
Un joven inteligente y activo, don Vicente Vallejo, G., de nacionalidad colombiana, fue designado hacia 1906 por la Peerless Wire Fence Co., de Adrian, Mich., E. Unidos, importante fábrica de tejidos de alambres para cercas, para llevar la representación de la casa y divulgar sus artículos en toda la América Latina.
El señor Vallejo salió a recorrer distintas repúblicas, lo que hizo por espacio de algunos años, proponiendo a los almacenes importantes de ferretería los productos de la Peerles Wire Fence Co., logrando en poco tiempo introducirlos en todos los mercados, donde fueron muy solicitados por su inmejorable calidad y duración.
En vista del magnífico resultado de su gestión y debido a que la demanda de ese artículo era grandiosa el señor Vallejo se vió en el compromiso de hacer uso de los productos de estas otras casas: Jones y Laughlin Steel Co., Búfalo Steel Co., Inland Steel Co.,y National Roofing Co., todas de los Estados Unidos, a cuyas casas representó desde entonces, para poder dar cumplimiento a los grandes pedidos que se le hacían.
Tal fué el desarrollo del negocio, que ya en la imposibilidad de poder atender personalmente a todas las repúblicas, determinó instalar sucursales y, al efecto, montó una en Buenos Aires, otra en Santiago de Chile, otra en Montevideo, otra en Rio Janeiro, otra en Cali, Valle, Colombia, y otra en la Habana, en la casa número 71, de la calle de Cuba, a cuyo frente se encuentra el señor Vallejo.

Vicente Vallejo fue único propietario de las demás sucursales, al frente de las cuales tuvo personas de gran confianza y muy entendidas en el negocio.
La especialidad entre los artículos que representaba, eran cercas, puertas y postes para cerca, galvanizados, marca Peerles.
De éstas, el estilo de cerca para cerdos y aves de corral es el que más se vendía en Cuba.
En 1918 esta casa importa al año, para Cuba, 30.000 rollos de alambre tejido, con un peso de 40 kilos.
Para la venta en esta isla, contaba con dos viajantes, los señores José María Vallejo, G., y Joaquín Palacios.
Muchas casas pedían ese artículo directamente a la fábrica, por no poder la oficina hacerse cargo del pedido. La venta en Cuba, ascendía anualmente a $300.000.
Cada sucursal tenía su depósito y la de la Habana tuvo el suyo en los almacenes de los F. C. Unidos, en Regla, donde resguardaba mercancías por valor de $45.000.

En las oficinas de Cuba, 71, altos, ocupaba el señor Vallejo dos magníficos departamentos, lugar al que se podían dirigir los que deseasen hacer algún negocio con él.
Los demás artículos que representaba eran alambres, enrejados de alambre, cercas ornamentadas, puertas, postes de acero, etc.
El 8 de enero 1927 la Asociación de Comerciantes de la Habana hizo un sorteo para que la renovación del Consejo se efectuase trienalmente resultando electo junto a otros, el señor Vicente Vallejo.1

En 1937 hizo Vicente Vallejo G. una solicitud de licencia al Departamento de Impuestos Municipales con el fin de establecer una Tienda de camas de metal y de madera en San Rafael (Vestíbulo del teatro Nacional) número 1, entre San Rafael y San José.2
Bibliografía y notas
- “Nuevos directores de la Asociación de Comerciantes”. Diario de la Marina. Año XCV, núm. 9, 9 de enero 1927, p. 5 ↩︎
- “El Municipio pone al curso recibos ratificando rentas”. Diario de la Marina. Año CV, núm. 10, 12 de enero 1937, p. 4 ↩︎
- Diario de la Marina. Año XCVII, núm. 354, 21 de diciembre 1929, p. 3
- Personalidades y negocios en Cuba
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