
El 28 de Marzo de 1908 se fundó modestamente el Establecimiento Industrial y Compañía Abastecedora de Leche de la Habana en un espacio de terreno que solo abarcaba una superficie de 900 metros cuadrados, el cual modernizó, aunque en pequeña escala en esa época, el rutinario y arcaico sistema de manipular la leche sin observar regla higiénica alguna, existente casi desde la fundación de esta ciudad.
Los iniciadores fueron un grupo de hombres progresistas con un reducido capital repartido en acciones los que se lanzaron a esa meritoria y ardua tarea en beneficio del público consumidor y el suyo propio, sosteniendo luchas continuas con el burdo tradicionalismo imperante entonces.
El primer Comité Ejecutivo lo constituían las personalidades siguientes:
- Presidente: Pedro de la Nuez.
- Vice: Antonio Rodríguez.
- Tesorero: José María Suárez.
- Secretario Contador: Pedro Interián.
- Administrador: José González.
Este comité, dirigido por el inolvidable Presidente, señor Pedro de la Nuez, dió los pasos iniciales en esa senda progresista, empezando por desechar la forma primitiva de conducir la leche desde el campo a lomo de animales, lo que originaba su descomposición continua y la poca fijeza en las horas del reparto, estableciendo en cambio un servicio de camiones con todos los adelantos, que permitió la regularización de aquél y la higienización más perfecta en el acarreo.
Posteriormente el hervido directo con leña reemplazado por uno indirecto, que más adelante lo sustituyó el modernísimo de vapor, por medio de grandes y costosos aparatos y maquinaria, los que unidos a otros para la refrigeración de la leche, pusieron esta casa al nivel de las más perfectas de Europa y Estados Unidos de América del Norte.
La adquisición de fincas con grandes vaquerías, la de nueva y valiosa maquinaria (única en esta ciudad), para el fregado y esterilización de los recipientes, excluyendo el contacto de la mano del hombre en su interior; unidos estos grandes adelantos a los ya relatados así como el lujoso servicio de camiones para carga y reparto conllevó a que el precioso líquido lácteo se expendiera con una pureza e higienización admirables, analizándose constantemente por la Sanidad y con su previa aprobación, convirtiéndose en el preferido, tanto por la gran mayoría de establecimientos de cafés, como de particulares y dependencias del Estado, de los cuales eramos antiguos proveedores. Permitió esto aumentar a 30,000 litros la venta diaria cuando antiguamente sólo se expendían unos 5,000 escasamente.

Más tarde fué adquirida la fábrica de hielo La Cubana, con una producción de 40 toneladas diarias de artículo tan imprescindible para la conservación de la leche en su acarreo desde largas distancias, por medio de grandes e higiénicos camiones refrigeradores, pero la progresiva ascendencia de la venta de uno u otro artículo, obligó a adquirir una nueva planta, cuyas grandes y costosas máquinas perfeccionadas permitieron aumentar la producción diaria a 100 toneladas de un hielo cristalino, transparente, fabricado con agua hervida y destilada por medio de grandes y modernos filtros; es decir, perfectamente esterilizada.
Finalmente, el establecimiento anexo de una Fábrica de Helados, con aparatos de los más modernos, entre ellos maquina fregadora y esterilizadora de vasijas, completó la aspiración de los directores de esta Compañía, de servir a su muy numerosa clientela un producto, que no solo estaba elaborado a perfección con aguas, limpias de bacterias, materias primas en su mayoría de la casa, especialmente huevos y frutas de sus fincas, sino que también observaban escrupulosamente todas las reglas sanitarias, sin recurrir jamás al uso de las perjudiciales materias colorantes.
Lo que el 28 de Marzo de 1908 era solo un mal cobertizo fabricado en reducido terreno conteniendo una modesta e incipiente industria que modestamente empezó a romper con los anticuados y groseros moldes de la manipulación descuidada de la leche, fue hacia 1925, merced a los decididos y progresistas esfuerzos de una administración modelo y de un reducido grupo de hombres emprendedores, convertido en un Centro Industrial de primera magnitud, con valiosos edificios modernísimos fabricados en cinco mil metros cuadrados, es decir, sextuplicada la extensión del primitivo terreno en que se fundó La Compañía Abastecedora de Leche de la Habana, asombrando a propios y extraños con el modernismo y grandiosidad de sus maquinarias y el perfeccionamiento higiénico de sus valiosos productos, contando además con treinta y cinco Lecherías Sucursales, distribuidas en los distintos barrios de esta capital cubana.
En 1925 el comité ejecutivo estaba integrado de esta forma:
- Presidente: señor Antonio Rodríguez González.
- Vicepresidente: José González López.
- Administrador: Pedro Interián Rizo.
- Director: Antonio Ortega Jiménez.
- Secretario contador: Alfredo Monrós.
Referencias bibliográficas y notas
- Compañía Abastecedora de Leche de la Habana en El Libro de Cuba. Habana: Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925. p.797
- Personalidades y Negocios de la Habana
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