Baracoa ostenta un hermoso y brillante historial desde su descubrimiento por los expedicionarios españoles en 1492. Situada en la costa norte de Cuba fue parte de la provincia de Oriente y actualmente lo es de Guantánamo.
En el Diario de Cristóbal Colón aparece el relato1 del descubrimiento de Baracoa correspondiente al 27 de noviembre 1492:
“Viniendo así por la costa á la parte del Sueste del dicho postrero río halló una grande población2, la mayor que hasta hoy haya hallado, y vido venir infinita gente á la ribera de la mar dando grandes voces, todos desnudos con sus azagayas en la mano.
Deseó hablar con ellos y amainó las velas, y surgió y envió las barcas de la nao y de la carabela por manera ordenados que no hiciesen daño alguno á los indios ni lo rescibiesen, mandando que les diesen algunas cosillas de aquellos resgates. Los indios hicieron ademanes de no los dejar saltar en tierra y resistillos. Y viendo que las barcas se allegaban más á tierra, y que no les habían miedo, se apartaron de la mar.
Y creyendo que saliendo dos o tres hombres de las barcas no temieran, salieron tres cristianos diciendo que no hobiesen miedo en su lengua, porque sabían algo della por la conversación de los que traen consigo. En fin, dieron todos á huir, que ni grande ni chico quedó.
Fueron los tres cristianos á las casas, que son de paja y de la hechura de las otras que habían visto, y no hallaron á nadie ni cosa en alguna dellas. Volviéronse á los navíos y alzaron velas á medio día…”
Historia de Baracoa villa primada Nuestra Señora de la Asunción
El arribo de la expedición del Almirante Cristóbal Colón, a la ensenada de “Miel” o Porto Santo, como él la llamara, dió origen mas tarde a la fundación de la villa por el Adelantado D. Diego Velázquez, que llegó de la Isla de Santo Domingo, con cuatro naves y trescientos hombres, por órdenes expresas de D. Diego Colón, Gobernador de la Española.3
De la fundación de Baracoa que se nombró Nuestra Señora de la Asunción dice Hortensia Pichardo4:
Antes del día 11 de junio de 1510 —puesto que en esa fecha Diego Colón se lo comunicaba al rey— partió Diego Velázquez de Salvatierra de la Sabana, villa fundada por el propio Velázquez, cerca del cabo Tiburón, al sudoeste de la Española, y llegó al puerto de Palmas, al sur de la provincia de Oriente.
Y continua exponiendo la Dra. Pichardo sobre la fecha de fundación de la villa:
Tradicionalmente se ha aceptado como año de su fundación el de 1512, pero se partía del error —divulgado por Herrera— de creer comenzada la conquista ele Cuba en noviembre de 1511; al ser rectificada esta fecha y retrotraerla al mediar el año 1510, no es posible admitir que Diego Velázquez permaneciera más de año y medio sin establecer una población donde asentarse y organizar su gobierno, lo cual permite suponer la fundación de Nuestra Señora de la Asunción a fines del año 1510 o principios de 1511.
El padre de las Casas narra la fundación de Nuestra Señora de la Asunción sobre el mismo sitio que ocupaba el pueblo indio del mismo nombre:
(Diego Velázquez) constituyó una villa en un puerto de la mar del Norte; cuyo asiento llamaban los indios Baracoa, la penúltima luenga, que estaba en comarca de aquella provincia de Maycí…5
Al llegar Velázquez a Baracoa, constituyó en la naciente villa el Gobierno Superior de la Isla, estableciendo un Ayuntamiento y ordenando la construcción de una iglesia y de una fortaleza.
Cuando Velázquez trasladó su residencia y gobierno para Santiago de Cuba, Baracoa decayó al extremo de quedar casi abandonada, sus indios como todos los de Cuba, fueron desapareciendo, sufrió la rebelión de Guamá y llegó hasta proponerse que se deshiciera como poblado6.
