
Asilo Truffin. La ceremonia de esta mañana 27 de abril de 1920. Una solemnidad. Hermosa, brillantísima. Ha sido, en la mañana de hoy la bendición de la casa de la calle Pluma número 3, en Marianao, donde se ha fundado el Asilo Truffin.1
Institución piadosa llamada a prodigar bienes infinitos, a cuyo beneficio se viene organizando el baile de las flores que se celebrará el 8 de Mayo en el Teatro Nacional.
Al acto de la bendición precedió la misa que se dijo ante un altar que aparece adornado por los Armand. Estaba precioso. Plantas y flores del jardín El Clavel, distribuidas convenientemente, engalanaban toda la casa.
A la señora de Truffin, presidenta del nuevo asilo, rodeaba un grupo selecto. Damas todas. De la más alta distinción.
En el Asilo Truffin.2

En el Asilo Truffin. Bello acto ayer (abril 1920). La bendición del Asilo Truffin. Allí presente la siempre inspirada cantora de Claros y Nieblas improvisó en honor de la figura culminante en la fiesta los versos que me complazco en transcribir. Véanse aquí:
A Mina P . de Truffin por Lola R. de Tió
Felicito con amor
a la gentil Presidenta
que un Asilo nos presenta
que hace a Cuba tanto honor.
Que siga, siga constante
en su labor generosa
la que es buena y es hermosa
y marcha siempre adelante
atrayendo con bondad
al menesteroso niño
para darle con cariño
tan dulce hospitalidad.
Lola R. de Tió.
Tras la inauguración oficial del Asilo Truffin viene ahora la fiesta que se organiza a favor de sus fondos. Un baile. Baile de las flores. Dispuesto está, como todos saben, para la noche del sábado 8 de Mayo (1920) patrocinado por las más distinguidas damas del mundo habanero.
Se bailará el May Pele, nuevo en esta sociedad, por un grupo numeroso de parejitas de la juventud del smart, la más selecta y más elegante. Una novedad en el caritativo baile serán los abanicos con flores pintadas por nuestros artistas.
Los palcos, al precio de cien pesos, están siendo muy solicitados. Pueden adquirirse dirigiéndose a la tesorera del Comité Organizador, señora Mercedes Romero de Arango, en su residencia de Malecón y Manrique.
También vienen obteniendo una demanda creciente los billetes de entrada. Cuestan cinco pesos. Por persona.
Asilo y Creche Truffin visto por el Fígaro en 19243

Toda la prensa de esta capital se ha hecho eco en estos últimos días de la caritativa y suntuosa fiesta organizada por la distinguida señora Mina Chaumont de Truffin a beneficio de los niños pobres amparados en el Asilo y Creche que ostenta su propio nombre ilustre: Nos referimos al simpático baile oriental —“Las Mil y Una Noches”— celebrado con gran éxito y pompa en el amplio salón del Teatro Nacional.
En otras páginas de la presente edición —dedicada por entero a perpetuar en los anales de nuestra sociedad aquella noche de luces y caprichos inolvidables— podrá el lector deleitarse con la escogida información gráfica que ofrecemos.
Aquí reproducimos tres aspectos distintos del Asilo y Creche Truffin, en donde más de trescientos niños gozan, al abrigo caritativo de tan noble señora, de horas de júbilo intenso y sana expansión.
Fundose este Asilo y Creche el 27 de abril de 1920. El espléndido señor Regino Truffin contribuyó entonces con la cantidad de veinte y cuatro mil pesos, los cuales fueron invertidos en la compra de un soleado y fresco edificio que se alza en una altiplanicie del vecino pueblo de Marianao.
Poco tiempo después logra la señora Mina Pérez Chaumont de Truffin, gracias a su infinita prodigalidad, efectuar numerosas reformas en el antiguo local. Y al concluirse éstas, organiza una simpática fiesta que tuvo por objeto la repartición de juguetes entre los niños asilados.
Fué presidida por el Ilustrísimo Sr. Obispo de la Habana y el Rvdo. Padre Juan Alvarez, Superior y Visitador de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad de las Antillas.
El edificio de este Asilo para niños, en las condiciones actuales, es magnífico y está acondicionado con las necesidades modernas de esta clase de hospicios. Cuenta con amplios dormitorios, en los que se enfilan las camitas limpias y confortables.
Cuenta con una magnifica instalación de luz eléctrica y servicios sanitarios. Los asilados reciben de las dulces Hermanitas una esmerada educación para tener derecho a entrar en la vida con dignidad.
Un fresco patio lleno de sol tienen las niñas para la hora dulce de las diversiones. El sol es el pan de la infancia, De mañana, cuando la buena claridad del sol llega tranquila y feliz al patiecito poblado de flores, las infantitas destronadas por la suerte podrán soñar lindas cosas al ritmo de la suiza, mientras allá afuera el viento de la ciudad pasa borracho de ambiciones y de inútiles blasfemias.
Bibliografía y notas
- Fontanills, Enrique. “Habaneras. Asilo Truffin. La ceremonia de esta mañana”. Diario de la Marina. 27 de abril de 1920, Ed. Vespertina, Año LXXXVIII, núm. 99, p. 2 ↩︎
- Fontanills, Enrique. “Habaneras. En el Asilo Truffin”. Diario de la Marina. 28 de abril 1920, Ed. Matutina, Año LXXXVIII, núm. 119, p. 10 ↩︎
- “Asilo y Creche Truffin”. Revista El Fígaro. Año XLI, núm. 5, febrero 1924, p. 80 ↩︎
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