El Nueva Inglaterra gran cine y café de José López Soto. Los habaneros, en lo que a pasar buenos ratos se refiere, no pueden quejarse, como tampoco nuestros simpáticos Paisanos de provincias, que diría un madrileño, ni los extranjeros, asimismo, que durante esta época nos visitan. Por doquiera, uno de esos ratos de entretenimiento y agradable distracción se les ofrece.
Hoy, la última expresión en lo que a esto respecta, es decir, donde puede el público, en lugar cómodo y elegante, disfrutar de magníficas exhibiciones cinematográficas, lugar que se ha hecho de moda, y adonde acude selecta al par que numerosa concurrencia, es, sin disputa, el gran cine Nueva Inglaterra, situado en la calle de San Rafael, próximo a la de Consulado.
Podrá cualquiera sorprenderse, al asistir a sus representaciones admirables, ante el buen gusto derrochado en aquella sala, y disfrutando de las comodidades que ofrece, a más de otros detalles de no poca importancia; mas, esa sorpresa no la han experimentado todas aquellas personas que, como nosotros, de algunos años hace tienen el gusto de conocer al simpático, activo, inteligente y… artista propietario del cine “Nueva Inglaterra”.
¡Artista! Sí, artista de mérito excepcional y peregrino; bien puede él sentirse orgulloso de ello, que así le proclaman cuantos a diario saborean los exquisitos e incomparables dulces y confituras que confecciona quien, a más de deleitar a sus innumerables parroquianos con los no igualados —esto lo decimos en el sentido real y positivo— productos de su casa, se le ha ocurrido ahora completar “su obra” proporcionando al público horas deliciosas en su gran cinematógrafo, hermano gemelo de esa dulcería, indiscutiblemente la mejor de la Habana.
Porque el señor José López Soto, propietario del cine y de la dulcería “Nueva Inglaterra”, a quien tan agradecidos están los que a ella acuden, es un infatigable industrial que, después de distinguirse en Europa, en Madrid sobre todo, puesto que allí fué el artista bien celebrado en las mejores dulcerías, llegó a estas playas cubanas, las que tanto le encantan, por primera vez en el año de 1901 y, por pronta providencia, como suele decirse, tal es su arte, hízose cargo de la dulcería del gran hotel Inglaterra.
En ese puesto y como jefe de departamento tan especial y delicado, desde el primer momento reconociósele su arte, buen gusto y valer como dulcero de alta escuela, de primissimo cartello.
Toda la Habana refinada, toda la Habana conocedora y amante de lo bueno y exquisito, toda la Habana que apreciar sabe cuanto él vale y cuánto es su mérito, a la dulcería del hotel Inglaterra, ni un solo día faltaba para saborear o proveerse de esos bocattos di cardinali que sólo allí podían encontrarse.
No es cuento. A muchos jóvenes elegantes hemos oído exclamar uno y otro día:
—¡Yo no me presento ante mi novia sin llevarle algo de la dulcería de Inglaterra!
Con esto está dicho todo.
Y esos dulces, obra eran del Sr. José López Soto. El dios: Amor, si es consecuente, debe estarle profundamente reconocido y obligado.
Pues bien; el señor José López Soto, que tantas existencias ha endulzado y a tanta eterna dicha, indirectamente, con su arte ha contribuido, como al comienzo decíamos, ha querido completar su obra, convirtiendo el amplio local que ocupó el antiguo restaurant “Las Tullerías”, en cine elegante, confortable y artístico, unido al gran café, para que las personas que a él asistan ¡oh comodidad no vista! puedan tomar lo que gusten sin salir del salón, con sólo pedirlo a los acomodadores del mismo.
En pocas palabras —que en una sería, imposible expresarlo— como dulcería, café, restaurant, donde se expenden helados, víveres finos, frutas frescas, nada hay en la Habana comparable a la dulcería “Nueva Inglaterra”.
Próximo está el día de San José: sus crocantes, ramilletes y salvillas colocarán bien alto su nombre, si es que ese nombre puede ya estar más alto; siendo allí donde deben adquirirse los bombones y los dulces, como también los artículos de última y preciosa novedad para presentarlos, artículos de porcelana, metal y cristalería.
No hay que olvidarlo, la dulcería y el cinematógrafo del señor José López Soto están en San Rafael y Consulado y su dirección telefónica es esta: A 8667.
¡Ay de aquellos que ante tan bellas perspectivas se mantengan retraídos; para ellos toda conmiseración poca habría de ser.
PETRONIO.
Bibliografía y notas
- Petronio. “La Habana Nueva: Un nuevo cinematógrafo y una nueva Inglaterra.” Revista El Fígaro. Año XXX, núm. 11, 15 de marzo 1914, p. 133.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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