Concesión de un Escudo de Armas a la ciudad de Baracoa
Por Peal Orden de 20 de Septiembre de 1838, se concedió a la Ciudad de Baracoa un Escudo de Armas con arreglo al diseño que se acompañó a la Exposición que dirigió el Ayuntamiento a S.M. la Reina Gobernadora; e igualmente el distintivo de “Muy Fiel”, teniendo S. M. en cuenta que dicha Ciudad fue la primera que se fundó en la Isla y su Ayuntamiento el más antiguo de la misma.
Muy poco tiempo tuvo Baracoa el honor de ser la capital de la Isla, en razón de haber pasado el Obispado, el 8 Mayo de 1523, en cumplimiento de lo mandado por la bula de Adriano VI, de 28 de Abril de 1522, a Santiago de Cuba, Ciudad establecida, también, por el mismo Velázquez, considerando que el lugar donde aquélla se encontraba, era el más céntrico de los que existían entonces en la Isla.
Luego que se trasladó el Gobierno de la isla a Santiago de Cuba, vino a tal decadencia Baracoa, que el año 1530 el Gobierno, en aquella Ciudad, propuso su demolición, demandada con urgencia, por efecto de las continuas perturbaciones ciclónicas y la actitud de los indios que se negaban a someterse al Gobierno de la Provincia.
Más tarde en ocasión de la visita que hizo a su Diócesis, el Obispo de Cuba, Juan del Castillo, envió Testimonio7 a S. M. con fecha 2 de Agosto de 1570 significándole que en esta villa había 17 indios casados y 78 españoles.8
Y así continuaron las cosas durante el siglo XVI y parte del XVII, contribuyendo a ello la atención que prestaban los gobernantes a las amenazas de los piratas que afectaban los mares de las Antillas y que fueron el azote de la Isla en ambas centurias.
El Gobierno no llevó a cabo la destrucción de Baracoa, teniendo en cuenta que dicha población fue la ciudad primogénita de la Isla de Cuba, y en ella se había encontrado la Cruz de la Parra, que había sido muy venerada por los cristianos; influyendo, poderosamente, después de las predicaciones hechas a los indios por Fr. Bartolomé de las Casas, respecto a la significación de esa sagrada reliquia, para obtener la obediencia de los indígenas y explotar sus trabajos, con provechos positivos.9
La Santa Cruz de la Parra
Es la Cruz de la Parra una reliquia sagrada que existe en uno de los altares de la Iglesia Parroquial, desde la fundación de la Ciudad de Baracoa. Con ella realizó algunos oficios el ilustre sacerdote Fray Bartolomé de las Casas.
La Cruz de la Parra fué encontrada entre los bejucos de una mata de parra, y por eso lleva ese nombre, que existía en un patio de un rancho construido hacia la parte Norte, donde hoy se encuentra esta Cabecera, o sea hacia el lugar conocido por la Punta, que resultó ser el sitio escogido por los conquistadores para la construcción de sus viviendas.
Sobre la existencia de la Cruz de la Parra se han presentado distintas suposiciones, sin que ninguna de ellas haya sido desvirtuada ni confirmada, a pesar de las grandes investigaciones hechas en ese sentido.
La más generalizada es la de que fué importada por los descubridores de América. Otra suposición descansa en la creencia de que la Cruz de la Parra fué hecha con una madera que trajeron los conquistadores. Y la más débil de las suposiciones expresadas es la de que la Cruz de la Parra fué hecha con la madera de un árbol que existía en Baracoa.
Resultando ser la más débil, porque reconocida la madera por peritos inteligentes en la materia, existente en esta localidad y en otros lugares de la Isla, han declarado que aquélla es completamente desconocida en el país.
La Cruz de la Parra fué, por los años de 1526 a 1530, sustraída de la Iglesia Parroquial,y estuvo oculta por espacio de largo tiempo.
Un niño, de ocho años, que se encontraba buscando un animal doméstico, por el patio de su casa, que era un rancho situado en el lugar conocido hoy por la Laguna, la vió oculta en un hueco cubierto con grandes matorrales, dando conocimiento, enseguida, del hallazgo a sus padres, y éstos, inmediatamente, al Cura Párroco, quien dispuso que en procesión fuera trasladada a la Iglesia Parroquial.
