El doctor Antonio B. Zanetti, como Guiral, Pizarro y Marcos García, es lo que se llama un alcalde verdaderamente popular. Rico por su Droguería y Farmacia Central, única en su clase, en la ciudad de Matanzas, (como casa importadora) y una de las más hermosas y de mayor crédito de las que existen en esta Isla de Cuba.
El actual alcalde de Matanzas pudo permanecer inactivo respecto de los negocios públicos dentro de esa cómoda indiferencia del egoísta que sólo atiende á la preocupación de sus particulares intereses.
Pero el Sr. Zanetti inteligente, activo, lleno de espíritu público y dotado de una voluntad irreductible no quiso cejar ante los inconvenientes que le presentaba su situación de primer alcalde autonomista de Matanzas, situación agravada por la hostilidad de dos fracciones que formaban, al unirse, la mayoría de la corporación municipal.
El resultado lo hemos visto. Sus mismos adversarios le han discernido en tres meses dos votos de gracias: el primero á propuesta de un concejal reformista y el segundo por iniciativa de un concejal conservador.
Dió origen al primero el hecho de que necesitándose girar $14.300 á París para el montaje del puente de Bailén y no existiendo más que $8.000 en la caja del Ayuntamiento, un banquero de la Habana, para realizar la operación: exigió la garantía personal del Alcalde:
Pero el Dr. Zanetti hizo más, adelantó la suma, apelando a su bolsillo y demostrando de ese modo ese proverbial desprendimiento y el interés que le inspiran las necesidades populares.
El segundo voto de gracias le fué dado por su arrojo y abnegación durante el temporal del 20 de octubre.
Desde los primeros momentos montó a caballo y recorrió toda la población, especialmente los lugares más amenazados, avisando á los vecinos y dictando órdenes oportunas á los alcaldes de barrio y á la policía á fin de que estuviesen prevenidos para auxiliar á cuantos se viesen en peligro.
Gracias á este arranque de su Alcalde, el vecindario matancero eludió las consecuencias asoladoras del fenómeno en lo relativo á la seguridad de las personas.
La filantropía del Sr. Zanetti ha sido sellada recientemente regalando á la ciudad de Matanzas magnífico terreno que abarca casi una manzana perfectamente cercado y con rejas por el frente.
Su emplazamiento en sitio elevado no puede ser más á propósito para el fin que se destina, pues linda por el fondo con el mar, cuyas brisas recibe y por el frente con el ancho Parque del Cuartel de María Cristina situado, como es sabido, en la barriada de Versalles, que es la más saludable de Matanzas.
Ese valioso lote de tierra, donde puede muy bien construirse un espléndido chalet, lo regala el Dr. Zanetti para que en él se levante un asilo de niños pobres, del que siempre ha carecido la ciudad de los dos ríos. Ese terreno está tasado en $5.000 oro y el generoso donante completa su rasgo caritativo con la entrega de mil pesos para dar principio á la obra que ha puesto bajo la protección y cuidado de la Junta Provincial de Beneficencia.
¿Cómo extrañar, en vista de estos datos, que el Sr. Zanetti sea el habitante de Matanzas que más cargos públicos ha desempeñado al mismo tiempo?
Tantos han sido que al tomar posesión de la Alcaldía, se vió en el caso de renunciar, por incompatibilidad, los de Presidente de la Junta de Patronos de la Real Casa de Beneficencia, Síndico del Ilustre Ayuntamiento, Subdelegado de Farmacia, Vocal de la Junta Provincial de Instrucción pública, Cónsul de la República Argentina, Vocal de la Junta de Teatros en representación de la Sociedad Económica de Amigos del País y Vocal de la Junta Provincial del partido Autonomista. Era también Presidente del Liceo.
Ahora bien: ninguno de esos puestos le han traído ventajas personales, léjos de ello, casi todos le imponen molestias y sacrificios que él acepta sin más compensación que la de servir á sus conciudadanos con raro desinterés y abnegación incomparable.
Por eso El Fígaro se apresura á tributarle un homenaje merecido publicando su retrato.
El Consulado de Cuba en A Coruña y Zanetti en 19031
Hoy toca el turno al consulado general de la Coruña, á cargo del ilustrado Dr. Antonio B. Zanetti, fervoroso patriota y ciudadano dignísimo á quien adornan las más estimadas virtudes públicas y privadas.
¿Quién no conoce en Cuba al Dr. Zanetti? Su carácter abierto, la exquisita corrección de todos sus actos y su esplendidez genuinamente criolla, le han creado extensas relaciones en toda la Isla.
Su nombramiento para el Consulado que hoy desempeña con singular acierto, es de los pocos que no fué discutido, llamando la atención que pidiera un Consulado quien tenía méritos para una representación más elevada: eso prueba, la modestia de su carácter y la sinceridad de su patriotismo.
En la Coruña el Dr. Zanetti ha sabido rodearse de todos los prestigios que reclama la representación que ostenta, poniendo muy alto el nombre de Cuba en aquella sociedad. En el mundo oficial, como en el intelectual y social de la Coruña; se guardan al doctor Zanetti los respetos y consideraciones que merece.
Falleció el Sr. Zanetti2
En este vapor ha llegado la señora viuda del que fué ministro de Cuba en Caracas, señor Antonio B. Zanetti que falleció a bordo del Montserrat el día veintiséis de diciembre 1919 y durante la travesía. El cadáver del señor Zanetti fué embalsamado y enterrado en San Juan de Puerto Rico.
De Barcelona. Valencia, Málaga y puertos de Canarias y San Juan de Puerto Rico, llegó a la Habana en la mañana del seis de enero 1920 el vapor español Montserrat, que trajo carga general y 322 pasajeros para la Habana y 75 de tránsito para puertos de Centro América.
También y al entrar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, falleció a bordo el cónsul de Colombia en Málaga señor Antonio J . Core Narváez, quien fué sepultado en dicha isla. Durante la travesía del Montserrat dió a luz una niña la señora del Cónsul de Costa Rica en Barcelona señora María Zolórzano.
Bibliografía y notas.
- “El Alcalde de Matanzas: Dr. Antonio B. Zanetti.” El Fígaro, Periódico Artístico y Literario. (Diciembre, 1895).
- Personalidades y negocios de Matanzas.
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