Tuvo lugar su inauguración el día 15 de marzo de 1897 y su mayor importancia no se la dieron la ceremonia oficial ni la extraordinaria concurrencia de los socios, invitados y curiosos que allí fueron ávidos de contemplar una hermosa finca llena, de frondosos árboles, amplias avenidas y jardines deliciosos, lagos amenos y panorámicos paisajes, destinados á un hospital particular, sino el ingreso de los enfermos que procedentes de las otras Casas de Salud, venían á ocupar los diferentes departamentos de su propia casa.
Fué un espectáculo conmovedor la llegada de aquellos enfermos, en cuyas caras se reflejaba la satisfacción de que iban á ser cariñosamente tratados y la esperanza de una pronta curación y no puede negarse la influencia grande que tiene el estado del ánimo sobre los males del cuerpo.
Pero digamos algo de la finca. Ocupa una extension superficial de 22 hectáreas, estando cercada por muros de mampostería de unos dos metros de altura, con excepción de la parte en que la cruzan los canales de Fernando VII y de Albear, por donde hay cercas de tabla y de piña de ratón.
Tiene á su frente un enrejado de hierro con pilares de mampostería, de 89 ½ metros de largo, con una gran portada de hierro que da paso á una calzada de unos 248 metros de largo, con árboles á uno y otro lado, que conduce al edificio central, que es hoy Dirección y Administración.
Pabellones de la Casa de Salud Covadonga.
A la izquierda de este edificio, mirando á su frente, fueron construidos los tres nuevos pabellones que hemos mencionado en el capítulo anterior. Pasa de 700 metros la superficie de cada pabellón y de 20 la de cada una de sus habitaciones, que se encuentran situadas á uno y otro lado, dejando entre ellas un patio espacioso. Todos los cuartos tienen ventanas y puertas, provistas éstas con lucetas movibles que permiten la ventilación.
Las paredes perfectamente lisas; los pisos levantados del suelo para evitar las emanaciones del terreno y el mueblaje de tal naturaleza que permiten el mayor aseo. Los pabellones á su vez están separados unos de otros por medio de un espacio libre, con jardines que purifican el ambiente y alegran la vista.
No se ocultó al buen juicio del doctor Bango la responsabilidad que asumía al hacerse cargo de la Dirección facultativa de una Casa de Salud de nueva creación y en la que todo estaba por hacer, bajo el punto de vista de su organización.
Decidido á salir airoso de la empresa, consagró toda su atención y desvelos á la obra. Muy pronto comprendió que los tres pabellones construidos resultaban insuficientes y propuso á la Directiva la construcción inmediata de otro, que al cabo de poco tiempo estaba ya terminado.
Obedeció este propósito á que cada pabellón contuviese solamente cuarenta enfermos, dos por cuarto, aun cuando la capacidad de estos permitiese en caso forzoso hasta cuatro camas.
Se bautizó al nuevo pabellón con el nombre de “Saturnino Martínez”, en honor del distinguido obrero, esclarecido poeta y entusiasta asturiano que tanto interés mostró siempre por la asociación y que más de una vez ha desempeñado, como ahora, el cargo de Vice-Presidente de ella.
Pero lo hecho no bastaba. Se imponía la necesidad de otro pabellón más, la reedificación total de la cocina y sobre todo la erección de un departamento exclusivamente dedicado á la cirugía en el cual pudieran practicarse operaciones de todo género, por más delicadas que ellas fueran, con el éxito que hoy reclama la ciencia moderna.
Sometidos á la Directiva los proyectos del Dr. Bango, fueron acogidos con agrado, procediéndose á levantar los planos y hacer los presupuestos, para llevar las obras á su realización. No fueron obstáculos las dificultades de la caja, que siempre la Directiva encontraba medios para poderlas vencer y en este caso el desembolso era más considerable pues había que atender además á la dotación en el departamento de cirugía de un arsenal quirúrgico que se pidió al extranjero y que por lo completo y perfeccionado vino á ser la última palabra de la ciencia.
Una nueva contrariedad experimentó el Centro en los primeros meses del año 1900, cuando el día 24 de marzo se recibió la triste noticia del fallecimiento, ocurrido en Asturias, de su Presidente el Sr. D. Ramón Argüelles.
Esa desgracia hizo temer por la marcha de la Asociación, como cuando ocurrió la del Sr. Valle; pero afortunadamente sustituía á aquél en el puesto, en su calidad de su primer Vice Presidente, una persona del prestigio, de la rectitud y experiencia del Sr. D. Rafael García Marqués que supo conducir la sociedad por buen camino, salvándola de sus escollos. Así lo reconoció la Junta General de asociados, cuando en la sesión de 5 de agosto de 1900 eligió al Sr. García Marqués, Presidente efectivo.
Terminados á mediados de 1901 el pabellón de cirugía, al cual acordó la Directiva, por merecida deferencia á su inspirador, denominarlo Bango: el pabellón “Asturias” y la nueva Cocina, levantada de planta, tomó la Junta Directiva el acuerdo de celebrar con una fiesta pública su inauguración, á fin de que los socios se diesen cuenta de los adelantos que se realizaban en la casa de salud y se enterasen de la inversión que se daba á los fondos.