Con este motivo hubo grandes demostraciones de júbilo y regocijo, y por el Cura Párroco se pronunció una oración, en la Iglesia, demostrando a sus feligreses que la aparición de la Cruz era un milagro realizado por Dios. Los fieles, en el paroxismo de su alegría, hicieron todas clases de promesas por la conservación de la Cruz de la Parra.
La creencia en sus obras milagrosas, por parte del pueblo católico, ha despertado siempre gran interes, en muchas personas, de adquirir un pedazo de la Cruz. Personajes de España que venían a Cuba se valían de sus influencias para conseguir el mismo objeto.
El General Don Arsenio Martínez Campos, en uno de sus viajes a Baracoa, se empeñó mucho con el Cura Párroco por la adquisición de una parte de dicha reliquia, siendo complacido. Con iguales propósitos se dirigían a los Curas Párrocos de esta Iglesia personajes de gran representación en las esferas sociales de algunas poblaciones de Europa.
Esto dió lugar a que los feligreses católicos de acuerdo con uno de los vicarios que existieron en esta parroquia, dispusieran la obra de enchapar, con metal de plata, las partes extremas de la Cruz, para evitar, en absoluto, los continuos cortes que se le daban.
Defensas, Corsarios y Piratas en Baracoa
El día primero de Febrero de 1652 tuvo lugar una invasión en Baracoa, por cuyos componentes fueron robados y perseguidos sus habitantes hasta el monte, donde tuvieron que refugiarse como medio único de amparo y defensa que les quedaba. Los invasores estuvieron alojados doce días en la Iglesia, de la cual se llevaron los ornamentos y alhajas de todas clases.
Más tarde se construyen dos baterías una llamada de la Punta emplazada con artillería gruesa y la otra Matachín, útil por la ventajosa posición que ocupaba, como lo demuestra el caso de haberse batido a fines de Julio de 1807 contra el navío inglés “Chischeeter” y un jabeque de guerra, los que debieron retirarse precipitadamente. Aquel día un hábil artillero, nombrado Simón Bravet, se destacó por su valor y destreza.
Durante la guerra hispano-americana se presentó el 15 de Julio de 1898 a la vista de este puerto el vapor de guerra americano “Annápolis”, al mando del Capitán Mr. Hunter. Como a las dos de la tarde se paseaba el buque por el tramo de mar comprendido entre la Ensenada de Miel y cerca de la boca del puerto y de la farola de situación del mismo.
Nadie se explicaba que era lo que se proponía el Capitán del vapor con los recorridos que venía haciendo a corta distancia del litoral de esta Ciudad. Serían como las cuatro de la tarde cuando detenido el “Annápolis”, por espacio de algunos minutos en la Ensenada de Miel, llegó a excitarse el sentimiento bélico de determinados elementos de la comunidad española.
Consideraban que lo hecho por el buque constituía una gran provocación al Gobierno de España en este recinto de la Isla, y decidieron hacer uso de un cañón sistema Krupp, como de dos metros, que existía en el fuerte de la Punta, y emplazándolo en el fuerte de Matachín hicieron ocho disparos contra el buque de guerra americano, sin consecuencia de ningún género para este último-y con daño de la vida de una res, que se encontraba a corta distancia del referido fuerte.
El Capitán del «Annápolis», que no tenía el propósito, según las informaciones que recogimos de buena fuente, de adoptar ninguna actitud agresiva contra la plaza de Baracoa, al ver la acometividad que se le hacía, dispuso, de seguida, el bombardeo de las fortalezas de esta localidad, disparando sobre las mismas setenta y dos cañonazos.
Resultó el fuego de artillería nulo por causa de encontrarse el mar tan agitado y ser muy difícil hacer blanco sobre el lugar que se lanzaba el proyectil, pues eran muy grandes los golpes de las olas que recibía el buque, en situación de recibir algunas averías. No obstante, los disparos del “Annápolis” ocasionaron algunos daños, aunque no de grandes proporciones, en varios edificios del barrio de la Asunción.
La ocupación norteamericana
El 11 de agosto 1898 entró en puerto el vapor San Juan de la Empresa Sobrinos de Herrera conduciendo a bordo al Teniente Coronel del Ejército Español Domingo Arraiz Condorenas y el Capitán del Ejercito norteamericano Mr. Miley quienes componían la comisión designada para avisar al comandante militar de la plaza sobre la rendición y convenio que ponía fin a la guerra.
