La Sociedad El Casino Español de la Habana fue fundado tal vez por un sentimiento de nostalgia para mejor recordar la tierra lejana que constituía el ensueño constante de los españoles emigrados, se acomodó mejor que ninguna otra institución del mismo orden al concepto europeo de los casinos y continuó esa tradición a través de todas sus etapas.
En el paseo del Prado poseía un espléndido edificio propio en 1917. Era este sin disputa, por su aspecto exterior y por sus instalaciones interiores, uno de los mejores y más suntuosos de esta vía tan importante en la Habana que equivalía a los Campos Elíseos de París o a la calle de Alcalá de Madrid
El edificio con su mobiliario costó la suma de 300.000 pesos. Sus instalaciones podían compararse a las de edificios similares a éste en climas más favorables a la vida de los casinos. Tenía grandes y magníficos salones para fiestas, un gran salón de juntas, departamentos de gimnasia y esgrima, salas de baños, etc..
Se fundó el Casino Español en 1869 y tenía entonces por objeto principal constituir un centro de reunión para las personas conocidamente afectas a la nacionalidad española. Este objeto se completaba, según los estatutos de su constitución, con el de tratar privadamente cuanto afectase a los intereses morales y materiales del país, promover y auxiliar obras que los favoreciesen y proporcionar medios de instrucción y recreo a los socios.
El objeto de la institución se ha explicado de otra manera, más alta, más conforme al progreso social de la época, en 1905 cuando se aprobó el reglamento vigente.
El artículo I.° de este reglamento decía así:
“El Casino Español de la Habana es un centro que tiene por objeto, además de proporcionar a los socios los recreos y esparcimientos propios de la buena sociedad, promover y fomentar la unión entre los españoles residentes en esta República y procurar que se mantengan y acrecienten las corrientes de confraternidad entre la colonia española y el pueblo cubano”.
Este noble y patriótico precepto, promulgado poco después de la independencia de la Isla, no ha sido alterado desde entonces, porque realmente condensa, de manera insuperable, lo que debe ser un club de españoles en tierra donde se habla el mismo idioma y donde, por lo tanto y con entera independencia de los más graves trastornos históricos, España tendrá siempre una gran misión, una trascendental misión que cumplir.
La situación económica del Casino Español era muy próspera.
Adeudaba en 1917, por virtud de los dos empréstitos que lanzó para constituir el edificio social, la cantidad de 203.215 pesos oro español.
Pero tenía un capital de 4.163,69 pesos moneda oficial y 91.368,16 en oro español y contaba con 650 asociados, que satisfacían mensualmente la cuota de cinco pesos moneda oficial.
Las utilidades anuales eran de aproximadamente 24.000 pesos.
La Sociedad organizaba fiestas espléndidas, a las cuales acudía lo más selecto de la buena sociedad habanera, convirtiéndose estas en verdadera tradición en la vida cubana.
Al frente de esta institución figuraron siempre nombres prestigiosísimos en el comercio, en los empleos cuando la Habana era española y siempre en la alta vida habanera.
Entre sus presidentes estuvieron don Narciso Maciá y Domenech, personalidad de gran importancia en la Habana, Secundino Baños y Laureano Falla Gutiérrez, industrial de renombre y prestigio.
El Casino Español, cuyo objeto principal desde 1905 consistió en procurar que se mantuvieran y acrecentaran las corrientes de confraternidad entre la colonia española y el pueblo cubano, hizo mucho en favor de esta obra patriótica, constituyendo un gran lazo de unión entre españoles y cubanos, muchos de los cuales consideraban esta casa como nacional.
En la Junta directiva del Casino figuraron nombres de cubanos muy distinguidos.
El Casino Español de la Habana era la verdadera casa de España en Cuba. Institución en la cual se condensaban todas las agrupaciones regionales de la Isla, asumiendo por entero la representación nacional.
Y teniendo en cuenta la importancia extraordinaria, por su número y por su valía, de aquella colectividad española, queda dicha su alta significación en el país.
Referencias bibliográficas y notas
- Casino Español de la Habana en Libro de Oro Hispano-Americano. Sociedad Editorial Hispano Americana, 1917. pp. 343-345.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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