Por segunda vez fué engalanada, la Quinta y visitada ante todo por la facultad médica de la capital, que dió fe de las excelentes condiciones del departamento quirúrgico. La prensa, las autoridades y todos los invitados que asistieron en el memorable día del 4 de agosto de 1901, tuvieron ocasión de comprobar la serie de adelantos que sucesivamente se iban realizando en la Quinta, bajo un plan acertado y en beneficio exclusivo de los asociados.
El pabellón de cirugía, se encuentra situado en la línea media, detrás y á 75 metros de distancia del edificio
que corresponde á la Dirección y Administración. Una hermosa calzada y varios jardines laterales lo separan, en una extensión lo menos de veinte metros de los edificios más próximos. Mide 24 metros de frente por 20 de fondo, teniendo 8 de altura y la descripción detallada de los distintos departamentos que se hallan en su interior, por breve que quisiéramos hacerla, nos ocuparía mucho espacio.
Baste decir que todo está previsto para hacer operaciones de todas clases en individuos no infectados y que el gabinete de aseo de los cirujanos, la habitación de enfermeros, el cuarto de esterilización; los de los instrumentos y baños, el de anestesia y el salón de operaciones no dejan nada que desear, siendo todo el pabellón un timbre de gloria para la asociación que ha sabido levantarlo bajo la hábil recomendación del Director facultativo.
El pabellón “Asturias” es también á su vez el que reúne las mejores cualidades de cuantos se han construido en la Quinta, pudiendo considerarse como modelo en todos sus pormenores, así como en el mobiliario que hace posible su limpieza completa. Lo mismo cabe manifestar con respecto á la Cocina, que es clara y ventilada, con un amplio fogón central, todo de hierro, que permite la calefacción económica, la cual se hace por medio de carbón, evitándose el humo. Los fregaderos y demás accesorios están perfectamente dispuestos.
La Junta General de socios deseosa siempre de mantener al frente de la institución, asturianos de valer, tuvo la buena idea de designar para Presidente en agosto de 1901 al señor don Segundo Alvarez, el cual mereció la distinción de ser reelecto en el siguiente año, en cuyo segundo período ocurrió su prematura é inesperada muerte, ó séase el día 14 de octubre de 1902, como si fuese misión del Centro, triste por cierto, la de tener que lamentar sin cesar la desaparición de sus miembros más influyentes y queridos.
La Directiva acordó inmediatamente mandar hacer un retrato al óleo del Sr. Alvarez, para colocarlo en el salón de sesiones, al igual de los Sres. Valle y Argüelles, que allí se encuentran.
Dijimos al empezar este escrito que la divisa del Centro era avanzar mejorando, y en efecto, antes de cumplirse dos años de los sucesos relatados, la Casa de Salud “Covadonga”, por tercera vez se adornó con sus mejores galas, el día 15 de febrero del año que cursa, para inaugurar dos nuevos departamentos de gran utilidad para el asilo:
El edificio de hidroterapia y la Planta de lavado al vapor. A esta última va unido el departamento de caldera y máquina y cómo ésta trasmite el vapor y agua caliente al de baños, que se halla á unos treinta y seis pies de distancia, se explica la relación que existe entre un departamento y otro y por qué se construyeron á un mismo tiempo.
El edificio llamado comúnmente de baños medicinales es elegante en su aspecto exterior y mide 110 pies de largo por setenta y cinco de ancho teniendo el techo diez y siete pies de altura con una luceta en el centro de treinta y siete pies de largo por diez y seis de ancho.
Está destinado á esgrima, gimnasio, masaje y tratamiento por la electricidad y por el agua en todas sus numerosas aplicaciones. En el centro del salón, que está sostenido por columnas, se halla un amplio tanque ó piscina para bañarse y nadar que tiene de largo diez y seis pies y como seis de profundidad.
Suficiente número de ventanas y persianas por frente, fondo y costados permiten la ventilación y la claridad durante el día y por la noche hay numerosas y elegantes lámparas eléctricas en todos los cuartos y salones.
Tanto el de recepción como el de duchas, masaje de vapor, medicinales, turco, etc., tienen zócalos y pisos de lozas americanas estando pintadas y decoradas las paredes.
Las bañaderas con conexiones niqueladas, las palanganas, los tanques, las instalaciones de todas clases en sus diversas formas y aplicaciones, fueron colocados después de estudios detenidos y en que se han previsto todas las circunstancias de perfecto drenaje, por la acreditada casa de Chicago, que tiene sucursal en esta ciudad, de los Sres. James B. Clow & Sons.
Para obtener una presión de treinta y cinco libras en todas las instalaciones existe un tanque de acero, situado á distancia, en una torre de setenta y dos pies de altura, que tiene una capacidad de seis mil galones y cuatro tanques intermedios. También hay instalado un sistema de agua helada para los baños y fuente de beber.
Los cuartos tienen, los que los requieren, camas y sofás adecuados y los retretes están provistos de los inodoros y urinarios más perfectos que han venido á la Habana.
