Cheo madruga y llega desde su cuartico para la coladita. Café de marca «Hola» para empezar la mañana compuesto de cincuenta por ciento de chícharos y cincuenta de café. Se acuerda del jodedor Balacera con su bastón y su risita cada vez que le dice ¡Papá lo mío cincuenta y uno y lo tuyo cuarenta y nueve!
Después de hacer un puchero tira con desdén el envoltorio de plástico encima de la mesa porque tiene la mala maña de leerlo todo, dice que eso es para que no lo engañen porque de palabra se dice cualquier cosa pero escrito todo cambia, como que las cosas toman un serio cariz y suenan de verdad.
Él viene de una época donde la gente creció creyendo que la imprenta era palabra sagrada. Ahora que el papel sanitario se perdió y cuando se encuentra vale muchas veces su peso en oro organiza las lecturas de manera productiva, las corta en cuadraditos y las categoriza por tamaños para clavarlas en puntillas que ha dispuesto en la letrina.
Má Chola se estira en la cama y se sienta en el borde con la cabeza entre las dos manos mirando las tres estrellas que se imbrican en el mosaico del antiguo piso.
La cuota que debería de llegar en los primeros días del mes se atrasa pero a veces se pone de suerte y alguien le regala un puñado de Serrano o de Cubita. Esos sí son cafés de verdad pero valen carísimos, como catorce CUC en las tiendas recaudadoras de divisas. Para no perder ni un granito lo echa con mucho cuidado en el filtro de la cafetera y le pone tres bolas de cristal para hacer cupo y ahorrar. Después del tercer fósforo descabezado logra encender la candela y esperando que el agua hierva y haga su trabajo se pone a sacar cuentas hablando consigo mismo.
—Imagínese usted que ni reuniendo un par de viejos se puede atrever uno a comprar estos paquetes caros porque si se ponen los doscientos pesos de retiro que equivalen a veinte y cuatro por un Cúcú son como ocho Cúcús y un piquito, así que con dos viejos al mes alcanza para un kilogramo del café bueno ese de la Shopping ¡Pero de eso nada! A mí no me cogen el dinero así de fácil o ¿Me habrán visto cara de comemierda? ¡Oye Vieja, dale que ya coló esto!
Llena dos tazas y le quita las hormigas a la tapa del azúcar prieta, la vieja llega y agarra la suya. Cheo se sienta en el sillón de balancín y pone la humeante tacita en la mesita del sofá, saca la Gaceta Oficial Extraordinaria del dieciséis de octubre del diecinueve que Pocholo le trajo y la abre cuidadosamente porque eso sí, cuando se faje con los otros viejos del parque a él nadie le mete el cuento cuando se forme la gritería.
—¿Víste Chola que esta trae resoluciones del Banco, del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y del Ministerio de Economía y Planificación?
-Cheo, y a tí que te importa eso? le suelta Chola.
—Mija ¿cómo qué, si me importa? banco es dinero, comercio es dinero y economía y planificación es el plan para tener dinero o tú no ves que de algún lado hay que sacar para pagar los retiros.
Se sienta la abuela frente a él haciéndole una mueca con un lado de la boca, se la estira hacia detrás y arriba como si quisiera arrugarse el ojo izquierdo.
—Mira y bien entonces, a ver si hay algo en ese periódico que nos interese.
—Vieja, hasta ahora todo se resume a que desde agosto de 1993 se autoriza la moneda extranjera. Tienes que acordarte de eso porque a Ulises el jabaíto lo metieron preso por tenencia ilegal de divisas, no estoy seguro pero creo que andaba con unos dólares americanos y unas moneditas INTUR en el bolsillo pero eso fue antes del 93.
Después por el 2003 para las empresas y 2004 para la población todo se convirtió en pesos convertibles y se acabó la fiestecita esa de los verdes, llegaron los famosos CUC. A ver, ahora es la parte de a quien le corresponde establecer procedimientos y regular, mira tú que interesante ¿Cómo, pero qué es esto?
Chola que vuelve el verde… esto es de verdad mira que no te engaño dice así mismitico: «Disponer el uso de dólares estadounidenses en las operaciones de ventas minoristas en divisas» pero… espérate un momentico que es para personas residentes permanentes en el país, vieja esos somos nosotros, ah y empresas autorizadas.