En la primera quincena de septiembre 1898 las fuerzas cubanas entraron en Baracoa en medio de gran júbilo y en noviembre fue el General de Brigada del Ejercito Libertador Demetrio Castillo Duany quien había sido designado Gobernador Civil de la Provincia por el Gobernador Militar Mr. Leonardo Wood. Llegaba para realizar votaciones en las que serían elegidos el Alcalde y los Concejales Municipales.
Celebrada la reunión, y practicadas las votaciones para cubrir los referidos puestos, se obtuvo el siguiente resultado:
Para Alcalde, el Dr. Hipólito Galano. Para Consejeros: los señores José Tur, Gaspar Piñó, Pedro Sánchez, Carlos Repilado, Ernesto de las Cuevas, Sebastián Hartman, Tomás Lingoya, Rafael Arrúe, Toribio Bravo, Policarpo Columbié, Severiano Urgellés y Luis A. Columbié.
El día 8 de Diciembre 1898 el Ayuntamiento, presidido por el Dr. José H. Pérez, dió posesión de sus cargos al nuevo Alcalde y Consejeros, habiendo el nuevo Ayuntamiento desempeñado sus funciones con el mayor acierto. Habiendo renunciado al cargo de Alcalde ocupando la plaza el Dr. José Homobono Pérez.
Los Alcaldes de Baracoa
En las primeras elecciones municipales, verificadas en junio 190010, el doctor Hipólito Galano fue electo Alcalde por una mayoría que casi representaba la totalidad de los votos, y del mismo modo fué reelecto en 1901, continuando en el desempeño de su cargo hasta el momento de su muerte. El General Hipólito Galano Coutín, falleció en la ciudad de Baracoa el día 23 de Agosto 1903.11
Le sucedió en el puesto, el primer Teniente de Alcalde, cargo que desempeñaba, por elección popular, su hermano Sr. Adriano Galano Coutín, Coronel del Ejército Libertador. Este presentó la renuncia de la Alcaldía, viniendo a sustituirle el segundo Teniente de Alcalde, Sr. Alejandro Albuerne, hasta el día primero de Octubre de 1908, que vino a sucederle, en su carácter de Alcalde en propiedad, electo en las votaciones verificadas en este Término el primero de Agosto retro-próximo, el Dr. Eugenio Silva Montejo.
El día 15 de Abril de 1910 presentó la renuncia del cargo de Alcalde este último, fundando su resolución en la incompatibilidad que existía entre el referido cargo y el de farmacéutico, regente de la farmacia “La Reunión”, establecida en esta localidad.
Con ese motivo tomó posesión del cargo de Alcalde, en su carácter de Presidente del Ayuntamiento, el Sr. Aurelio Vilató, el día 18 del propio mes de Abril, habiendo permanecido en el mismo hasta el día 1o. del mes de Diciembre de 1912, que tuvo que hacer entrega al Sr. Rafael Fernández Olazábal, que resultó electo en las votaciones verificadas el día 1o. de Noviembre anterior, por la agrupación denominada “Conjunción Patriótica”, integrada por el Partido Conservador y elementos del Partido Liberal.
El Sr. Fernández Olazábal hizo abandono de su cargo el día 16 de Febrero de 1917, marchándose al campo de la revolución que, pocos días antes, habían iniciado elementos del Partido liberal, en distintos lugares de la República.
Se hizo cargo de la Alcaldía, interinamente, el Sr. Francisco Arrúe Hernández, en su carácter de Presidente del Ayuntamiento. Una de las buenas obras realizadas por dicha Autoridad, fué la organización de un “Comité de
Gestiones de Auxilios para Baracoa”, integrado por representaciones de todos los elementos de este Término.
