
La Compañía Cubana de Vapores Sobrinos de Herrera S. en C.
La primera empresa de navegación costera fué organizada en Cuba por Don Ramón Herrera y San Cibrián, natural de España, que en 1858 fundó la compañía de que nos ocupamos, estableciendo un servicio entre la Habana y St. Thomas con el pequeño vapor llamado El Pájaro del Océano, hasta organizar, en un período comparativamente corto, una flota grande de vapores, la que aceleró la expansión comercial de la isla en sus hermosos puertos.
Muchos fueron los que en un principio dudaron de las probabilidades de éxito de la empresa, pero la tenacidad é inteligencia del Sr. Herrera ayudaron á vencer todos los obstáculos. Desde el año 1858 la línea de vapores “Herrera” aumentó constantemente en importancia, hasta figurar en 1913 á la cabeza de la lista de los intereses marítimos de la isla.
La compañía tomó gran parte en el desarrollo de muchos distritos apartados de la isla. En reconocimiento de los servicios prestados por el Sr. Herrera á Cuba, el Gobierno español le confirió el título de Conde de la Mortera.
Al ocurrir su fallecimiento, en 1895, sus sobrinos los Sres. Ramón Herrera Gutiérrez y Cosme Blanco de Herrera, continuaron la empresa, bajo la denominación de “Sobrinos de Herrera”.
Cuando se retiró el Sr. Herrera Gutiérrez, entró á ocupar su lugar Don José Blanco Herrera. En 1902 la sociedad primitiva convirtióse en sociedad en comandita, entrando Don Julio Blanco Herrera, hijo de Don Cosme, á formar parte de la Directiva.
En 1913 el capital de la compañía era de $1,500,000, dividido en 3,000 acciones de $500 cada una. La flota de la compañía comprendía los siguientes vapores : Julia, Habana, Santiago de Cuba, Gibara, Nuevitas, Avilés, Cosme Herrera y San Juan.

Todos eran magníficos vapores de pasaje; los tres mayores, construidos en Clyde, se ajustaban á los últimos requisitos de Lloyds, y estaban provistos de todas las comodidades y conveniencias modernas.
La oficialidad de la compañía poseía los correspondientes certificados emitidos por el Departamento de Marina de los Estados Unidos y de la República Cubana. Los vapores ofrecían excelente acomodación para pasajeros en la cubierta superior, estaban alumbrados con luz eléctrica y provistos de telegrafía sin hilos.
La compañía mantenía los siguientes servicios : uno semanal de la Habana á Nuevitas, Puerto Padre, Gibara, Mayarí (Bahía de Nipe), Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba, Isabela de Sagua y Caibarién; cada diez días para Vita y Banes, y cada 21 días para Sagua de Tánamo. Estos viajes los hacían los vapores Habana, Santiago de Cuba, Gibara, Nuevitas y Avilés.
El Julia cubría los viajes entre la Habana, Santiago de Cuba, Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Ponce, San Juan y Mayaguez. Estos vapores tenían una combinación de carga con los vapores de la línea “Red D” en el transporte de café de Puerto Cabello y La Guayra á puertos cubanos, y recibían café en flete directo de los puertos de Puerto Rico y Santo Domingo.
La compañía poseía almacenes y muelles espaciosos para la carga y descarga de azúcar en Caibarién, y además un buen número de remolcadores, incluso tres con motores. Empleaba 700 hombres, y hacía las operaciones de carga y descarga con sus propios estibadores, no dependiendo, por lo tanto, de las condiciones locales de trabajo.
Bibliografía y notas
- “Compañía Cubana de Vapores Sobrinos de Herrera S. en C.”. Impresiones de la República de Cuba en el Siglo Veinte. Historia, Gente, Comercio, Industria y Riqueza, Editado por José Plá Cárceles, Lloyds Greater Britain Publishing Co. Ltd., 1913, pp. 379-381.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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