A la entrada del edificio se hallan á uno y otro lado grandes espejos con marcos niquelados que descansan sobre mesas de onix con las bases también niqueladas. Adornan además el vestíbulo dos soberbios jarrones japoneses, delicado regalo de la madrina, digna esposa del actual Presidente, Sr. Ramón Pérez y Rodríguez que fué nombrado para ese elevado puesto en la .Junta General de 26 de octubre del año próximo pasado por los méritos que en él concurren y la devoción que siente por el Centro Asturiano.
En una palabra, el departamento de hidroterapia que se ha instalado en la Quinta “Covadonga” admira por su amplitud, por lo completo por lo perfecto y acabado y por el derroche de belleza y de lujo que en él se ha desplegado, no existiendo nada en Cuba que pueda comparársele.
El otro edificio nuevo está destinado al lavado de la ropa por medio del vapor de agua y movido por la misma fuerza motriz. Es uno de los modelos más adelantados que se conocen hasta el día.
Se compone de dos grandes lavaderos de hierro galvanizado por el exterior y que contienen cilindros de cobre de doble engranaje, que dan ciento setenta y cinco revoluciones por minuto: un extractor centrífuga: un exprimidor metálico de tres rollos; un secador metálico en el que quedan secas las ropas en treinta minutos; un tanque para disolver el jabón de ochenta galones de capacidad; otro tanque para hacer el almidón; una estufa para planchar á mano; vertederos esmaltados y toda la correspondiente conexión de llaves y tubería para el abastecimiento del agua fría y caliente y el rápido desagüe.
Dentro de este edificio se halla el departamento de calderas y máquinas que tiene treinta pies de largo por catorce de ancho; la primera es vertical de cuarenta caballos de fuerza, cubierta con cemento de asbesto y pintada; las demás son bombas receptora y de servicio para la casa; un calentador de agua y un filtro.
Debajo de este departamento hay un sótano y en él se halla una bomba receptora automática, una caldera galvanizada de cuatrocientos galones de capacidad y un tanque de succión. Todo el vapor que devuelven la Planta de lavado, el Desinfectante y el Departamento de baños es recibido por esta bomba, por gravedad y transportado á la caldera.
Consiste el Desinfectante en una magnífica cámara, fabricada por la compañía de Kny Sprague, á cuya acción se somete la ropa sucia antes de lavarse. Por deficiente que sea esta relación, no podía prescindirse de ella para que se forme una ligerísima idea de la importancia de los dos magníficos departamentos con que se ha enriquecido últimamente “La Covadonga”.
Los resultados prácticos del buen pie bajo el cual se halla montada la Casa de Salud asturiana, habían de notarse en la estadística. Según los datos últimos, desde el primero de agosto de 1901 hasta el 31 de diciembre de 1902, es decir, en solo 17 meses, fueron asistidos en el Sanatorio 6 245 enfermos, de los que salieron curados y mejorados 6 158, y sólo fallecieron 87, que representan el 1,39 % de mortalidad
Todavía es más satisfactoria la estadística quirúrgica, pues habiéndose operado en el mismo período de tiempo 1,015 individuos, curaron mil cuatro y solo fallecieron once, que representan la proporción de 1,08% de mortalidad.
Personal del cuerpo facultativo de la Casa de Salud Covadonga
- Dr. Manuel Bango, director;
- Dr. Agustín Varona, médico de visita;
- Dr. Francisco reyneri, médico de visita;
- Dr. Francisco Müller, médico interno;
- Ricardo Albadalejo, médico interno;
- Dr. Juan Santos Fernández, Oculista;
- Dr. José A. del Cueto, abogado consultor;
- Dr. José A. Taboadela, cirujano dentista;
- Dr. Lino Gómez Pila, cirujano dentista.
Desempeña el delicado cargo de Administrador el Sr. D. Carlos García, á satisfacción de la Directiva, siendo el Mayordomo Don Ramón R. Membiela, y empleado de la carpeta el señor don Fernando Riaño y Pérez. Desempeña el cargo de enfermera la Srita. Doña Josefa Alvarez, siendo numeroso el personal de la farmacia, guardarropía, asistentes, carpinteros, mecánicos, jardineros, dotación de la cocina, etc.
La inspección de la Casa de Salud se halla á cargo de la Sección de Asistencia sanitaria, de la que es Presidente el Sr. D. Antonio Fernández y González, y Vice el Sr. D. Manuel Argüelles, asistidos de diecinueve vocales, y unánimemente se asegura que aquellos señores cumplen su cometido á satisfacción.
Lea también:
- El Centro Asturiano de la Habana.
- La Casa de Salud Covadonga del Centro Asturiano de la Habana. [Se encuentra en este artículo]
- Presente y Porvenir del Centro Asturiano en 1903.
Bibliografía y notas.
- González Curquejo, A. “El Centro Asturiano, VI, La Casa de Salud Covadonga .” Revista Ilustrada Cuba y América, vol. XI, no. 1, May 1903, pp. 14–20.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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