A unos cinco kilómetros del poblado de Amarillas en la provincia de Matanzas se encuentra enclavado el sitio conocido como Caimito del Hanábana, acompañando a su padre allí estuvo José Martí en su niñez. Desde este lugar escribió a su madre una carta, la primera que de él se conserva. En el lugar encontramos una pequeña construcción, un proyecto solar de arquitectura conmemorativa y ambiental dedicado al maestro en el aniversario ciento cincuenta de su natalicio.
El edificio tiene una serie de tragaluces en el techo, los que el veinte y tres de octubre dejan pasar la luz solar para iluminar, sobre un grupo de pedestales, una serie de fotografías, la carta a la madre y los personajes a los que Martí hace referencia en esa carta, sus padres, el caballo, el gallo, el río Hanábana.
A unos pasos y cruzando la carretera un sencillo monumento y unas estrofas de sus versos sencillos, es que aquí de niño vió el sufrimiento del negro esclavo, el cual no olvidaría, la revuelta ante la injusticia caló profundo en su mente infantil. Otra tarja nos cuenta la historia “Aquí vivió Martí a la edad de nueve años: Y aquí vió al esclavo ahorcado que a los treinta y seis años cantara en sus Versos Sencillos”. Por eso en este lugar existe una lápida construida en 1953 por el Instituto No. 1 de La Habana en merecido homenaje al centenario de su natalicio.
Carta de José Martí a su madre
A mi señora madre Dña. Leonor Pérez
Hanábana, y Octubre 23 de 1862
Estimada mamá: Deseo antes de todo que Vd. esté buena, lo mismo que las niñas, Joaquina, Luisa y mamá Joaquina. Papá recibió la carta de Vd. con fecha 21, pues el correo el Sábado que era 18 no vino, y el martes fue cuando la recibió; el correo — según dice él — no pudo pasar por el río titulado “Sabanilla” que entorpece el paso para la “Nueva Bermeja” y lo mismo para aquí, papá no siente nada de la caída, lo que tiene es una picazón que desde que se acuesta hasta que se levanta no le deja pegar los ojos, y ya hace tres noches que está así.
Yo todo mi cuidado se pone en cuidar mucho mi caballo y engordarlo como un puerco cebón, ahora lo estoy enseñando a caminar enfrenado para que marche bonito, todas las tardes lo monto y paseo en él, cada día cría más bríos. Todavía tengo otra cosa en que entretenerme y pasar el tiempo, la cosa que le digo es un “Gallo Fino” que me ha regalado Dn. Lucas de Sotolongo, es muy bonito y papá lo cuida mucho, ahora papá anda buscando quien le corte la cresta y me lo arregle para pelearlo este año, y dice que es un gallo que vale más de dos onzas.
Tanto el río que cruza por la “finca” de Dn. Jaime como el de la “Sabanilla” — por el cual tiene que pasar el correo estaban el Sábado sumamente crecidos, llegó el de acá a la cerca de Dn. Domingo, pero ya han bajado mucho.
Y no teniéndole otra cosa que decirle déle expresiones a mamá Joaquina, Joaquina, Luisa y las niñas y a Pilar déle un besito y Vd. recíbalas de su obediente hijo que le quiere con delirio.
José Martí
Versos sencillos XXX
El rayo surca, sangriento,
El lóbrego nubarrón:
Echa el barco, ciento a ciento,
Los negros por el portón.
El viento, fiero, quebraba
Los almácigos copudos;
Andaba la hilera, andaba,
De los esclavos desnudos.
El temporal sacudía
Los barracones henchidos;
Una madre con su cría
Pasaba dando alaridos.
Rojo, como en el desierto,
salió el sol al horizonte;
Y alumbró a un esclavo muerto,
Colgado a un seibo del monte.
Un niño lo vio: tembló
De pasión por los que gimen;
Y, al pie del muerto, juró
Lavar con su sangre el crimen!
María del Pozo dice
Bello incomparable,mi corazón se oprime al pensar en el sufrimiento esclavo y llora amargamente ante la indiferencia de la humanidad. Martí fuiste eres y serás grande donde quiera que estés…