel Pérez Beato, Carlos M. Trelles, José María Chacón y Emilio Roig de Leuchsenring.
GRABADOS
Consideramos de importancia que SOCIAL ilustre esta plana con el facsímile del primer número del Papel Periódico, que se conserva en la Biblioteca Nacional de la Habana, toda vez que servirá para fijar la fecha exacta de su publicación, que fué, según dejamos dicho, el 24 de octubre de 1790, y no el 31 del propio mes y año, como aparece en los trabajos de José Agustín Caballero, José María de la Torre, Aurelio Mitjans y José Toribio Medina.
Y además, como un tributo de respeto y admiración, orna también este artículo el retrato de D. Luis de las Casas y Aragorri, fundador del citado papel, y uno de los mejores gobernantes que tuvo Cuba durante el período colonial.


Bibliografía y notas
- Llaverías Martínez, Joaquín. “La primera publicación periódica de Cuba”. Revista Social. Volumen VIII, núm. 1, enero de 1923, pp. 13, 14, 53, 59.
- Personalidades y negocios de la Habana
- “Lo precursor de un diarismo isleño corresponde a la Gaceta de la Habana debutada en 1782 con noticias de interés general bajo la dirección de Diego de la Barrera, y nó al Papel Periódico (1790).” Véase Riera Hernández, Mario. “Periodismo”. Cuba Libre 1895-1958. Miami, 1968, p. 219 ↩︎
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