Estirando el brazo agarra la taza y mientras la mueve huele la negra infusión, toma un sorbo cuidando de no quemarse los labios y deposita el recipiente a su lado.
—¿Entonces, la gente va a andar con dólares? le pregunta su interlocutora.
Cheo baja lentamente la Gaceta hasta la altura de su nariz y dejándola escondida responde
—Bueno, me parece que no porque lo que sigue dice que hay que depositarlos en el banco y te dan una carta magnética que sirve para hacer transacciones en dólares americanos, pesos cubanos y pesos convertibles en cajeros automáticos y puntos de venta.
—Ah así mi amiga Mariflor no tiene que andar con billetes cuando reciba la tierrita del extranjero.
—Así mismito, tiene que depositar en efectivo la moneda dura y eso incluye la de diez países específicos que están en una lista o esperar a que se la manden directo a la cuenta desde el extranjero, también recibirla desde una cuenta de la misma categoría para poder utilizar los fondos en las nuevas tiendas que se están creando de mercancías importadas. Eso de andar con divisa por la calle es del pasado, ahora chuculún p’ál banco directo.
—Chéi pero a nosotros qué nos importa eso si nos pagan con pesos cubanos y de todas formas no los podemos depositar en esa cuenta, si tuviéramos bastantes tendríamos que cambiárselos a alguien por dólares para abrir la cuentecita esa ¿Tú crees que nos den dólares por los pesos en el banco?
—Nó mi vieja no me parece y vistos los precios de esas cosas importadas mejor ni miramos, te voy a dar un consejito con los cuatro o cinco convertibles Cúcú esos que tienes por ahí ¡Cámbialos! porque de esos también se dice que no se pueden exportar ni importar, cosa rara porque desde la Resolución 18 del 2012 se sabe que no se pueden exportar.
El otro anuncio es que los dos mil pesos cubanos (CUP) en efectivo que los cubanos domiciliados en el país y extranjeros residentes podían llevar consigo o traer anteriormente ahora se aplica a cualquier pasajero e incluye “otros instrumentos de pago”, el nebuloso término podría significar cualquier moneda y se traduce calculando: 24 pesos cubanos (CUP) por 1 peso convertible (CUC ) y este comparado más o menos a un dólar (USD) usted no puede a la salida del país llevar en su posesión…
deja ver 2000 CUP divididos por 24 que es el valor de 1 CUC son como 83 CUC o pesos convertibles así que si otros instrumentos de pago hacen referencia a dólares u otras monedas de esas de afuera ya sabes lo que puedes tener en el bolsillo, o 2000 pesitos cubanos u otro instrumento de pago equivalente a 83 USD.
—Mira que te complicas la existencia mi turroncito, se te está enfriando el café y sigues con el periódico calculando cosas que al final ¿de qué te sirven? Me está pareciendo que a quienes les importa eso es a quienes viajan o a los que van a llenar las cuentas esas porque tu sabes que la compra de monedas USD se grava con un 10%. Acuérdate que cuando vino la mamá de Mariflor pagó con una carta de crédito que era de Canadá y salió gritando porque cuando le llegó la cuenta le habían convertido el dinero a americanos y le quitaron 10 pesos de cada cien que sacó más la comisión del banco. Estaba que trinaba.
—Tú ves vieja que hay que mirar lo que te hacen con los papeles y preguntar antes de cambiar, porque después vienen los llantos y te lo dicen así de frescos ¡Usted tenía que informarse! No hubiera traído la carta esa, efectivo es mejor mientras que no sean los americanos para que no le tumben el por ciento ese. Después de aquello te acuerdas que venía con efectivo canadiense y lo cambiaba directo por Cúcus y después se los convertían a Cups si quería.