- Dr. Hipólito Galano Coutín (8 diciembre 1898)
- Dr. José Homobono Pérez (Reemplaza al anterior por renuncia)
- Dr. Hipólito Galano Coutín (1900-1901)
- Dr. Hipólito Galano Coutín (1901- ✞ 23 agosto 1903)
- Coronel Adriano Galano Coutín (Primer Teniente de Alcalde)
- Alejandro Albuerne (Segundo Teniente de Alcalde asume por renuncia del anterior)
- Dr. Eugenio Silva Montejo (1 de octubre 1908 – 15 de Abril de 1910)
- Aurelio Vilató (18 abril 1910 – 1 de diciembre 1912 por renuncia del anterior)
- Rafael Fernández Olazábal (1 de diciembre 1912 – 1920)
- Francisco Arrue Hernández (1920 – 1922)
- Lorenzo Conde Hernández (1922 – 1926)
- Alberto Conde Hernández (1926 – 1932)
- Julio I. Castro González (1932 – 1933)
- Jacinto Coutín y Francisco Cancanon (1933 – 1936)
- José H. Galano Coutín (1936 – 1940)
- Leovigildo Prada Lores (1940 – 1944)
- Manuel H. Galano Coutín (1944 – 1946)
- Ricardo Pérez Morgado (1946 – 1950)
- Manuel Gallinar Marcos (1950 – 1954)
- Ángel Montero Novoa (1954 – 1958)
- Armando Dans Aguilera (1958 – [/]12
Esta población, la primera de Cuba, hacia 1929 no había prosperado en relación a los demás términos municipales de la República, a causa de su aislamiento, pero la exuberancia de su suelo, su inmejorable situación geográfica y la industria de sus hijos, lograban mantenerla en una situación de prosperidad apreciable.
El Gobierno Central de aquella época, velando con creciente interés por el desarrollo de todos los términos de la República, anunciaba un plan general y amplio de reformas y mejoramientos para Baracoa.
De interés:
- Alberto Conde Hernández (Alcalde de Baracoa)
- Hipólito Galano Coutín (Alcalde de Baracoa – Elogio fúnebre)
- José García Ríos, S. en C. (Comerciantes y banqueros)
- La Baracoesa — Fábrica de fideos de Alberto Hernández
- Personalidades y negocios de Oriente
Bibliografía y notas
- “Relación del Primer Viaje de D. Cristóbal Colón”. Relaciones y Cartas de Cristóbal Colón. Biblioteca Clásica. Tomo CLXIV. Madrid: Librería de la Viuda de Hernando y Ca., 1892, p. 78 ↩︎
- La de Baracoa. ↩︎
- Diario de la Marina. 1929. ↩︎
- Pichardo, Hortensia. “La fundación de las primeras villas de la Isla”. Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. Año 74, Vol. XXV. Septiembre-Diciembre 1983. ↩︎
- Historia de las Indias. Madrid. Libro 3ro. cap. XXVI, t. II. M. Aguilar, 1927, p. 473. ↩︎
- Rodríguez Ferrer, Miguel. Naturaleza y Civilización de la Grandiosa Isla de Cuba. Madrid, 1877, 2a. Parte, p. 376. ↩︎
- Papeles existentes en el Archivo de Indias. Academia de la Historia. Tomo I, p. 217. ↩︎
- Morales Patiño, Oswaldo. “Los Indígenas en los primeros municipios cubanos”. Revista de Arqueología y Etnología. Año VII, época II, núm. 13-14, enero-diciembre 1951, p. 375 ↩︎
- De las Cuevas, Ernesto. Narraciones históricas de Baracoa. Tomo I. Baracoa: La Crónica Gran Taller Tipográfico, 1919, p. 38 ↩︎
- “Las Elecciones. Baracoa”. Diario de la Marina. Año LXI, núm. 146, 22 de junio 1900, p. 2 ↩︎
- G. Pierra, Fidel. “Elogio Fúnebre del General Hipólito Galano”. Diario de la Marina. Año LXIV, núm. 241, 12 octubre 1903, p. 5 ↩︎
- O’Donnell-Rosales, John. “List of Mayor’s of Baracoa, Cuba 1899 to 1958 // Lista De Alcaldes de Baracoa, Cuba 1899-1958”. Rosales’ History Of The South // La Historia Del Sur Por Rosales, 24 de noviembre de 2013. https://historyofthesouth.blogspot.com/2013/11/list-of-mayor-of-baracoa-cuba-1899-to.html. ↩︎
Deja una respuesta