Ahora eso sigue igual pero si quieres tenerlos en una cuenta bancaria entonces todas estas monedas que son las que sirven: dólares estadounidenses, euros, libras esterlinas, dólares canadienses, francos suizos, pesos mexicanos, coronas danesas, coronas noruegas, coronas suecas y yenes japoneses se ponen en el banco en la famosa cuenta que te da la tarjetica para poder comprar en las nuevas tiendas exclusivas y hermanadas a ese tipo de cuentas bancarias. Lo preocupante es que para tener esa cuenta que se considera dolarizada van a tener que pagar por cada dólar que pongan el diez por ciento del gravamen ¿O nó?
—Ay chico que sigues con la misma pejiguera le lanza Chola poniendo los ojos en blanco. Igualito que cuando andabas con la Revista Bohemia del trece de agosto de 1961, aquello era p’árriba y p’ábajo con lo del cambio de dinero aquel, mira para que veas todavía me quedan unos pesos de antes del 61 porque no iba a andar haciendo colas para cambiar los cuatro mojigatos billetes que tenía.
—Claro cielito que la gran mayoría de la gente está más pelada que las nalgas de un… ¿Cómo no me voy a acordar? si se formó tremendo corretaje. El sábado 5 de agosto del 61 publicaron las modalidades del canje que tomó por sorpresa a todo el mundo y se llevó a cabo los días siguientes es decir el domingo 6 y lunes 7 de agosto.
Desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche de esos dos días se cambiaron los billetes por los nuevos. Al cierre del domingo los antiguos billetes perdieron su curso legal y el lunes su validez. En el Centro de Canje correspondiente a la zona de su domicilio por núcleo familiar y por una sola vez se podían cambiar a la par hasta 200 pesos y el excedente se depositaba en ese mismo momento en una cuenta especial para ser tratados posteriormente.
Chola se mecía moviendo la cabeza con un gesto de aprobación
—Así mismito y tú sabes Cheíto que a partir de la promulgación de la ley esos días se prohibieron las llegadas al territorio nacional de personas, aeronaves y buques, también se cerraron los establecimientos comerciales. Lo bueno fue que los que tenían menos de diez mil pesos pudieron conservar el derecho al cien por ciento de su dinero. Se dice que los que tenían mucho dinero eran una minoría y que uno compró veinte pesos de purgante para gastarse el dinero aquel y otros champán para salir del billete, algunos daban hasta cinco pesos por un dólar.
Había que prestar Declaración Jurada sobre su identidad, domicilio, actividad, personas dependientes a quien se representaba en la operación, así como sobre la propiedad de los billetes antiguos presentados al canje por el núcleo familiar. Nosotros ni fuimos a las colas aquellas, de todas maneras con lo poco que íbamos a cambiar ni valía la pena.
Cheo asintiendo con la cabeza recoge los pedacitos de papel que acaba de rasgar y levantándose se va hasta la cocina para depositar las tacitas de café en el fregadero. Se agarra del espaldar de la silla porque todo aquello le da mareos. Se acuerda de Paneque en el parque comentando que la gente de afuera tienen montado un negocio de cambio de Cúcús por verdes desde hace treinta años… ¿treinta? y del otro frente a la CADECA preguntando si quieres cambiar.
Y se tambalea porque cada día entiende menos de cambios de aquí o allá y por más que lea… las cosas parecen alejarse de su comprensión. Mirando de reojo al paquetico de café «Hola» recoge los dados y el tablero sobre la mesa y mete las manos en el cartucho de chícharos para escoger cuatro granos amarillos y cuatro verdes.
-¡Oye Vieja, vamos a jugar parchís!
Fuentes Consultadas:
- Dorticós Torrado, Osvaldo. (13 de agosto de 1961). Los Nuevos Billetes, Ley de la Revolución. Revista Bohemia. Volumen(33), 58,80.
- Gaceta Oficial de la República de Cuba. (2019). Gaceta Oficial No. 21 Extraordinaria el 16 de octubre de 2019. 28 octubre 2019, de Ministerio de Justicia Sitio web: https://www.gacetaoficial.gob.cu/pdf/GOC-2019-EX21.pdf
- Banco Central de Cuba Resolución No. 18/2012: http://www.aduana.gob.cu/images/stories/aduana/Agos-19/rES18-2012-bcc.pdf
- Sociedad Mercantil Cubana Casas de Cambio S.A. conocida por CADECA [http://www.cadeca.cu/]
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